Los centros de salud de 20 de los 24 departamentos asumen más pacientes del límite que reclaman los médicos

Y el refuerzo de personal es una de ellas, posiblemente la más relevante a tenor de la situación actual. En concreto, los médicos de cabecera deben atender, de media, a un ratio de 1.390 potenciales pacientes cada uno, según recoge la última memoria de actividad difundida por la Conselleria de Sanidad, una cifra que supera con creces el límite que marcan los profesionales (1.250) e, incluso, está por encima de las 1.300 recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, la distribución de los cupos no es nada uniforme. En concreto, 20 de los 24 departamentos de salud en los que se encuadran los consultorios superan, también de media, esas 1.250 SIP que reclaman los médicos (sólo Vinaròs, Sagunto, Requena y Xàtiva-Ontinyent estarían por debajo), mientras que en relación a la recomendación de la OMS serían 16 los que se encuentran por encima. Además, 14 de los departamentos (más de la mitad) superan las 1.400 tarjetas sanitarias por facultativo de Atención Primaria, mientras que los casos más extremos se dan en Elx-Crevillent, con 1.704, y en Torrevieja, con 1.591. En el extremo opuesto se encuentra Requena, con apenas 1.002 SIP por médico de familia, puesto que se trata de un departamento con un gran número de población mayor que requiere pasar por la consulta del especialista con más frecuencia.

La Atención Primaria «está amenazada y sus médicos son una rara avis en peligro de extinción porque no se les ofrecen unas condiciones óptimas de trabajo», lamentan desde el Sindicato Médico de la Comunitat (CESM-CV), por lo que tildan de «urgente y prioritario que tengamos un plan para potenciar nuestra Primaria, no otro panfleto publicitario más cargado de buenas intenciones y sin ninguna inversión». Desde la formación se refieren al marco estratégico de Atención Primaria presentado por la Conselleria de Sanidad y que empezará a materializarse este mes de abril con la creación de 1.600 nuevas plazas estructurales en los centros de salud, entre otras mejoras.

De hecho, la propia consellera de Sanidad, Ana Barceló, presentó a principios de semana un proyecto de decreto para regular la ocupación de puestos de difícil cobertura en la sanidad pública valenciana y confirmó que el 30 de abril habrá 1.600 plazas estructurales de Atención Primaria creadas (tal y como anunció en enero), dentro de las 6.000 que se pondrán en marcha en todo el sistema sanitario público este año.

Desde el departamento autonómico, además, han indicado a LAS PROVINCIAS que aunque la ocupación efectiva de las plazas no será inmediata (es decir, el 30 de abril no se incorporarán 1.600 nuevos profesionales a los centros de salud), sí se hará de forma ágil para que pronto estos especialistas puedan prestar ya servicio en los consultorios. Con estas nuevas plazas para la plantilla estructural de Primaria, Barceló indicó que se podrán alcanzar las ratios en enfermería, medicina general y pediatría por debajo de las recomendadas.

La titular del departamento, en su comparecencia, también indicó que la nueva estructura, una vez se implementen todas las medidas, convertirá la Atención Primaria de la Comunitat en «el pilar fundamental de un sistema sanitario caracterizado por una atención próxima y de calidad, que responda al reto del envejecimiento poblacional y la cronicidad, y potencie las nuevas tecnologías y la medicina preventiva». «Nada tiene que ver la Atención Primaria que conocemos con la que vamos a conocer», añadió.

Dentro de ese nuevo marco estratégico, Barceló trasladó a Les Corts que se destinarán más de 326 millones de euros para incrementar los recursos humanos y materiales entre este año y el próximo. Las siguientes anualidades continuarán destinándose recursos hasta alcanzar, en 2025, el 25% del presupuesto sanitario que reclaman los facultativos. Respecto a los recursos materiales, la inversión en tecnología e infraestructuras de 2022 y 2023 alcanzará los 188 millones de euros. De ellos, 76 millones serán para la construcción de nuevos centros de salud; 53,5 para equipamientos y 8 para mejoras en los sistemas de información.

Frente a ello, desde el Sindicato Médico CESM-CV recuerdan que el médico de Atención Primaria «también es el que ha tenido que atender a muchos pacientes por teléfono en la pandemia por órdenes de sus superiores, los mismos que después se desentendieron de los problemas que ocasionó, es también el que ha tenido que aplicar unos protocolos en la pandemia con múltiples cambios (a veces casi semanales) que no entendía la población, es el que vive con rabia, ola tras ola de pandemia, la saturación de un sistema sanitario que no tiene capacidad para atender a tantos enfermos, sin que la Administración acometa el aumento de las plantillas necesarias (al menos de momento). Es aquel que vive con desilusión y decepción la carga burocrática que no le deja tiempo para ver enfermos, que lucha contra el burnout provocado por un sistema que ha convertido la sobrecarga laboral en su máxima de eficiencia. Es el que firma un contrato cada mes, con la precariedad como único horizonte».