Adif protege los restos de la verja de la antigua estación de mercancías de Valencia
La previsión es volver a instalarla en su ubicación tras las obras en la estación Joaquín Sorolla
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ya ha protegido la icónica verja de la antigua estación de mercancías de Valencia, tras tenerla en el ... suelo y entre materiales y restos de obra desde hace unas semanas al haber sido desmontada de su emplazamiento habitual.
Así, tanto la verja como el rótulo de la prolongación de la estación del Norte permanecen sobre palés y cubiertos con una lona geotextil a la espera de su reubicación. Una decisión que ha adoptado la empresa pública dependiente del Ministerio de Transportes tras la publicación de las imágenes de la valla en el suelo por parte de LAS PROVINCIAS.
Además, según han explicado fuentes de Adif, la previsión es volver a instalarlas en su ubicación actual. Un paso que se daría una vez finalicen las obras en el entorno de la estación Joaquín Sorolla, que también han obligado a la entidad pública a desmontar dos naves de Demetrio Ribes (las catalogadas como 11 y 12) para su posterior reubicación en el futuro Parque Central.
¿El motivo? Liberar el espacio necesario para construir las nuevas vías de 400 metros de la ampliación de la estación de alta velocidad, actualmente en proceso. Tanto las naves de Ribes como la verja están situadas el edificio de viajeros de la estación Joaquín Sorolla y las vías que terminan en la estación del Norte. La valla, además, inicialmente ya fue retranqueada desde la calle San Vicente Mártir con motivo de los trabajos de la terminal de alta velocidad entre Valencia y Madrid.
Precisamente el Círculo por la Defensa del Patrimonio lamentaba que Adif no hubiese «embalado, custodiado y protegido adecuadamente esta parte del BIC de la estación del Norte», ya que el edificio modernista, que actualmente también está en obras de rehabilitación -actualmente se trabaja en la retirada de la cubierta-, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1983.
Y desde la Fundación Goerlich criticaban que la entidad no hubiese informado de forma previa sobre la actuación y la posterior reconstrucción de las naves de Demetrio Ribes al tratarse de «un patrimonio propio que conforma la ciudad desde hace años», explicaba hace unas semanas su presidente, Andrés Goerlich.
No es la primera que tanto Círculo por la Defensa del Patrimonio o la Fundación Goerlich han dado la voz de alarma sobre la situación de la estación del Norte y sus elementos arquitectónicos. Hace apenas dos semanas, la primera denunciaba los boquetes en el muro exterior del edificio, en concreto, en el mosaico recayente en la calle Bailén, que presenta hasta dos roturas de grandes dimensiones del trencadís.
Y hace dos años, esta vez en su fachada recayente en la calle Alicante, un tramo de la valla fue derribada por las obras del cañón peatonal de la línea 10 de metro. Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) necesitó los permisos de la dirección general de Patrimonio y del Ministerio de Cultura al ser parte de un BIC –aunque no es de la construcción original– y se repondrá pero las asociaciones cuestionaron la actuación.
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