El caos obliga a Educación a prorrogar también a septiembre las ayudas de libros
Los padres de la pública piden a la conselleria que asuma el coste de materiales y no los centros como quiere Marzà
JUAN SANCHIS
Sábado, 30 de julio 2016, 22:01
Los padres de los alumnos valencianos tendrán la posibilidad de acceder a Xarxallibres hasta el mes de septiembre. El caos que se ha originado entre los padres, y especialmente entre gran número de centros educativos de la Comunitat, con la puesta en marcha de Xarxa llibres ha obligado a la Conselleria de Educación a dar marcha atrás una vez más, tal y como manifestaron desde Feceval como desde la Asociación de Directores de Centros de Educación Secundaria.
El departamento que dirige Vicent Marzà anunció ayer que el plazo, que en teoría finalizaba ayer, ya que agosto los centros permanecen cerrados, se mantendrá abierto durante la primera semana de septiembre para que ningún alumno se quede sin libros.
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No es la primera vez que rectifica. Los precedentes empiezan a ser cada vez más frecuentes. Las becas de comedor han sido uno de los casos más evidentes. El retraso en la publicación en la orden ha llevado al departamento que dirige Marzà a ampliar el plazo hasta el 5 se septiembre para poder acoger a todos los demandantes, ya que hasta ayer no se publicó en el Diari Oficial la resolución que establece las condiciones para pedir una de estas ayudas.
A estas ayudas se añaden el caso de las becas del transporte escolar que solían hacerse públicas en junio y que en esta ocasión los padres han tenido que esperarse hasta finales de julio para poder solicitarlas.
Pero quizá el caso más llamativo de rectificación haya sido el de la matriculación en Formación Profesional. Centenares de alumnos se quedaron sin centro y bloquearon los centros territoriales de Educación reclamando una solución. Ante ello, la Conselleria, a través de un correo electrónico remitido a los centros, se les comunicó que podían continuar admitiendo alumnos más allá del periodo de matriculación que en un primer momento se había fijado entre el 21 y el 28 de julio. Ahora los alumnos que van a realizar algún grado medio o superior de Formación Profesional tienen hasta finales de octubre para solucionar el expediente.
Es más, la Conselleria de Educación se ha visto obligada también a rectificar en cuestiones menores como lo sucedido en Albal cuando varios menores, entre ellos hermanos, fueron destinados a centros diferentes.
Marzà se está convirtiendo en el conseller que con más facilidad rectifica ante cualquier imprevisto. Los continuos cambios parece encontrar una explicación en la premura con que actúa y en el intento de implantar un amplio programa de reformas en apenas un año. Estas críticas se las han hecho desde asociaciones afines como la Asociación de Directores de Educación Secundaria, la Asociación de Directores de Educación Primaria o asociaciones de padres como la Gonzalo Anaya o la Fampa de Castellón.
El presidente de la Federación de Católica de Padres de Alumnos (FCAPA), Vicente Morro, ha denunciado en diversas ocasiones el caos organizativo de la Conselleria de Educación que también ha atribuido al intento de Marzà «de hacer mucho en poco tiempo porque no sabe cuanto tiempo va a durar».
Precisamente ayer la Asociación de Directores de Centros de Educación Secundaria de la Comunitat explicaban que habían transmitido al conseller que mejor hubiera sido iniciar los cambios de una forma más progresiva. En este sentido se refirieron a Xarxallibres y le explicaron que su propuesta es que se iniciara por un curso y que progresivamente cada año se fuera implantando en el resto. Pero no se les ha hecho caso.
Desde la asociación de directores lamentaban que el exceso de trabajo siempre recaía en el mismo personal. «En Conselleria traspasan todo lo que hay que hacer a los centros donde no damos abasto»», explicaron y resaltaron que en ocasiones han estado trabajando 14 horas para que todos los padres pudieran acceder a Xarxallibres.
Críticas Gonzalo Anaya
La Confederación de asociaciones de madres y padres de alumnos Gonzalo Anaya pide que Educación se haga cargo de los gastos de los bancos de libros y que no sean los centros los que tengan que adelantar el dinero.
Aunque la confederación considera «muy positiva» los bancos de libros, esta situación «confirma lo que denunciamos hace unos días sobre que no estaba garantizada la gratuidad de los libros de texto de los bancos con fondos directos de Conselleria». «Estas nuevas instrucciones suponen una directriz poco clara, que generará desigualdades entre centro», advierten.
«Se debería de haber planificado mejor». La Gonzalo Anaya considera que «todas estas cuestiones se deben al hecho que la Conselleria no ha previsto a la hora de poner en marcha el banco de libros, la realidad de los centros ni el gran gasto que supone el cambio de lotes enteros de libros por culpa de la aplicación de la Lomce».
Estiman que hay centros que han calculado que necesitan unos 100 euros por alumno, lo que no puede asumir, ni siquiera adelantar los gastos de funcionamiento, y serán las familias quienes deberán de asumirlo. De hecho, algunos centros ya han informado a las familias de la necesidad de aportar dinero.