Veinte minutos para el olvido de Gayà
El capitán cometió un error de marca en el gol de Osasuna y luego fue expulsado. «Pido disculpas. Estoy dolido por haber tirado el brazalete, ha sido gesto de rabia, espero que no se malinterprete», dice el capitán tras ver la roja
No fue la mejor tarde para José Luis Gayà. El capitán del Valencia afrontaba un partido especial para él, puesto que el de El Sadar ... era el encuentro número 313 que disputaba con la camiseta blanquinegra en Liga. Una cifra que le permite igualar a Miguel Ángel Angulo en ese particular ranking histórico, colocándose como el quinto jugador del Valencia con más apariciones en el campeonato nacional. Manuel Mestre (323), David Albelda (352), Ricardo Arias (377) y Fernando Gómez Colomer (420) ocupan los cuatro primeros puestos en esta faceta, por lo que es probable que el lateral zurdo alcance a Mestre en la presente temporada. Pero tardará un poco más de lo esperado, ya que la tarde en Pamplona se volvió aciaga, y duró apenas veinte minutos. Una roja directa terminó con su partido.
El de Pedreguer firmó una de sus peores actuaciones como profesional, algo completamente impropio de un jugador de su talla y de su experiencia. Primero, se equivocó en la marca por su flanco izquierdo, dejando que Valentin Rosier —que todo sea dicho, hizo un partidazo— llegara a línea de fondo completamente solo a por un balón que parecía que se marchaba fuera pero no. El carrilero de Osasuna pudo sacar un centro sin oposición que culminó Ante Budimir con un contundente cabezazo para abrir la lata, un gol que a la postre fue suficiente para que el conjunto rojillo se llevara los tres puntos.
El propio Gayà se vio notablemente frustrado por su error en el marcaje, haciendo aspavientos y gesticulando de la rabia. Osasuna había empezado como un tiro, con ese costado derecho de su ataque siendo uno de los principales argumentos ofensivos. Entre Rosier y el eléctrico Víctor Muñoz, el Valencia sufría por el costado de Gayà, que pocos minutos después, cometió un error completamente impropio de un jugador de su calidad. El capitán del Valencia no tuvo ante Osasuna su día ya que fue expulsado al darle una patada a Víctor Muñoz y dejando a su equipo con diez jugadores. En un córner a favor del Valencia, el despeje de Osasuna llegó hasta el centro del campo, donde el de Pedreguer actuaba como cierre. Al recular, se vio presionado por el extremo de Osasuna, y en su intento por ceder atrás hacia Julen Agirrezabala, terminó golpeando levemente el balón con su pie de apoyo antes de intentar el pase que quería hacer con su zurda. El desplazamiento de balón impreciso dejaba solo ante el portero a Víctor Muñoz, por lo que Gayà, en un acto reflejo, derribó al delantero rojillo para evitar una ocasión de peligro.
Gil Manzano —ahora conocido como Jesús Gil tras el cambio de la Liga de llamar a los árbitros por nombre y apellido— lo vio claro y sacó la cartulina roja directa, ya que el lateral del Valencia, siendo último hombre, había derribado a un atacante que estaba ante una clara ocasión de gol. Apenas se protestó la expulsión. Todos, incluido el propio Gayà, sabían que era justa. Había que asumir el error y ya está. El de Pedreguer, fruto de la rabia y la frustración de haber cometido un grave error que perjudicaba a su equipo dejándolo con uno menos, se tenía que retirar el brazalete de capitán al abandonar el terreno de juego, y llegó a lanzarlo con rabia contra el césped.
«Pido disculpas por la acción de la roja, y a los mil aficionados que no han podido disfrutar del partido por ello. El partido está condicionado por ella. Estoy dolido por la acción de haber tirado el brazalete. Luego lo he recogido, espero que no se malinterprete, ha sido gesto de rabia», dijo el capitán tras el partido. Gayà, que cumplió el pasado 25 de mayo los 30 años, nunca ha vestido una camiseta diferente a la del Valencia. El de Pedreguer llegó con once años a la Ciudad Deportiva de Paterna y, en 2022, en otra de esas temporadas convulsas, firmó su última renovación hasta 2027. «Para toda la vida», dijo. El capitán está cerca de convertirse en uno de esos 'one club man', una rara avis en la actualidad, pero bien es cierto que su rendimiento ha bajado últimamente. De hecho, su valor de mercado ha bajado desde el máximo de 50 millones de euros de 2019 hasta los 9 'kilos' de la actualidad. Este próximo viernes, estará sancionado ante el Getafe.
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