Los pescadores valencianos denuncian que son tratados como delincuentes con el nuevo plan europeo

'Somos pescadores, no somos delincuentes' ha sido el lema de la protesta contra el Plan de Gestión de la Pesca Demersal para el Mediterráneo llevada a cabo por los pescadores valencianos en Cullera. En el puerto de esta localidad se han reunido para mostrar su total rechazo a este plan que consideran que abocará al sector a la desaparición.

Este medida aprobada por la Unión Europea contempla una reducción progresiva de los días que los pescadores del Mediterráneo pueden salir a faenar. Unos números que desde la Comisión Interfederativa de Cofradías de Pescadores de la Comunitat Valenciana (Coincopesca) consideran inviable para la supervivencia de estos trabajadores.

"Así llegaremos a 2025 con sólo 120 días cuando antes estábamos saliendo 230, esto no es rentable para la pesca. Nosotros somos los primeros que queremos mantener el mar pero necesitamos 190 días", comenta el patrón mayor de la Cofradía de Cullera y presidente de las cofradías valencianas, Vicente Pérez.

Los pescadores reclaman al Gobierno de España que promueva la modificación del plan europeo para que "nos dejen trabajar" que es la principal reivindicación de este sector tradicional.

"No veo futuro a este sector porque sólo nos ponen problemas. ¿Dónde van los marineros cuando ya hayan cumplido los días? Sólo queda el paro", lamenta el presidente de la Cofradía del Grau de Gandia, Domingo Ciurana.

En esta protesta también han defendido que la flota de arrastre es una actividad "pesquera sostenible y respetuosa con el recurso marino" ya que la Unión Europea considera como único responsable de la situación de los recursos el uso de este tipo de artes.