Mustafi: «Este Valencia nunca se cae a tierra»

«Es difícil vencer a quien nunca se rinde». Este mantra, que rotula vallas y paredes de la ciudad deportiva de Paterna y del estadio de Mestalla, ha calado de tal forma en la plantilla de Nuno que la bajada de brazos no existe en el manual de cada día. En temporadas anteriores, en las que el Valencia ha transitado con la crisis de identidad como tarjeta de visita, el partido del Vicente Calderón se hubiera solventado con lo que pudo ser y no fue. Una derrota por la mínima o la sentencia a cinco minutos del final por la falta de ganas para morder.

Shkodran Mustafi, campeón del mundo en Brasil, se desayuna cada día con aquella frase mítica de Lineker que decía que el fútbol es un deporte simple, con 22 hombres detrás del balón durante 90 minutos y donde al final siempre gana Alemania. El espíritu de la victoria, o la no derrota como mal menor, es el leit motiv de Mustafi cada vez que salta al terreno de juego.

A poco más de diez minutos del final, el central fue el más listo de la clase para cabecear a gol un balón que entre el fallo de Moyà y el larguero salió escupido para darle una segunda oportunidad al Valencia. Hay momentos que todo se ciñe a la fe. A la creencia de ser invencible. «Creo que hay partidos que si ves que no puedes ganar lo importante es no perder». La reflexión, propia de un veterano, la lanzó Mustafi -22 años- en el AVE de vuelta de Madrid a Valencia. El gen teutón inyecta el paso firme en cada decisión. El defensa central defendió que el Valencia, pese al gol en contra en el Calderón siempre estuvo metido: «Después del uno a cero de ellos nunca hemos dejado de estar dentro del partido. Porque aunque el rival marque siempre sabemos que estamos en disposición de meter un gol nosotros también».

La confianza hace no caer en la desesperación. La pausa, el trabajo y la paciencia son el principal aliado de un Valencia que sabe que, tarde o temprano, la oportunidad siempre llegará en el área rival para poder enmendar la adversidad. Es el plus que el conjunto de Nuno ha sumado a la causa para esta temporada. Una fortaleza vital para superar la tormenta.

«El punto en el Calderón ha sido muy importante. Hemos iniciado muy bien el partido y el último tramo también lo hemos jugado para sacar algo positivo. La verdad es que hubiera sido un pecado volver a Valencia sin puntos», señaló el goleador todavía con la adrenalina burbujeando tras el importantísimo empate en el Calderón.

Pero la máxima de la invencibilidad es como un virus que cada vez bombea con mayor fuerza por las venas de la plantilla. Donde nadie se siente más importante que el compañero y en la que la solidez del grupo es la mayor virtud del Valencia. «Este equipo nunca cae a tierra. Siempre estamos en el partido». La sentencia de Mustafi es el plus que ha logrado el grupo con el horizonte del final de la competición cada vez más cerca.

La mentalidad ganadora, donde la posible derrota se venderá cara, es el pedestal desde el que el Valencia afronta la recta final pero sin perder el objetivo de que la Champions es la meta. «Para nosotros es importante estar donde estamos. Primero hacerlo bien, y luego ya veremos adónde llegamos», apunta Mustafi, que traslada a los rivales del Valencia el mensaje de que quien quiera derrotar a los de Nuno tendrá que correr y pelear por encima de sus posibilidades.

Mustafi, aunque es consciente de que su labor en el equipo es evitar más que marcar goles, está contento por la cuenta que lleva esta temporada. Con el de Madrid, son ya cuatro tantos en Liga, lo que le convierte en uno de los máximos goleadores del equipo tras Parejo, Piatti y Alcácer.

El empate en el campo del Atlético, que sigue al paso que marca la diferencia de un punto en la clasificación, se celebró con la satisfacción contenida que lo merecía: «No hemos hecho una fiesta porque no nos hemos llevado a Valencia los tres puntos. Pero hemos salvado el partido».

Gratitud a la afición

El alemán no estará ante el Deportivo por acumulación de amonestaciones. «Mestalla responderá como siempre. Nuestro campo siempre está lleno. Necesitamos a nuestros aficionados y ellos a nosotros», apunta Mustafi, que asegura que nunca dudó de su fichaje por el Valencia: «Vi que todo el mundo iba a una. El equipo, el director deportivo, el presidente, el técnico. Había un plan y eso es importante para el jugador. Lo hace todo más fácil». El jugador, que se ha integrado perfectamente en la ciudad, tiene la playa como uno de sus rincones favoritos: «Cuando no me entreno, siempre es bueno tener la mente despejada». Una cabeza que es oro.