Más donde elegir pero con dudas en defensa
Corberán presume de que el Valencia 2025-26 ha logrado reunir una plantilla compensada| El fichaje de Lucas Beltrán enfría la esperanza que tenían los aficionados de que el equipo logre por fin aspirar a plaza europea
Agirrezabala por Mamardashvili; Copete por Mosquera; Comert por Caufriez; Santamaría por Barrenechea; Ugrinic por Hugo Guillamón; Danjuma por Germán Valera; Ramazani por Fran Pérez y ... Canós; Raba por Rafa Mir, y el recién aterrizado Lucas Beltrán por Dani Gómez. En esta comparativa aún faltaría por ajuste el caso del recuperado Diakhaby por el canterano Yarek, mientras que Alberto Marí llegó a estar el curso pasado las tres primeras jornadas convocado y hasta jugó 6 minutos y en esta ni tuvo dorsal. ¿Tiene o no tiene de verdad el Valencia 2025-26 mejor plantilla que la que inició la temporada 2024-25? ¿Ha dejado Peter Lim de asfixiar deportivamente al Valencia o ha apostado por potenciar de una vez por todas al equipo? ¿Y es mejor esta plantilla que le ha quedado a Carlos Corberán que la que terminó la campaña pasada con las incorporaciones de invierno de Aarons, Sadiq e Iván Jaime? Una más, la última: ¿está realmente este Valencia capacitado para luchar para colarse en competición europea que es lo que realmente quieren los aficionados de Mestalla o los ánimos son de evitar dramas y cumplir sin más en aguas tranquilas?
Es más que probable que después del 3-0 contra el Getafe, muchas de las posibles respuestas de los propios aficionados fueran cargadas de un intento de optimismo, pero ahora que ya han pasado los días y se ha cerrado definitivamente el mercado, quizás las reflexiones, ya más en frío, cogen algo más de tibieza. Porque desde luego lo de Sadiq ha dolido y la herida, por ser más reciente, llevará bastantes semanas de cura.
Le queda al aficionado de a pie esa sensación de que el Valencia ha dejado escapar una buena oportunidad para despejar males y cambiar el rumbo de los acontecimientos. Incluso que no ha sabido desenvolverse en las semanas clave en una cuestión de tanta importancia como la del delantero centro, ese futbolista que popularmente hablando suele ser una clara referencia. Y más tratándose de una cuestión que afectaba a Sadiq, que en 16 partidos fue capaz con su peculiar estilo de meterse a la grada en el bolsillo (y al entrenador también con sus cinco goles). Estratégicamente, le va a costar a Ron Gourlay eliminar las dudas que quedan sobre la gestión que ha llevado en el intento valencianista de hacerse con el nigeriano. Por mucho que la Real haya jugado a su manera las bazas negociadoras y por mucho que el Valencia hubiera llegado hasta esos cuatro millones de oferta más otro pellizco para comprar al delantero.
Lucas Beltrán no es Sadiq. Lo admitió hasta el propio Gourlay públicamente en el mismo momento en el que se cerró el mercado. Y eso puede pasar factura si el argentino no consigue alimentar la cuenta anotadora como bien necesita el Valencia. Siete futbolistas llegaron el verano pasado. Ocho este, más la vuelta de Comert. El Valencia se ha ventilado a uno de los grandes fiascos de la dirección deportiva como Cenk (5 millones costó), un canterano como Guillamón con casi veinte años de pertenencia a la causa y un Canós que dio en su día que hablar por los 250.000 euros que se abonaron y que tampoco quería esta vez Corberán en su plantilla.
Algo más de diez millones ha invertido el Valencia entre fichajes y pagos por préstamo. Tres cedidos, dos libres y tres contrataciones con traspaso incluido. Ese es el balance de un trabajo de dirección deportiva que han llevado al unísono Corona y Gourlay, con la fortuna para el director deportivo que ahora todos los focos se los lleva el escocés, que ya sabe desde el primer amistoso en la ciudad deportiva cómo está de hostil el ambiente de la grada con Meriton. El valor de mercado de la plantilla actual, según las cotizaciones de una de las páginas web especializadas, está por debajo que la del año pasado, aunque eso no es especialmente sintomático si la cosa funciona.
Corberán ha sido el primero en romper una lanza en favor de la composición de la actual plantilla. Lo hizo nada más terminar el duelo contra el Getafe el viernes pasado. Una y otra vez, el técnico quiso lanzar el mensaje de que este año tiene más opciones donde elegir. Más banquillo, por decirlo de alguna manera. Si da o no para engancharse a Europa es algo que todavía se le resiste al de Cheste. Habrá que ver además qué dice de Lucas Beltrán y de la no llegada de Sadiq.
Al menos, lo que ha quedado claro es que con los jugadores que componen la faceta ofensiva, parece evidente que se pueden hacer más combinaciones que el año pasado. Danjuma, por ejemplo, puede jugar por ambas bandas, de mediapunta y hasta de delantero centro como hizo en Pamplona, y que la llegada de Ramazani puede liberar a Rioja de la banda derecha y permitir desplazarlo al lado contrario, lo que aliviaría también a Diego López. Avisó de hecho Corberán de que va a ser un Valencia con cambios habituales en el once, lo que no afectará en su opinión al rendimiento. Otra cosa es el centro de la defensa, que es quizás donde más dudas parecen existir.
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