Los espectadores de 'Masterchef Celebrity' nos sentimos identificados con Yolanda Ramos cuando esta semana afirmaba asombrada que quién le iba a decir a ella cuando era más joven y veía en televisión los dimes y diretes de Ana Obregón y Antonia Dell'Atte que asistiría en directo y en el mismo plató a la reconciliación de ambas. Uno puede estar más o menos puesto en el panorama televisivo o ser poco experto en asuntos rosas, pero, aún así, es prácticamente imposible que no conozca el triángulo patrio más célebre de los años 90, el formado por las dos mujeres citadas y el conde Lecquio, actual colaborador de 'El programa de Ana Rosa' y que ocupó durante años las portadas de las revistas del corazón a costa de sus conquistas.
Por aquel entonces no existían plataformas de 'streaming' y asistíamos a series reales casi en directo. Los magacines de la época nos contaron que la presentadora de moda (conducía el '¿Qué apostamos?' y daba las campanadas) había estrenado novio y más tarde nos enteramos de que en realidad estaba casado con una modelo italiana que no tardó en hacer acto de presencia. Los periodistas de aquella década eran menos incisivos que los de ahora, pero no desaprovechaban la oportunidad para propiciar enfrentamientos y sacar todos los trapos sucios sobre unos y otros.
Uno de los momentos cumbres del culebrón llegó con la visita de Dell'Atte a 'La máquina de la verdad', el polígrafo de Julián Lago en Telecinco, donde desveló ante una audiencia millonaria todo tipo de detalles sobre la tortuosa infidelidad.
Desde entonces ha llovido mucho y ambas protagonistas han cambiado un montón. Sin ir más lejos, Obregón ha dejado de ser un personaje que las cadenas se rifaban para estar al frente de sus programas y se ha convertido en una especie de 'mono de feria' (como prueban las continuas burlas y ataques de sus compañeros de concurso). Al coincidir ambas en plató (ahora entendemos el motivo de la repesca de la semana anterior) se fundieron en un abrazo y ofrecieron un momentazo televisivo histórico. 'Masterchef' antes era otra cosa, pero el espectáculo no estuvo mal.
