Buscan en un pozo de Santa Pola a una joven desaparecida hace 24 años

Tenía solo 19 años cuando desapareció sin dejar rastro y desde entonces su familia no ha tenido ninguna noticia de ella. Más de dos décadas después, la investigación se ha reabierto. La Guardia Civil buscaba ayer en un pozo ciego de Santa Pola posibles restos de Remedios L. G, una joven en paradero desconocido desde que salió de su casa el 19 de mayo de 1991.

Agentes de la Benemérita, de la Policía Local y una comisión judicial se desplazaron a primeras horas de la mañana al barranco de Catarra, situado relativamente cerca de la casa de la joven en el barrio del Calvario, y acordonaron la zona. Una pista, al parecer la presunta confesión del alguien del entorno más cercano a la chica, les ha llevado a centrar sus esfuerzos en el lugar, según fuentes cercanas a la investigación.

El pozo donde están buscando posibles restos no se utiliza desde hace años y está cegado, por lo que fue necesario, además de la ayuda de una excavadora, la presencia de una dotación de bomberos. Hasta las dos del mediodía estuvieron trabajando en la zona, momento en que tuvieron que interrumpir las labores debido a las dificultades con las que se encontraron, ya que, según las fuentes consultadas, es necesario contar con una maquinaria específica para asegurar la estructura y poder realizar un descenso al fondo del pozo con las garantías suficientes. La oquedad quedó cubierta por una lona de plástico y custodiada por dos agentes para evitar que se altere cualquier posible indicio. Hoy continuarán con la búsqueda.

Todas las líneas de investigación están abiertas. Desde un posible homicidio a que Remedios sufriese una accidente mortal, aunque hay que matizar que en caso de un presunto delito de homicidio estaría prescrito al haber pasado ya más de 20 años. Pero ahora mismo son solo hipótesis y antes tendrán que encontrarse restos óseos en el pozo y, si así ocurriese, posteriormente deberán completarse pruebas para certificar su origen.

El gran despliegue de efectivos no pasó ayer inadvertido para los vecinos y como la pólvora se difundió el rumor de que estaban buscando a una joven, a quien en pocas horas pusieron nombre y apellidos y fue confirmado por familiares directos.

Los padres de Remedios, que en noviembre cumpliría 44 años, son muy conocidos en Santa Pola y eran muchos los vecinos que ayer, impactados por la noticia y que ya habían dado por imposible encontrarla, recordaban los esfuerzos de la familia y amigos por hallar cualquier indicio que les dirigiese al paradero de la joven. Según comentaban, hace años la madre salió en un programa de televisión pidiendo ayuda, pero todas la pistas que obtuvieron resultaron infructuosas.

El pozo, según los vecinos del barrio del Calvario donde vivía la joven, tiene unos 18 metros de profundidad y ayer, al parecer, solo se pudo descender a poco más de cuatro metros. Varios santapoleros se acercaron a ver in situ las tareas de excavación, desconcertados al pensar que allí podría estar la joven, y apuntaban que unos días antes agentes ya estaban inspeccionando la zona del barranco. También añadieron que a la madre le han tomado muestras de ADN. Unos hechos que no han sido confirmados.