El Valencia repite la mala tendencia defensiva en los inicios de Liga
El equipo de Carlos Corberán ha encajado goles en tres de los partidos disputados, en unos episodios que se suceden desde la temporada 2022-23
Tener y mostrar mimbres defensivos, de los consistentes y de máxima fiabilidad, es una de las virtudes que suelen llevar al éxito a distintos equipos, ... más en una Primera División donde hasta el más mínimo error penaliza. A lo largo de los tiempos hubo en Mestalla grandes planteles que potenciaron esa primera línea de juego, sea desde el apartado individual con jugadores de renombre como Ayala, Marchena… o bien por el buen hacer del colectivo. Pero poco a poco esa balanza se ha ido desequilibrando y lo que antes era un motivo para presumir ahora, cuando menos, evidencia que existe un amplio margen de mejora. Por ello, después de ver el presente arranque liguero del Valencia CF, una de las facetas que invita a dar un paso más respecto al acierto y jerarquía es la de la labor de la defensa.
Los números defensivos que contemplan actualmente a los blanquinegros son sobradamente conocidos. Los seis tantos encajados en el Johan Cruyff hacen mella y son un peso extra a cargar en la mochila. Se añaden a los ya encajados contra la Real Sociedad y Osasuna, que incrementan el cómputo total a ocho dianas en contra. Una media que se incrementa tras la jornada del pasado domingo, pero que denota que la sequía atrás no termina de establecerse. En la única ocasión que el Valencia mantuvo invicta su portería fue en el triunfo holgado frente al Getafe, con un resultado final de 3-0.
Los de Corberán han evidenciado, tal y como se manifestase ya durante el periodo estival, que la línea defensiva todavía debe de seguir acoplando sus piezas y madurar más. Las marchas de Giorgi Mamardashvili y de Mosquera, dos pesos pesados en el vestuario y a nivel sobre todo deportivo, no son fáciles de suplir con garantías. Y aunque Julen Agirrezabala y Copete han entrado con el pie derecho y van poco a poco dejando huella, aún no han culminado ese asentamiento que garantice la mejor de las aclimataciones. De hecho, en ese único triunfo, el central no fue de la partida inicial y en su regreso a los esquemas principales, con una defensa impar ante el Barcelona, el castigo se multiplicó con esa media docena de goles recibida. En ella, no tuvo influencia directa Copete. Fue una mera anécdota. Aunque tanto él como el guardameta valencianista salieron señalados en la fotografía de alguno de los goles ante falta de contundencia en alguna acción.
Para el Valencia encajar goles en estas jornadas que inauguran el calendario se ha ido convirtiendo en algo habitual. Esa dinámica o tendencia se ha venido sucediendo más recientemente. Ahora han sido tres de cuatro encuentros recogiendo el balón del fondo de las mallas. Desde la temporada 2022-23, la historia se ha repetido, incluso en algún caso no logrando mantener la meta a cero en ningún match.
En ese citado curso de hace cuatro años, Gattuso estaba el mando. Ante el Girona, en Mestalla, se consolidó un triunfo por la mínima. El 1-0 aventuraba empezar con paso firme. Sin embargo, ya no sería hasta la sexta jornada cuando de nuevo los valencianistas se mantuvieran férreos atrás.
Lo mismo, pero ya con Rubén Baraja al frente, se vivió en el campeonato 2023-24. Tras comenzar con triunfo en el Sánchez Pizjuán, pero con 1-2 en el electrónico, la primera prueba en Mestalla se saldó con un triunfo ajustado por 1-0 ante Las Palmas. Después se experimentó el sabor amargo del fútbol con dos derrotas contra Osasuna y Alavés y ya no sería hasta la quinta jornada cuando de nuevo el Valencia firmara otro cero en contra.
El precedente más negativo es precisamente el más reciente. Hace apenas un año, cinco fueron los partidos de Liga donde el Valencia fue encadenando goles uno detrás de otro. Nuevamente con el Girona como rival se puso el cerrojo.
Las estadísticas más positivas, al menos en la era más contemporánea, llevaron la rúbrica de Bordalás. Con el alicantino en el banquillo, el conjunto con sede en Mestalla supo plantar más guerra a sus contrincantes. En ese ciclo entre las jornadas 1 y 4 a nivel doméstico, en un par se hizo fuerte atrás. Ambas coincidieron casualmente con las dos primeras pruebas en casa, donde se fue generando un fortín.
Por ello, ahora el Valencia debe seguir ese camino, si bien el duelo ante el Athletic Club, un rival de Champions League, invita a elevar el listón defensivo y ver el verdadero nivel que pueden llegar a ofrecer estos protagonistas en la zaga.
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