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Aeropuerto de Manises, en la década de 1950.
15 millones de visitas  que llegaron del cielo

15 millones de visitas que llegaron del cielo

El aeropuerto de Alicante-Elche, nacido en 1967 y de marcado carácter internacional, batió su récord de pasajeros en 2014, mientras el de Valencia cumplió anteayer 82 años y empieza a remontar tras la crisis

Paco Huguet

Sábado, 21 de marzo 2015, 00:25

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Dos aeropuertos como dos hermanos, diferentes pero con virtudes en común. El de Alicante-Elche es el mayor, en tamaño, y recibió nada menos que 10 millones de pasajeros el año pasado. El de Valencia fue utilizado en 2014 por 4,6 millones de viajeros y en los primeros meses de 2015 empieza a remontar tras alejarse de sus mejores cifras por la crisis. En todo caso, la vitalidad de ambas instalaciones sumó casi 15 millones de visitantes por vía aérea a la Comunitat Valenciana.

Las dos instalaciones gestionadas en la Comunitat por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) tienen su propia personalidad. El aún más conocido como El Altet, cuyo nombre oficial es Alicante-Elche, cuenta con un público meramente extranjero. El 90 % del tráfico que registra es internacional, sobre todo con viajeros procedentes del Reino Unido. No es casualidad que fuera un ciudadano británico quien se convirtiera en ese visitante número 10 millones en la pista de la pedanía ilicitana, tras bajar de un avión de la compañía irlandesa de bajo coste Ryanair.

El tirón turístico de la Costa Blanca ejercita el músculo del aeropuerto de Alicante. Además, se trata de la provincia española con diferencia con mayor número de residentes británicos y casi iguala a Baleares en alemanes. Estos ciudadanos comunitarios, y la comunidad noruega (muy numerosa en l'Alfàs del Pi) también emplean con frecuencia la renovada terminal que entró en funcionamiento en 2011.

El de Manises, por su parte, sin tener un carácter tan internacional como el de Alicante-Elche está basando su recuperación en las comunicaciones con el extranjero, que han impulsado «incrementos significativos», tal y como destaca AENA, en los meses de enero (6,7 %) y febrero (6,8 %) de este año. Entre los visitantes extranjeros de 2014 destacan franceses e italianos, menos numerosos en el Altet.

El aeropuerto de Valencia pugna por recuperar el tráfico récord que alcanzó en 2007, cuando tras la segunda Copa América en aguas de la ciudad acogió a 5,9 millones de viajeros por vía aérea. La cifra casi duplicaba los 3,1 millones de sólo cuatro años antes (2003).

Estos últimos diez o doce años han significado un intenso periodo de cambios en el aeropuerto valenciano, con el crecimiento de la primera mitad de la década pasada que desembocó en una necesaria ampliación de instalaciones en 2007.

La nueva terminal regional incluyó una parada de Metrovalencia, actualmente de las líneas 3 y 5, que es la más cercana a una puerta embarque, de todos los aeropuertos españoles.

En el año 2012 se culmina la segunda fase de la ampliación con la puesta en funcionamiento de la Terminal 2, que permite a las instalaciones de Manises afrontar el momento actual, llamado a la recuperación, con unas infraestructuras «capaces de atender la demanda actual y futura y de prestar un eficaz servicio a multitud de empresas y áreas de negocio».

En pleno despegue, el aeropuerto de Valencia cumplió anteayer 82 años. Inaugurado un día de Sant Josep, allá por 1933. Año y medio después la compañía LAPE operaba una línea a Madrid. La tarifa era de 110 pesetas para los pasajeros y una peseta por cada kilo de mercancía transportada por el trimotor Ford EC-RRA fletado para la ruta. Después, LAPE puso vuelos con Barcelona y Palma.

La construcción y el afirmado de las pistas en 1948 y 1949 y la habilitación de una pequeña plataforma de estacionamiento dio paso a finales de los años 50 a una nueva etapa: la era del reactor, que implicó nuevas reformas de las instalaciones y la adecuación de procedimientos. En 1995 se ubica en Valencia el Ala Número 1 de Caza, la primera unidad del Ejército del Aire español que contaba con los aviones F-86.

El aumento del tráfico aéreo chárter consolidó el crecimiento del aeropuerto y en 1983 se estrenó la nueva terminal de pasajeros, que remplazó a la de los años 1960.

El hermanito que se hizo grande

El aeropuerto de Alicante-Elche es el hermano 'pequeño', en edad, pero ha superado al mayor (el de Valencia) en estatura o tamaño; es decir, en tráfico y número de pasajeros. Empezó su trayectoria en noviembre de 1964 con la adquisición de los terrenos ubicados en la zona del Altet, donde se había ubicado el viejo aeródromo de las Lignes Aériennes Latécoère en 1919, una línea de correo postal entre Toulouse y Casablanca.

En sólo unos meses comenzaron las obras para construir una pista de 2.700 metros con una calle de rodadura, calles de salida rápida y la instalación de un sistema de aterrizaje instrumental (ILS). El 4 de mayo de 1967 se inaugura y se abre al tráfico nacional e internacional de pasajeros y mercancías el entonces llamado aeropuerto de Alicante, que supuso el cierre del aeródromo de La Rabasa, cuya capacidad ya era insuficiente ante la pujanza del turismo en los años 50 y 60.

El día de la inauguración aterrizó el primer avión: un Convair Metropolitan de Aviaco. Por su parte, Iberia se incorporaría al pujante aeropuerto en noviembre de 1969, con dos líneas que conectaban con las dos principales ciudades españolas: Alicante-Madrid y Alicante-Barcelona.

En 1970 la cantidad de pasajeros ya acarició la nada despreciable cifra de un millón, con lo que se hacía necesaria una terminal de pasajeros. Su primera fase fue inaugurada en junio de 1972 y a partir de ese momento se usó sólo para vuelos internacionales. La segunda fase se incorporó el tráfico nacional en marzo de 1975. El aeropuerto no paraba de crecer y sólo tres años después, Alicante alcanzó los dos millones; con ello se reformó el edificio terminal y se amplió el estacionamiento de aviones en 60.000 metros cuadrados. Por operatividad, la pista fue prolongada hasta 3.000 metros.

Después de los espectaculares crecimientos de viajeros aéreos de los años 70, en la década de 1980 los aumentos fueron más moderados, pero en los 90 se popularizó aún más el hecho de viajar en avión y el despegue volvió a ser espectacular. En 1996, El Altet seguía haciéndose mayor y conoció una nueva y profunda reforma, que permitió atender a los nueve millones de pasajeros anuales que utilizaban sus instalaciones. Las cifras lo consolidaban entre los aeropuertos españoles con mayor tráfico. Para mejorar el embarque se instaló cinco pasarelas telescópicas y se habilitó un edificio para compañías, centro de operaciones y área de negocios. Otras grandes necesidades cubiertas fueron un aparcamiento y una plataforma de aviones de mayor capacidad.

Los mercados aéreos fueron liberalizándose, a nivel nacional y europeo. Esto, unido a la irrupción más tarde de las denominadas compañías de bajo coste ('low cost'), contribuyó al incremento de la llegada de más aviones y visitantes. Con todo ello, el aeropuerto de Alicante-Elche iba ocupando la privilegiada posición que le correspondía y hoy está entre los seis primeros aeropuertos de España, cerca de las dos grandes ciudades y de las potencias turísticas insulares.

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