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El equipo de criminólogos examina el canal de riego donde apareció el cadáver descuartizado de Pilar Ruiz Barriga.
La investigación del triple crimen de Macastre se reabre 26 años después

La investigación del triple crimen de Macastre se reabre 26 años después

Una asociación de criminólogos se persona como acusación popular y busca a familiares de las víctimas para exhumar uno de los cadáveres

Javier Martínez

Domingo, 27 de septiembre 2015, 23:28

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Cuatro años antes de que aparecieran los cadáveres de las niñas de Alcàsser, otros tres menores murieron en extrañas circunstancias en Macastre. Francisco Valeriano Flores Sánchez, de 14 años de edad, su novia Rosario Gayete Muedra, de 15 años, y Pilar Ruiz Barriga, también de 15 años, desaparecieron el 14 de enero de 1989 durante una excursión a un paraje montañoso de Catadau. Los cadáveres de Rosario y Valeriano fueron hallados días después, sin signos aparentes de violencia, en diferentes fechas y lugares de Macastre, pero el cuerpo de Pilar apareció en Turís tras ser mutilado con una sierra mecánica. Según la autopsia, la joven estaba aún con vida o acababa de morir cuando le cortaron un pie con una herramienta de hoja de acero dentada.

El macabro caso, que continúa sin resolver, centra ahora las investigaciones de un equipo de criminólogos de la Asociación Laxshmi para la Lucha contra el Crimen y la Prevención, que se ha personado ahora como acusación popular en las diligencias abiertas hace 26 años por un juzgado de Requena.

El coordinador de este grupo de investigadores, el criminólogo y perito judicial Félix Ríos, asegura que el principal objetivo de la personación en el procedimiento judicial es conseguir datos que ayuden a reabrir el caso. «Cualquiera que sepa algo de lo ocurrido tiene ahora la oportunidad de colaborar en nuestras investigaciones. Pueden mandarnos información por correo electrónico o mensajes de WhatsApp, incluso con carácter anónimo», asevera Ríos.

Tras revisar el sumario e inspeccionar los lugares donde aparecieron los cadáveres, el equipo de criminólogos trata ahora de localizar a familiares de las tres víctimas, especialmente a los de Valeriano, para conseguir una exhumación del cadáver del joven y encargar luego un estudio antropológico forense que establezca con más precisión la causa de su muerte. «Averiguamos donde está el nicho de Valeriano y constatamos que Pilar y Rosario fueron enterradas en fosas comunes», explica la criminóloga Anna Mendoza, que entrevistó a algunos testigos para esclarecer ciertos aspectos del caso. La perito realizó también perfiles victimológicos y geográficos con otros dos miembros del equipo de investigación: Amós Vanacloig y Mihaela Zlota.

Respecto a la prescripción del triple crimen de Macastre, Ríos manifestó que es consciente de que no se puede reabrir el caso para la práctica de diligencias tendentes a localizar a un responsable penal tras haberse cumplido el plazo de 20 años. Sin embargo, el criminólogo matiza que la asociación Laxshmi pretende hacer «justicia social» tras ayudar, de manera gratuita, a familias de víctimas que llevan muchos años buscando respuestas para esclarecer las muertes de sus seres queridos. «Queremos averiguar de una manera extrajudicial quién fue el autor del triple crimen de Macastre», añade Ríos.

Los tres menores de Burjassot, Benimàmet y Benicalap desaparecieron el 14 de enero de 1989 durante una excursión a Catadau. Cinco días más tarde comenzó el rompecabezas macabro con el hallazgo del cadáver de Rosario, con el pantalón desabrochado, en la caseta de un pastor en Macastre. El 27 de enero apareció en la calle Alcácer de Valencia el pie amputado de Pilar; el 6 de abril, un hombre descubrió el cuerpo sin vida de Valeriano -cuando buscaba espárragos cerca de la caseta-; y el 26 de mayo, unos niños localizaron en un canal de riego de Turís el resto del cadáver de Pilar con la cara desfigurada.

La última autopsia desveló un dato muy cruel: la joven estaba viva o acababa de morir cuando le cortaron el pie con una sierra mecánica. Las arduas investigaciones de la Guardia Civil y los informes de los forenses no arrojaron luz sobre la ausencia de señales de violencia en los otros dos cadáveres, las causas de la muerte y los diferentes lugares donde aparecieron. Tras saber ahora que los tres menores murieron entre el 16 y 17 de mayo de 1989, una hipótesis que baraja el equipo de criminólogos es que Rosario pudo ser estrangulada, pero no encuentran explicación al hallazgo del cadáver de Valeriano más de dos meses después -muy cerca de la caseta del pastor- o al descuartizamiento de Pilar.

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