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Una estación a punto de perder el Norte
La joya modernista de Valencia, convertida hoy en 'escaparate', ha perdido en más de tres décadas piezas emblemáticas como el reloj y las puertas originales
Erika Manso Casillas
Valencia
Martes, 26 de agosto 2025, 00:36
Una de las estaciones ferroviarias modernistas más importantes de España vio la luz hace un siglo: la Estación del Norte. Hoy, muchas de sus ... piezas más características ya no están, perdidas en los avatares de cien años convulsos. Ahora parece que el edificio es algo más que un monumento histórico: más bien se ha trasformado en espacio de ocio. Tenderetes con fines publicitarios, 'stands' de maquillaje y tiovivos para niños en la zona exterior de la terminal, en esto ha quedado. Lo que se ha considerado durante años un hito en la arquitectura valenciana de principios del siglo XX y un bien de interés cultural imprescindible para cualquier visitante ha quedado reducido a un segundo plano que prioriza la funcionalidad sobre la estética. Uno de los elementos que no ha mantenido su aspecto original es el reloj principal de la estación. La pieza presidía el espacio con un rótulo a su alrededor en el que con tipografía de estilo modernista se leía 'Caminos de Hierro del Norte'. Se trata de la compañía ferroviaria española que más tarde, en el año 1945, fue nacionalizada y pasó a formar parte de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (Renfe).
El rótulo se eliminó a finales de los años 90, durante una restauración minoritaria y lo reemplazaron por un rótulo en la parte inferior del reloj donde se especificaba el nombre del edificio: 'Estació del Nord'. Del mismo modo, la caja original del reloj también ha pasado por diversos cambios. El diseño inicial contaba con la presencia tanto de números romanos como números ordinales.
Con el paso del tiempo la caja del reloj se restauró de nuevo y pasó a mostrar tan sólo números ordinales, pero más tarde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) volvió a modificar el reloj e incorporó números romanos. Devolvía así a la histórica pieza un toque de lo que un día fue. Finalmente, el último cambio que sufrió el reloj fue en el año 2021, cuando Adif llevó a cabo un cambió su cronometría y adaptó la maquinaria a la actualidad, pero no cambió su aspecto exterior. Desde su creación, el reloj principal ha marcado el transcurso del tiempo en Valencia, lo que le ha llevado a ser testigo de un cambio de siglo. Pese al paso de los años, no se trata de un solo marcador de horas, si no de una pieza que pertenece a la identidad valenciana y a la memoria colectiva de la ciudad.
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César Guardeño, representante del Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, ha cargado contra la pérdida de elementos representativos de la estación valenciana: «Nosotros consideramos que varias de las intervenciones que se han llevado a cabo han sido muy poco acertadas y respetuosas con la esencia de la Estación del Norte». Del mismo modo, fuentes de la Asociación de Amigos del Ferrocarril (AFAF) han destacado la falta de respeto hacia el patrimonio cultural de la estación y han hecho hincapié en el poco cuidado proporcionado a un monumento categorizado como Bien de Interés Cultural (BIC). «Adif no lo está haciendo bien», indican desde el Círculo por la Defensa del Patrimonio.
El viaje por la centenaria instalación incluye otros elementos como las puertas originales que se encontraban en el interior de estación que ya no están. Hace 100 años, tras esas increíbles puertas se encontraban la cafetería y restaurante, lugar donde los viajeros se detenían para reposar y recuperar fuerzas, pero ahora ya no están. Pasaron de ser obras artesanales a unas simples puertas acristaladas, alejadas del estilo de la época. Ahora solo queda el recuerdo. Se trataban de unas puertas de madera con vidrieras cromadas, unas auténticas joyas modernistas. En este punto, surgen preguntas: ¿dónde están las puertas? ¿Por qué se retiraron? El paradero de las piezas a día de hoy es desconocido. En este sentido, LAS PROVINCIAS se ha puesto en contacto con ADIF, con el objetivo de obtener respuestas, pero la institución no ha sabido responder.
La pérdida paulatina de elementos modernistas en la Estación del Norte supone un deterioro no solo estético, sino también cultural e identitario para la ciudad de Valencia. Cada una de las piezas eliminadas o transformadas formaba parte de un conjunto arquitectónico diseñado para transmitir la esencia de un momento histórico, el modernismo valenciano de principios del siglo XX. La desaparición de estos detalles implica que el monumento deja de ser percibido como un referente patrimonial y se convierte, poco a poco, en un espacio funcional sin alma, que pierde con ello parte de su autenticidad y valor simbólico.
Lo cierto es que el monumento ha sido noticia estas últimas semanas por diversos hechos relacionados con la conservación patrimonial. Las antiguas verjas por el suelo, que fueron posteriormente 'cubiertas' con una lona, según afirmó ADIF, crearon revuelo. «Esas no son las formas correctas para proteger las verjas», aseguran desde AFAF.
Por su parte, Guardeño ha denunciado a la Conselleria de Cultura por el mal uso de la explanada exterior del edificio cercado por una valla entre las calles Xàtiva, Alicante y Bailén, que ha sido testigo de ocupaciones de su espacio mediante la instalación de churrerías, un carrusel en una de sus esquinas y 'stands' publicitarios debajo de la fachada misma del complejo. «Presentamos la denuncia hace más de tres semanas y no responden», asegura Guardeño, que muestra su descontento ya que la Conselleria de Cultura emplea, en su opinión, un espacio protegido para actividades alejadas de lo que correspondería.
Sin embargo, como adelantó LAS PROVINCIAS, el 'lío' más reciente tiene que ver con la aparición de boquetes en el muro exterior. La pared de mosaico empedrado recayente en la calle Bailén presenta hasta dos roturas de grandes dimensiones del mosaico desde hace semanas. «El incumplimiento por parte de ADIF de sus obligaciones con el BIC de la Estación del Norte es flagrante y lo único que le preocupa parece que es explotar económicamente la explanada delante de la fachada colocando todo tipo de cachivaches con la excusa de la temporalidad», reafirman fuentes del Círculo por la Defensa del Patrimonio Cultural. En este caso, según detalla ADIF, las obras para restaurar los boquetes ya se encuentran programadas para el próximo mes de septiembre.
La Estación del Norte, antaño símbolo del esplendor modernista valenciano, hoy parece debatirse entre la memoria y el olvido. El paso de los años no solo ha desgastado su estructura, sino que también ha ido despojándola de los elementos que la hacían única: puertas de vidrieras cromadas, rótulos modernistas, verjas originales… piezas que no eran simples adornos, sino fragmentos de una identidad colectiva.
La pérdida es doble: material y simbólica. La Estación del Norte ya no solo se transforma en un lugar de tránsito, sino que corre el riesgo de dejar de ser reconocida como el hito modernista que un día fue. El monumento ser ha convertido en el espejo del paso del tiempo: un monumento que todavía se sostiene, pero que ha ido perdiendo, pieza a pieza, su esencia más profund
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