Los cazadores alertan contra las nuevas restricciones

En este sentido, Esteban ha apuntado el papel que realizan en el control de la sobrepoblación de especies que «además de alterar el ecosistema, provoca graves daños a la agricultura y accidentes de tráfico». Los perjuicios, según Esteban, se extienden a la ganadería y a las infraestructuras, a la fauna y flora protegidas y supone un riesgo por la transmisión de enfermedades.

Esteban ha sostenido que en la actualidad «la caza y el mundo rural atraviesan una situación límite. Hoy más que nunca nos lo jugamos todo». Ante esta situación ha hecho un llamamiento a la participación en la manifestación que tendrá lugar en Madrid el próximo 20 de marzo.

Entre los motivos para esta convocatoria se encuentra la tramitación de la ley de protección y derechos de los animales y las restricciones impuestas desde Europa en materia cinegética.

Respecto a la temporada de caza que hoy concluye, Esteban ha destacado que «afortunadamente se ha recuperado en gran medida la normalidad pre-pandemia». Uno de los 'peros' ha sido que «la climatología se ha comportado de forma más inestable y ha provocado una variabilidad de las capturas afectando sobre todo al tordo, la torcaz y la caza de acuáticas».

Por otro lado, el incremento de los daños agrícolas provocado por especies de caza mayor como corzos, jabalí, gamo o muflón ha provocado una ampliación del periodo de caza hasta finales de mayo cubriendo la estación primaveral, la más vulnerable para los cultivos.

Las capturas de jabalí han aumentado este año y desde la federación han señalado que en zonas comunes de caza, donde no se gestiona la especie, se han incrementado las solicitudes por daños. Además, durante esta temporada la administración autonómica ha publicado una orden en la que se regula la caza del jabalí. En ella se permite el uso de nuevas herramientas (como miras nocturnas o cámaras de fototrampeo, entre otras) y declara una nueva zonificación del territorio valenciano creando las zonas de sobreabundancia. Los cazadores critican que supone un aumento de la presión cinegética mínima al sector.

Desde la federación se considera que es una norma que «busca resolver los problemas del mundo rural con el esfuerzo de los cazadores y sin compensación económica a la función pública que realizan para la conservación del entorno natural».

Así, el presidente de los cazadores volvió a reclamar un plan de ayudas y subvenciones directas para mantener los perros de caza y la organización de acciones colectivas de caza mayor.

La federación ha destacado que se continúa con la labor de control del conejo y la gestión de la perdiz roja. En cuanto a la caza de aves acuáticas este año se ha detectado un número abundante de ejemplares que no se ha visto reflejado en las capturas. En la Albufera se ha retrasado la temporada y los cazadores esperan con preocupación el nuevo plan de usos y gestión del parque.