Urgente Aemet anticipa el regreso de las lluvias esta semana a la Comunitat
'Retablo de los Tres Reyes', obra del maestro de Perea en restauración desde 2010. JeSÚS SIGNES

Restauración artística a dos velocidades

La agilidad en el Centenar de la Ploma dista de la lentitud en las obras de Van Dyck y Maestro de Perea

Laura Garcés

Valencia

Lunes, 15 de febrero 2021, 23:19

En el Museo de Bellas Artes de Valencia no todas las restauraciones se realizan al mismo ritmo. Avanzan a dos velocidades. La falta de técnicos y las prioridades que establece la Conselleria de Cultura lastran los procesos para devolver el brillo a los fondos de la segunda pinacoteca de España. No se trabaja con la misma celeridad en todas las obras.

Publicidad

Para ilustrar esta realidad basta observar la agilidad con la que se llevó a cabo la intervención sobre la predela del retablo del Centenar de la Ploma –traída del Victoria and Albert Museum de Londres–, frente a la lentitud que ha marcado la intervención en el 'Retablo de los Tres Reyes o la Epifanía', pieza del Maestro de Perea que lleva diez años en el taller y todavía tendrá que pernoctar otros dos allí. Más de una década de espera no pasa desapercibida, se contempla como una anomalía en un prolongado proceso de restauración que impidió que la pieza formara parte de la exposición dedicada el pasado enero al Maestro de Perea.

Y aunque ha sido menor el tiempo que ha requerido la intervención sobre el 'Retrato ecuestre de Francisco de Moncada', obra de Van Dyck que la semana pasada volvió a las salas del museo tras cinco años en manos de los restauradores, es otro ejemplo que viene a evidenciar lo ya apuntado.

Para los gestores de la pinacoteca, dependiente de la dirección general de Patrimonio gestionada por Carmen Amoraga, hay prioridades, tal vez definidas por el interés de conceder mayor visibilidad a unos procesos que a otros dado el eco que las actuaciones pueden tener. Pero hay más. La diferencia de tiempos que se observa en la recuperación de obras de arte, saca a la luz una de las grandes carencias del Museo de Bellas Artes. Como es sabido, la que se considera la segunda pinacoteca de España, anda escasa de restauradores, algo que influye en el avance de los proyectos.

Predela del retablo del 'Centenar de la ploma', tras su restauración. IvÁN ARLANDIS

La predela del retablo del Centenar de la Ploma llegó a Valencia procedente de Londres tras un proceso de negociación que comportó viajes a la capital del Reino Unido, incluido un desplazamiento del President de la Generalitat que no estuvo falto de publicidad. Cuando finalmente la pieza llegó a la ciudad del Turia y se inició su recuperación, volvió la publicidad a la palestra. La predela se colocó en el museo de manera que el público pudo observar cómo se trabajaba sobre ella. En 15 meses los especialistas del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración (IVCR+i), al que la pinacoteca recurre ante la escasez de restauradores propios, devolvieron el brillo a una pieza de ida y vuelta –tiene que regresar al museo londinense–, en la que Cultura invirtió dinero y esfuerzos de los valencianos. Finalizada la intervención se inauguró una muestra en el Museo de Bellas Artes precedida de una presentación en la que Carmen Amoraga a las preguntas sobre el coste de la intervención explicó que «ni se puede ni es necesario facilitar ese dato». Dijo que la restauración no se ha «planteado en términos de gasto, sino de inversión». Y al preguntarle a cuánto ascendía la inversión mantuvo que «no la ha contabilizado, se ha hecho una inversión cultural que se traduce en el tiempo y la sabiduría de personas que han trabajado».

Publicidad

Mientras, sigue en el taller el retablo de 'Los Tres Reyes Magos o la Epifanía', obra del Maestro de Perea que entró en el quirófano del arte en 2010. Cuando el pasado noviembre se iba a presentar la exposición 'El Maestro de Perea. Un primitivo valenciano', LAS PROVINCIAS denunció que el retablo de los Reyes no formaría parte de la muestra, hecho que se comprobó en la presentación de la exposición. Ante la polémica suscitada por tan destacada ausencia, Cultura mostró la pieza en restauración a los medios de comunicación, pero ya se había perdido una oportunidad de oro para mostrar a los valencianos y a los visitantes de la pinacoteca una joya del patrimonio, la pieza de mayor valor del Maestro de Perea que forma parte de los fondos del San Pío V. Cultura atribuyó la demora a que la pandemia había retrasado la recuperación del marco dorado, «que es lo que queda» del proceso». Seguirá dos años más en el taller.

Obra de Van Dyck en el Museo de Bellas Artes tras su restauración. DAMIÁN TORRES

El Van Dyck ya cuelga de las paredes de las salas del Bellas Artes, de las que ha estado ausente los cinco años que se han invertido en su restauración. No hubo presentación pública. La dirección general de Patrimonio se limitó a anunciar que ya estaba colocado en el museo, un anuncio bastante más discreto que los que han acompañado a cada paso dado con la predela del Centenar de la Ploma.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad