Ribarroja no paralizará el PAI hasta que el club tenga un acuerdo con los bancos
Además, el Ayuntamiento exige que haya un acuerdo entre el Valencia y los propietarios del suelo
M. RODRÍGUEZ
Lunes, 28 de julio 2014, 21:30
Ribarroja sigue pendiente del Valencia. El Ayuntamiento tiene en sus manos el último eslabón de la cadena que ha de inmovilizar la 'contingencia Porchinos'. Si las buenas predicciones de Amadeo Salvo se cumplen, el Consistorio convocará un pleno en el que acordará la paralización durante dos años del PAI que prevé la ciudad deportiva y unas 2.000 viviendas.
A día de hoy, esa sesión plenaria no tiene fecha. Ribarroja sigue esperando que el Valencia acepte el convenio que el Ayuntamiento le remitió la semana pasada. El actual equipo de gobierno municipal está por ir de la mano del club. Pero para ello, la entidad presidida por Salvo ha de cumplir unos mínimos.
Uno de ellos es certificar por escrito que la ciudad deportiva se hará en Porchinos. Además, el Ayuntamiento exige, antes de convocar el pleno, que haya un acuerdo entre el Valencia y los propietarios del suelo. Principalmente con los tres bancos que poseen la mayoría de los terrenos. Si ellos no certifican que aceptan la paralización del PAI durante dos años, el Consistorio -donde gobierna el PP con mayoría absoluta- tampoco la aprobará.
Las conversaciones entre Salvo y los tres bancos, de este modo, son cruciales. El Valencia negocia en estos momentos con las entidades la posible paralización y -aquí radica la gran dificultad-, qué ocurrirá si el Supremo anula el PAI: en ese caso, unos terrenos que se adquirieron como urbanizables, quedarían degradados a suelo agrícola. La diferencia de valor se estima (según los abogados de Meriton) en 101 millones, por lo que prever este posible escenario no es una nimiedad.
El Ayuntamiento también pide al club que acepte la devolución del dinero que se ha cobrado por la denominada cuota cero. Es una medida que parece lógica, teniendo en cuenta que el PAI de Porchinos va a estar paralizado al menos dos años.
En ese tiempo, se habrá producido la sentencia del Supremo: puede respaldar la tesis del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y anular el PAI, fallar en sentido contrario, o imponer una serie de modificaciones para volver a darle luz verde (como espera el Ayuntamiento).