Las peñas abogan por fijar edad máxima en los bous ante las cogidas a mayores
La ley marca un límite difuso en la «falta de condiciones físicas» y aficionados veteranos desoyen las advertencias
Juan Antonio Marrahí
Martes, 16 de agosto 2016, 11:12
«Para los voluntarios que velan por la seguridad en los bous, las personas mayores suponen un problema mayor que el de los menores o aquellos se exponen al toro en estado ebrio». Así lo cree José Antonio Blanco 'Blanquet', vicepresidente de la Federación de Peñas de Bous al Carrer de la Comunitat. Ante cogidas como la que sufrió un hombre de 62 años corneado por un toro en los festejos de Albalat dels Sorells, y en aras de mejorar la seguridad, las peñas abogan por implantar un límite de edad que hoy no se contempla en la normativa autonómica.
El artículo 32 del decreto de los bous sí prohíbe «la participación de menores de 16 años, que únicamente podrán acudir como espectadores». Sin embargo, no hay barrera por lo alto. El mismo artículo establece, sin precisar edad, que no se permitirá «la participación de personas que muestren falta de condiciones físicas para intervenir en el festejo».
Es en este punto donde surge la polémica. Son los organizadores y voluntarios los que deben decidir quién reúne estas condiciones y quién no. «Hay gente que comprende que no hay que no hay que salir ante el toro cuando se hace mayor, pero otros no. Suelen ser veteranos que llevan muchos años participando en festejos y confían en su experiencia pese a que ni sus reflejos ni su velocidad son los mismos que cuando era jóvenes», explica el responsable de las peñas.
Cuando aprecian un riesgo muy claro, los voluntarios les aconsejan abandonar el recinto. «Pero muchos no obedecen. Se aferran a su experiencia y no se puede hacer nada más, porque realmente no están cometiendo ninguna ilegalidad. Es algo que ya queda bajo su responsabilidad y forma parte del riesgo que asumen», añade 'Blanquet'.
A la hora de fijar un tope de edad, el vicepresidente situaría ese límite en los 65. «Antes sería muy arriesgado, porque hay muchas diferencias. Entre 50 y 60, por ejemplo, hay gente muy bien preparada y otra que no lo está tanto», considera el portavoz de las peñas valencianas.
Cadafales repletos
La afición a los bous en la Comunitat eleva a categoría de leyendas a algunos veteranos muy conocidos como Paco 'El Meji', de Meliana, o 'Torrechiva', un vecino de Onda de 60 años. Además de envejecer fieles a los bous al carrer, llevan décadas anudándose el pañuelo rojo cuando llegan los Sanfermines.
El hombre que el sábado fue corneado por un toro cerril en los bous al carrer de Albalat dels Sorells es Juan Ortiz. A sus 62 años ha sobrevivido a tres cogidas, la más grave esta última. En esta ocasión trataba de refugiarse en el cadafal, pero estaba repleto de participantes y no llegó a tiempo. El astado fue más rápido y mostró su bravura con dos peligrosísimas cornadas en la pierna y en la axila de las que aún se recupera en el hospital.
La saturación de público y aficionados en el cadafal parece ser también el motivo de la grave cogida que el domingo sufrió un hombre de 42 años en los bous al carrer de Museros. Justo hace un año, un vecino de Valencia murió en este municipio en similares circunstancias a causa de un tremendo enganchón que lo elevó por los aires.
«La afluencia de gente en las protecciones», ya sean barreras de tijera, verticales, burladeros o cadafales, «es imposible de controlar», aseguran las peñas. El decreto de bous fija cómo deben ser sus características, pero la amplitud y número, lo que garantizaría más vías de escape en caso de apuros, depende de las propias calles del pueblo y de los presupuestos de los organizadores.