Cheste y Chiva buscan nuevos pozos de riego en Gestalgar para mitigar la dura sequía

La Comunidad de Regantes Aguas de Cheste-Chiva está buscando masas de agua subterránea donde sea factible perforar nuevos pozos, puesto que los que utilizan ahora están acusando seriamente la grave sequía y ha menguado de forma considerable su caudal, temiéndose que puedan quedar totalmente secos en poco tiempo.

Las investigaciones hidrogeológicas se están realizando en la parte noroeste del término y parece ser que lo más seguro será recurrir a perforar en el municipio vecino de Gestalgar, para lo que ya cuentan con los permisos y el asesoramiento de la Confederación Hidrográfica del Júcar, que es el organismo competente en esta materia.

La prolongada ausencia de lluvias empieza a pasar las primeras facturas preocupantes en algunas zonas de la geografía valenciana, especialmente donde no se cuenta con la posibilidad de recurrir a reservas de embalses, que todavía resisten con volúmenes apreciables, y se depende de acuíferos poco destacados que, naturalmente, son los primeros en acusar la prologada ausencia de recarga por falta de precipitaciones.

En esta situación se encuentra una amplia franja de territorio en la parte central de la provincia de Valencia que abarca, entre otros, los municipios de Turís, Montroy, Real de Montroy, Montserrat, Godelleta, Chiva y Cheste. Son además términos municipales en los que predomina la agricultura y donde en las últimas décadas se ha efectuado una fuerte transformación a cultivos de regadío, a fin de aprovechar la benignidad de su clima.

En buena medida se ha dado en estos casos, como en otros similares de pueblos en zonas intermedias, un traslado de parte de la agricultura de regadío que antes se ubicaba más cerca del litoral, donde mucha de la vieja superficie agraria ha sido ocupada por el fuerte desarrollo urbanístico e industrial.

Sin embargo, la expansión del regadío agrícola en nuevas áreas hacia el interior no estuvo siempre acompañada de la suficiente dotación de agua, ni contó con el necesario apoyo para recomponer dotaciones y poder garantizar el suministro hídrico. Lo que se hizo fue ir creciendo sobre la marcha: se perforaban nuevos pozos y alrededor se iba extendiendo el riego y el consiguiente cambio de cultivos; se abandonaban vides, algarrobos y almendros y se ponían naranjos, frutales, hortalizas... o se regaba la viña, el almendro y el olivo para mejorar su rendimiento.

Godelleta es otra de las poblaciones que se encuentra en igual tesitura. El nivel del agua está cayendo de forma alarmante en los pozos disponibles y los agricultores temen que no puedan acabar el actual ciclo de cultivo; lo más seguro es que no se llegue al otoño, por lo que han pedido socorro a la Administración. En este caso, la alternativa posible es buscar nuevos pozos hacia la sierra Pedrenchiza y la plana de Valencia. No hay otra posibilidad viable, los recursos fluviales quedan lejos, y en el caso de Cheste-Chiva, más cerca del Turia, la Confederación ya ha dicho que no permite que se pueda coger más caudal del río, que ya está en situación precaria. Sólo cabe recurrir al acuífero de Gestalgar.

Mientras, en el Júcar se vive la paradoja de que usuarios del Vinalopó rechacen el trasvase desde el azud de la Marquesa, cuyos recursos ya quisieran al precio que fuera los agricultores de Godelleta o Cheste.