La suerte llama dos veces en Torremendo

La suerte del Sorteo de El Niño salpicó ayer por la mañana a la pedanía oriolana de Torremendo, donde validó al menos un boleto electrónico del primer premio en el Bar D'Aarón. El número 22654, muy repartido en toda España, llegó hasta la partida rural en una cantidad que hasta hoy no se podrá cuantificar, según precisó el delegado en Elche de Loterías, Santiago del Pozo.

Al poco de saberse el número que resultó agraciado con 200.000 euros por décimo fueron muchos los vecinos que se acercaron hasta el establecimiento regentado desde hace catorce años por Pedro Giner y Lidia Sánchez, que abrieron sus puertas para festejar con las consabidas botellas de sidra y múltiples brindis que la fortuna había dejado un pellizco en Torremendo.

Ambos se mostraron nerviosos por las felicitaciones y más por la presencia de los medios de comunicación que quisieron plasmar las caras de alegría de este matrimonio que cuenta con un terminal para boletos electrónicos desde hace tres años. Se da la circunstancia de que no es la primera vez que validan un número de los sorteos más copiosos de la lotería ya que precisamente en 2012 también dieron otro igual en el Sorteo de Navidad, el de El Gordo, con otro boleto del tercer premio, el 64084, «cuando tan solo teníamos la máquina quince días», dijo ayer Pedro Giner mientras su mujer no podía contener las lágrimas de emoción.

El alboroto fue generalizado en el vecindario y también cierto halo de tristeza porque este mismo número fue el que retiraron el pasado día 22 para jugarse 350 décimos «pero no hubo suerte con él y no quise repetirlo aunque ha sido una lástima porque hubiera contentado a muchos vecinos».

Su bar es el único local de la partida rural que cuenta con máquina para todo tipo de sorteos del organismo estatal y tanto dentro de él como en la calle no eran pocos los vecinos que hacían bromas con los boletos no premiados de hace escasos días a los que tapaban la fecha divertidos «pero aquel día no pudo ser», relató uno de los parroquianos jocoso.

Giner repitió en varias ocasiones que «estas son las cosas que tienen los sorteos. No quise repetirlo y ahora sale el número», al que calificó de bonito mientras esperaba la llegada del delegado ilicitano de Loterías con los carteles para hacer constar que había vendido un número. Por su parte Santiago del Pozo no supo cuantificar los boletos premiados al no estar en décimos tradicionales pero se mostró igual de satisfecho por el pellizco.

Quien si mostró el número agraciado fue un vecino, Jesús Poveda, que regenta otro negocio similar del pueblo, el Bar Desireé, desde hace un año y que tenía que abrir. Casado y con dos niñas pequeñas se mostró tan nervioso como contento por haber logrado los 200.000 euros con los que dijo pensaba pagar la hipoteca. Poveda explicó que ese era el número que sacó en el Sorteo de Navidad y que quiso repetirlo por lo que lo pidió de forma expresa «y creo que me ha salido bien haber continuado con él».