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El equipo de jóvenes ingenieros de la UPV que ha desarrollado Hyperloop. :: lp
El tren bala valenciano cobra vida

El tren bala valenciano cobra vida

El vehículo del futuro diseñado por ingenieros de la UPV será probado en Los Ángeles

J. A. MARRAHÍ/J. BATISTA

Sábado, 8 de octubre 2016, 23:53

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El tren del futuro tiene sello valenciano y se llama Hyperloop. En enero, este sueño tecnológico de cinco ingenieros de la Universitat Politècnica (UPV) fue galardonado por la prestigiosa empresa norteamericana de aeronáutica espacial SpaceX. La industria está ahora dispuesta a probar el primer prototipo el próximo verano en sus instalaciones de Los Ángeles.

Hyperloop está a mitad camino entre tren, avión y bala. Se trata de un medio de transporte concebido para superar los 1.000 kilómetros por hora dentro de un tubo de acero que hace las veces de vía. «No es ciencia ficción. Nos basamos en tecnología ya existente que ahora juntamos con considerables ventajas respecto a los trenes ultrarrápidos que ya funcionan en Japón o China», describe Dani Orient, director del proyecto.

Los padres del ingenio idearon un sistema basado en la levitación de la cápsula dentro del tubo. Su proyecto se basa en conseguir que el tren «flote» desde la parte superior gracias al electromagnetismo. La gran diferencia respecto a los sistemas actuales más avanzados en este tipo de diseños es que el vehículo no patinaría en el vacío, sino que su sustentación llegaría desde el techo del tubo que lo canaliza. Enganchado por una energía invisible gracias a electroimanes incorporados al propio tren.

Segunda cuestión clave. ¿Cómo se impulsa? «En este caso nos basamos en los motores de un avión», resume Orient. Aeropropulsión. Con un potente motor, el ingenio toma aire en su avance y lo expulsa con gran fuerza por su parte trasera. Si a eso añadimos que el canal circular permite crear en su interior cierto nivel de vacío nos encontramos con unas velocidades asombrosas gracias a la ínfima resistencia.

Según han calculado, el invento reduce enormemente costes y emisiones. Por ejemplo, estiman que su construcción sería «entre cinco y diez veces más barata que el kilómetro de AVE». Y aproximadamente se produciría un ahorro del 30% respecto a los sistemas con plancha de aluminio que funciona como vía en los actuales sistemas de levitación magnética. Y más rapidez. Los trenes asiáticos de este tipo alcanzan los 500 kilómetros por hora y en Hyperloop el techo de velocidad en la teoría está fijado en 1.200 kilómetros por hora.

Camino de la financiación

La futura prueba en Los Ángeles está presupuestada en 100.000 euros. Gracias a empresas valencianas como Nagares, Istobal o Jesiva que apadrinan el sueño de los ingenieros de la UPV ya hay un tercio de esa cantidad asegurada. Algunas firmas colaboran con material y componentes. A través de la UPV o Hyperloop.com se abren vías para lograr la financiación. El objetivo de la prueba es pasar de la teoría a la realidad. La cápsula se lanzará con un muñeco por un tubo de un kilómetro con el reto de alcanzar los 300 kilómetros por hora.

Hyperloop captó todas las miradas en la cumbre Internacional del Ferrocarril que se celebró en Viena. Knut Sauer, vicepresidente de desarrollo, pronosticó que los viajes «serán significativamente más baratos que viajar en avión dentro del mismo continente». Este tren bala ha sido impulsado por Elon Musk, fundador de la empresa aeroespacial SpaceX.

El grupo valenciano está conformado por ingenieros aeronáuticos e industriales de entre 23 y 26 años. Son Ángel Benedicto, Daniel Orient, David Pistoni, Germán Torres, Juan Vicén y el profesor Vicente Dolz. Forman parte de Generación Espontánea, iniciativa de la UPV que busca incentivar la participación en este tipo de proyectos.

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