El Consell invierte ahora en gestión forestal planes diseñados hace ocho años
Emergencia Climática está ejecutando en el monte los fondos Feder y Feader previstos para el periodo 2014-2020
El inicio de la primavera marca el comienzo del periodo más complicado para los montes por la posibilidad de que se produzcan incendios forestales. ... Cada año cerca de estas fechas la Generalitat pone en marcha el plan especial para proteger los bosques.
Las lluvias de las últimas semanas han hecho que la vegetación crezca en numerosos parajes al tiempo que ha humedecido la madera haciendo más difícil que se produzca un incendio forestal.
La mayor presencia de vegetación favorece la propagación de los incendios pero, por otra parte, esta está más húmeda lo que disminuye las posibilidades de que se produzca un siniestro.
Pero el problema principal es la falta de gestión de los bosques valencianos lo que crea una masa forestal continua que hace que si cualquier conato no se apaga de inmediato el riesgo de que se produzca un gran incendio se multiplica.
Desde la Plataforma Forestal Valenciana han señalado que la gestión en la Comunitat es muy mejorable y han indicado que las actuaciones que se están realizando en los montes son en su mayoría las planificadas en 2014 para ejecutarlas antes de 2020.
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Esta entidad reúne a todos los sectores implicados en la conservación de las masas forestales valencianas. En su seno se encuentran municipios con amplias superficies forestales en su término, expertos o propietarios privados.
Las mismas fuentes explicaron que en estos momentos se están aplicando los fondos Feder y Feader de la Unión Europea que corresponden al periodo 2014-2020. «No entendemos porqué se ha tardado tanto en poner en marcha estas actuaciones que estaban ya preparadas en 2014», señalan las mismas fuentes.
Estos planes incluyen actuaciones silvícolas, clareos o regeneración de bosques como las recientes actuaciones de restauración que se están ejecutando en los montes de Andilla, víctima de un virulento incendio en el año 2012.
El problema de estos planes es que se tendrían que haber ejecutado en el periodo 2014-20 con actuaciones que suponen una inversión de 54 millones de euros.
Al margen de estas actuaciones, según destacan en la Plataforma Forestal Valenciana, poco más se ha hecho. Pese a estar planificadas las ayudas previstas para los propietarios forestales no salieron hasta 2019. «No sabemos la causa que ha provocado este retraso», han señalado las mismas fuentes.
Por lo demás consideran que la situación del monte valenciano es de riesgo. Es cierto que los incendios han disminuido en los últimos años «pero no hay que lanzar las campanas al vuelo ya que lo mismo sucedió en los años previos a 2012 cuando se registraron incendios como el de Andilla o Cortes de Pallàs. Un conato mal controlado se puede extender con rapidez».
Y es que existe un continuo forestal muy amplio que puede prender con cualquier incidente y terminar convirtiéndose en un gran incendio forestal. Tal y como se reconoce en el Plan Especial de Incendios forestales de la Comunitat en «todo el territorio de la Comunitat Valenciana existe un elevado riesgo».
Especialmente delicada es la situación que se vive en el continuo formado por las sierras Calderona y Espadán hacia el interior de Castellón. Destacan, según este plan especial, por su peligrosidad la zona central de Valencia, sur de la provincia de Castellón y la provincia de Alicante.
Además, este documento califica de zonas de especial vulnerabilidad la Marina Alta, la Marina Baixa, L'Alacantí y el Bajo Vinalopó.
En la provincia de Valencia se encuentran en esta situación la Ribera Baixa, el Camp de Morvedre y la Safor.
En definitiva, la Comunitat no está exenta de que se produzca un gran incendio forestal, que son aquellos que superan las 500 hectáreas quemadas. Cualquier descuido, y más de cara al verano, puede resultar decisivo.
En la caída en el número de incendios también ha tenido que ver la pandemia que ha hecho que en algunos momentos el monte no estuviera tan masificado disminuyendo el riesgo de incidentes. Por otra parte, las abundantes lluvias de los últimos años han propiciado que el número de siniestros haya descendido significativamente.
En cualquier caso, «no hay que caer en el triunfalismo por el número de incendios de los últimos años. El monte continúa en un estado lamentable por la falta de actuaciones y de gestión», manifiestan desde la Plataforma Forestal. Por otro lado, estas fuentes señalan que los trámites burocráticos para los propietarios que quieren conseguir las ayudas son muy complicados lo que repercute en el cuidado del medio ya que hay que tener en cuenta que la mayor parte de la superficie forestal valenciana está en manos privadas.
Y es que la administración concede ayudas a los propietarios para que hagan labor forestal pero los trámites burocráticos son tan complejos que en muchas ocasiones es complicado poder acceder a estas subvenciones.
Por otra parte, las mismas fuentes recuerdan que en algunos puntos todavía no se han recogido los árboles caídos en los temporales de 2017 y 2020. Entonces sendas tormentas de viento y nieve tiraron numerosos árboles que todavía no se han retirado con el consiguiente riesgo en el caso de que se produzca un incendio forestal e, incluso, de propagación de plagas.
Por otro lado, el Consell suele activar ante las vacaciones de Semana Santa y el verano un dispositivo especial de los servicios de extinción. Así, durante estas semanas ha puesto en marcha el dispositivo extraordinario contra incendios forestales entre el 14 y el 25 de abril, con motivo de las vacaciones de Semana Santa y Pascua. Durante estos días se ha reforzado la vigilancia aérea y terrestre de la superficie forestal de la Comunitat y se han incrementado las medidas disuasorias entre la población. La Generalitat ha contado diariamente con 604 profesionales dedicados a la prevención y extinción de incendios forestales.
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