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Peregrinos de la visita del Papa a Valencia.
¿Cómo se amañó la visita del Papa a Valencia?

¿Cómo se amañó la visita del Papa a Valencia?

La UDEF asegura que RTVV y Gürtel se fabricaron un traje a medida que empezó a confeccionarse en el último trimestre de 2005

Marta Hortelano

Martes, 29 de julio 2014, 11:36

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Las contrataciones con la trama Gürtel para la visita del papa a Valencia en 2006 han situado al presidente de Les Corts, Juan Cotino, en el punto de mira de la investigación policial.

El actual presidente de Les Corts, Juan Cotino, siempre ha defendido que durante la Visita de Papa a Valencia, en 2006, actuó como «un voluntario más». La Policía, en cambio, sitúa a Cotino en el epicentro de los tejemanejes que hicieron posible que la trama se llevara el sustancioso contrato de más de 7,4 millones que RTVV pagó por los servicios de audio y sonido que acabaron recayendo en una empresa pantalla de la trama: Teconsa.

¿Cómo se realizó el amaño, según la UDEF?

Según el informe policial, con la trama ya infiltrada en la Administración (con Cotino al mando de la Fundación y con Pedro García al frente de RTVV) comenzaron las actuaciones preparatorias para lograr el contrato de las pantallas.

La UDEF confirma que incluso llegaron a redactar los pliegos del contrato que posteriormente consiguieron. Es decir, se fabricaron un traje a medida que empezó a confeccionarse en el último trimestre de 2005.

Después, la Fundación, a pesar del criterio de uno de los miembros, el jefe de Infraestructuras, que acabó presentando su dimisión, decidió que RTVV diera la señal en exclusiva del evento a pesar de que la tele carecía de medios propios para hacerlo.

La excusa perfecta para contratar a la empresa de la trama, Teconsa, que acabó embolsándose los 7,4 millones del contrato de audio e imagen (de los que tres se repartieron en comisiones entre los cabecillas). Una compañía «sin experiencia previa» que incluso falseó los trabajos que ya había realizado (como el Mundial de Fútbol o la boda de los Príncipes) para conseguir el contrato. Se creó así un procedimiento administrativo para que Gürtel tuviera vía libre, gracias a la «intervención directa de Pedro García». Un amaño «sin competencia y con sobrecostes que devinieron en un incremento en el déficit público» con cargo a Presidencia. La jugada perfecta.

Las contraprestaciones percibidas por los miembros de la trama (incluido Pedro García) se materializaron en regalos, pagos de dinero y, en otros casos en los que no hubo contrapartida tangible, la Policía censura que las motivaciones de los cómplices «atendían a razones derivadas de mantener un status o una muestra de complacencia jerárquica».

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