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Vicent Marzà, en su despacho.
Los concertados tumban por ilegal el plan de Marzà para evitar Religión en los institutos

Los concertados tumban por ilegal el plan de Marzà para evitar Religión en los institutos

Educación se ve obligada a rectificar tras una enmienda de sindicatos independientes que logra recuperar la oferta obligatoria

J. A. MARRAHÍ

Viernes, 31 de julio 2015, 01:30

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El intento de la Conselleria de Educación por eludir la obligatoriedad de ofrecer la asignatura de Religión en institutos ha fracasado. La ilegalidad fue atajada por la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza de la Comunitat Valenciana (FSIE), que ha obligado a dar marcha atrás al departamento de Marzà y a corregir su propuesta de cambio.

Para comprender lo sucedido hay que partir de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). Textualmente, dispone que Religión «será de oferta obligatoria para los centros y voluntaria para los alumnos», en virtud del acuerdo vigente entre España y la Santa Sede.

Pero Marzà y su cúpula de Compromís en Educación son enemigos declarados de la LOMCE, a la que culpan del fracaso escolar. «No he venido aquí a maquillarla, la quiero derogar», anunció el conseller en una evidente declaración de intenciones tras tomar el timón de la Conselleria de Educación.

El decreto autonómico de la etapa de María José Catalá (PP) para las enseñanzas en Secundaria y Bachillerato, el 87/2015, no vuleraba la legalidad vigente. Pero con la llegada de Marzà a Educación y su barrido de normas aprobadas por el anterior gobierno se decidió modificar ese decreto en varios puntos y aparcar la obligatoriedad de los institutos a la hora de ofertar Religión.

El borrador del Consell, todavía en fase de aprobación, proponía reducir de tres a dos las optativas en Primero de Bachillerato. Los alumnos disponían de dos bloques de asignaturas donde escoger y en uno de ellos estaba Religión. Sin embargo, daba libertad a los centros, «en función de sus posibilidades de organización interna», de decidir si esa elección se realizaba sobre el bloque en el que no estaba la asignatura. De modo más sencillo, si un centro quería, no ofertaba Religión.

La propuesta despertó preocupación y críticas las asociaciones de padres católicas. Y también de los concertados y profesores de Religión. Tras conocerse las intenciones del Consell, Marzà fue preguntado en público por el polémico proyecto. Ocurrió tras un encuentro con Ribó hace una semana y defendió que no había tal ilegalidad, que sólo era una cuestión de «dar más libertad de elección a los centros».

Lo sorprendente es que su propio secretario autonómico, Miguel Soler, contradijo el miércoles con hechos las palabras de Marzá. Fue en el Consejo Escolar, cuando los cambios normativos se sometieron a consulta y aceptó la enmiemnda a la totalidad presentada por FSIE, sindicato mayoritario en centros concertados y privados.

«Era una ilegalidad absoluta, susceptible de abrir un frente judicial. De haberse llevado a cabo, hubiera supuesto la supresión de puestos de trabajo de profesores de Religión y de otras dos asignaturas del bloque que los centros podían eludir», expuso ayer José Gabriel Alfonso, representante de FSIE. La solución fue volver a redactar ese punto y crear un solo 'saco' de asignaturas con Religión dentro para que los alumnos elijan dos. «De este modo volvíamos a la legalidad».

Educación no informó de la correción en su comunicado de prensa sobre el Consejo Escolar, que habla de «unanimidad y agradecimiento a Marzà». Este diario consultó ayer a la conselleria para confirmar la rectificación. Silencio oficial.

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