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EFE

Valencia CF: bronco, liguero y ganador

El Valencia se impone al Sevilla y ya está a tres puntos de la Champions

Toni Calero

Valencia

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Domingo, 31 de marzo 2019

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El Sevilla FC recibe esta tarde al Valencia CF para disputar el partido correspondiente a la jornada 29 de LaLiga, a las 16:15 horas en el Sánchez Pizjuán.

Once de Marcelino García Toral: Neto, Wass, Garay, Gabriel Paulista, Gayà, Carlos Soler, Parejo, Kondogbia, Guedes, Rodrigo Moreno y Gameiro.

Once del técnico local, Joaquín Caparrós: Javi Díaz, Amadou, Carriço, Ben Yedder, Banega, Wober, Gonalons, Jesús Navas, Munir, Promes y Mercado.

Sigue minuto a minuto el partido de LaLiga en lasprovincias.es.

LA PREVIA de J.C. Valldecabres

Acaben la paella tranquilos y no tengan prisa por poner la televisión o seguir la retransmisión que hace on line LAS PROVINCIAS en su web. Sólo así se disfrutará de una agradable tarde de domingo y evitará el lector que el estómago se le revuelva y acabe echando mano de la sal de frutas. Un Sevilla-Valencia es para tomárselo con mucha calma si no quiere uno terminar la semana enfadado con el mundo y renegando del fútbol y de los desajustes que todavía tiene el VAR. El Pizjuán trae buenos recuerdos, eso es innegable: a nadie se le puede olvidar el título cazado allí en 2004. Pero por mucho que pese en la balanza un campeonato de Liga, es aplastante la larga lista de disgustos que se han producido en Nervión y siempre con los mismos ingredientes: un árbitro que se deja engullir por el ambiente; un futbolista local que echa mano de la picaresca y del teatrillo falsete; una agresión que la ven todos menos quien tiene que verla; un jugador del Valencia que peca de infantil, y una tarjeta roja que luce con todo su esplendor haciendo añicos toda la trabajada planificación de la semana... Y cuando nada de eso sucede, pues imaginen un penalti fallado (Banega en la 2011-12); un gol en propia puerta: Víctor Ruiz en la Copa de 2012 y Garay en 2016; o un tanto casi decisivo de M'Bia en descarado fuera de juego (2-0 en la ida de la famosa semifinal de la Europa League de 2014). Por eso hay que entender que un Sevilla-Valencia se sabe con la tensión que empieza pero se desconoce qué factor hará que unos y otros acaben casi a mamporros sobre el terreno de juego.

Los dos equipos ponen en juego esta tarde algo más que la pelea por la Europa League. Nadie pierde de vista el pinchazo del Getafe de ayer. Eso sí, todos son conscientes de la enemistad que en los últimos años ha ido creciendo entre ambos clubes, ejemplo que ha querido copiar en una versión 3.0 el Getafe.

Por arrancar la historia en algún punto y sin olvidar que allí fue donde dos entrenadores del Valencia perdieron la cabeza (Quique en 2007 y Nuno en 2015), no son pocas las veces que el Valencia ha empezado el partido del Pizjuán con once y lo ha acabado con diez o incluso con nueve. En aquella primera jornada de la segunda vuelta de la 2009-10, Pérez Lasa se zampó la segunda amarilla a Zokora (tocó el balón con la mano en la primera mitad) y no vio la patada (tacos incluidos) de Palop a David Villa: era expulsión y penalti (acabó 2-1). Emery, entonces entrenador, empezó a sufrir en sus propias carnes lo que iba a ser este tipo de encuentros tan peculiares. El año siguiente pasó algo parecido. Fue con Iturralde González como colegiado. Echó en el 26' a Topal con roja por una disputa con Cáceres. «El árbitro se ha equivocado», dijo Emery.

En la 2011-12, Aduriz pagó la novatada. Entre Spahic y Fernando Navarro la liaron parda y el delantero pecó de inocente devolviendo la patada. Muñiz Fernández lo expulsó (70'). Ganaron los andaluces (1-0). La cosa no termina ahí. En la siguiente (4-3), el Valencia se quedó fuera de la Champions en esa última jornada porque Clos Gómez sacó roja directa a Jonas (44') por un supuesto codazo a Alberto Moreno. Además, se tragó un penalti a Soldado.

En la 2013-14, cómo no, el Valencia tampoco acabó con once el partido (0-0). Álvarez Izquierdo ventiló el asunto a los cuatro minutos de la segunda mitad al echar a Ricardo Costa con la segunda amarilla.

El récord de 'desgracias' lo tuvo por así decirlo al año siguiente Rodrigo de Paul. El argentino nunca olvidará su debú en la liga española. Primera jornada, minutos dos. Roja y a la calle. Del Cerro ni se lo pensó. El valencianista fue esta vez el que cometió el error: soltó el codo a Aleix Vidal. Cuatro partidos de sanción le cayeron al argentino. Allí en la temporada siguiente se fue al paro Nuno (1-0). Cancelo y Javi Fuego fueron expulsado por dos amarillas (34' y 77' respectivamente). Sólo los dos goles de Rodrigo la temporada pasada permiten pensar en positivo.

De la puerta de cada vestuario que Marcelino y sus futbolistas visitan esta temporada cuelga un cartel definitorio: preparados para sufrir. El corazón de los valencianistas se ha ido acostumbrando a los acelerones, probablemente peligrosos pero siempre mejores, no hay duda, de un pecho que no late porque no tiene con qué. En el Sánchez Pizjuán nadie salió con las pulsaciones más disparadas que Juan Díaz, ese portero de 21 años por primera vez delante de 40.000 personas y una decena de internacionales con ganas de hacerle pagar la novatada. Al Valencia tampoco le sentaron demasiado bien los acordes del Arrebato, pero la personalidad de un equipo se mide a noventa minutos y el cara a cara por la Champions con el Sevilla cayó del lado visitante. Quizás por detalles, sí, pero fueron constantes las diferencias entre un proyecto que ha rescatado al director deportivo para ocuparse del banquillo y otro que acumula dos meses sin perder un partido: Caparrós se llevó el tremendo apoyo del sevillismo y Marcelino, los puntos.

Es difícil no tambalearse en la escalera de la Liga con la final de Copa del Rey y la guinda del centenario entre ceja y ceja, pero van pasando las jornadas y el Valencia no hace otra cosa que recortar. Este fin de semana es pura gloria para el equipo blanquinegro. Ganó para alcanzar al Sevilla después de conocer las derrotas de Getafe y Alavés o el empate del Betis. El Valencia ha sujetado los nervios mejor que ninguno para meterse por primera vez esta temporada en posiciones europeas y ver la Champions a sólo tres puntos, apenas un mordisquito teniendo en cuenta que el Sevilla salió de la ida en Mestalla con diez de ventaja. Ahora la bajada del tobogán es para el Valencia, cuyo triunfo en Sevilla tampoco le va a dar para muchos días de carpe diem porque el miércoles por la noche se ve con el Real Madrid.

La tregua de las selecciones quedó ya enterrada y las próximas semanas son de auténtica locura. Así, no había mejor método de iniciar el tramo que clavándole el aguijón a un rival directo. Marcelino demostró no tener mucho tiempo para pensar en lo que está por llegar. Plantó sobre el verde del Pizjuán el mejor once posible, el que cualquier aficionado recitaría como predilecto horas antes de la final contra el Barcelona. El regreso de Neto y Garay, de nuevo la dupla Parejo-Kondogbia, esas bandas formadas por Soler y Guedes con Rodrigo y Gameiro en ataque. Montañas de categoría ante un Sevilla inacabado. Si ponían el fútbol Jesús Navas, Banega y Ben Yedder se encogía el Valencia; si la pelota merodeaba el área de Díaz, Wober o Amadou sufría el Pizjuán. Caparrós quiere correr mucho para salvar la campaña de Machín y su 3-5-2 pero el fútbol nunca aparece de la nada salvo en los chispazos de talentos especiales.

Al Valencia no se le ocurrió probar al guardameta del filial sevillista para comprobar si por ese flanco había posibilidades de golpear. Rodrigo tocó su primer balón en el minuto diez y la falta botada por Parejo, acercamiento iniciático de los blanquinegros, no cogió portería. Entre tantas imprecisiones hizo acto de presencia Carlos Soler, liberado con la sub-21 y en Sevilla brillante durante la primera mitad. En un partido de tú a tú, era el Valencia quien conseguía dejar una mayor sensación de peligro. Perdonaron tantos los jugadores ofensivos de Marcelino que Promes rozó un tanto que tumbó Neto, grande de principio a fin.

Todo cuanto había dejado el primer asalto se resumía en la adrenalina propia de los Sevilla-Valencia y esos golpes imperfectos en las dos áreas hasta el vuelo de Gayà por la torpe entrada de Banega. El tiro desde los once metros, en botas de Parejo, suponía un seguro de vida para el Valencia. Zarpazo y adiós. El árbitro mandó a los futbolistas al vestuario poco después del 0-1, una exigua renta para el equipo de Marcelino teniendo en cuenta la trayectoria de esta temporada. En el descanso, por cierto, se despidió Guedes del encuentro por su nula eficiencia en ataque y las escasas ayudas que prestó a Gayà en la tarea de defender a Jesús Navas.

El gol obligaba al Sevilla a jugar a contracorriente y Caparrós pensó en 'Mudo' Vázquez, el futbolista que cambiaría el escenario del partido. Con el argentino fue el Sevilla un equipo más inteligente y vertical. Al Valencia le echó hacia atrás el hambre del rival y la grada. Tan atrás que los centrales se alineaban pocos metros por delante de Neto. Un peligro constante con Marcelino resoplando, voz en grito para advertir a Cheryshev, Soler y Ferran que no olvidaran ni por un instante las marcas de los hombres de banda del Sevilla. La segunda mitad fue un monopolio local (del 53% de la posesión pasó al 67%) con el Valencia sintiéndose cómodo únicamente en un par de momentos. Por ejemplo, en el contragolpe creado en la izquierda que Gameiro decidió finiquitar mandando el balón al larguero. En pleno vendaval sevillista, Wass, Garay, Paulista y Gayà dejaron el fútbol para convertirse en jugadores de frontón. Decenas de despejes al límite para evitar el remate final de Vázquez, Munir y Ben Yedder.

No le hacía ninguna falta más pimienta al encuentro, pero sí hubo sobredosis. González González anuló un tanto del Sevilla por fuera de juego y no decretó penalti en la última acción del choque tras consultar con el VAR. Hasta la resolución arbitral pasaron segundos interminables para Marcelino y sus jugadores, a los que un empate (el guión de partido de Leganés) hubiera supuesto un tremendo revés en plena escalada. Con la bronca del Pizjuán a los colegiados dio por concluida una batalla decisiva por la Champions. El Valencia vuelve a tener dos vías abiertas para repetir el año que viene en Liga de Campeones.

Sevilla FC

Javi Díaz; Jesús Navas, Mercado (Sergi Gómez, m.26), Carriço, Wöber; Banega, Gonalons, Amadou (Franco Vázquez, m.46), Promes (Bryan Gil, m.67); Ben Yedder y Munir

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Valencia CF

Neto; Wass, Garay, Gabriel Paulista, Gayà; Soler (Ferrán, m.79), Parejo, Kondogbia, Guedes (Cheryshev, m.46); Rodrigo, Gameiro (Santi Mina, m.75)

  • GOLES: 0-1, M.46+: Parejo, de penalti

  • ÁRBITRO: José Luis González González (C. Castellanoleonés). Amonestó a los locales Munir (m.58), Franco Vázquez (m.72) y Banega (m.90), y al visitante Wass (m.91)

  • INCIDENCIAS: Partido de la vigésima novena jornada de LaLiga Santander, disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante 38.450 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Manuel Borrero 'Chacón', exjugador local entre 1968 y 1974. Estuvieron en el palco el exvalencianista Juan Cruz Sol y los exsevillistas Manolo Cardo, Enrique Lora y el uruguayo Ernesto Javier Chevantón

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