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Valencia es una ciudad que aparece en lo alto de muchos ránkings a nivel europeo como uno de los mejores lugares del mundo para vivir. ... El clima, el tamaño o su disposición en el territorio hacen del Cap i Casal un municipio perfecto para labrarse un futuro. Sin embargo, como en cualquier otra gran ciudad, no todo es color de rosa. Y es que la capital del Turia se enfrenta al reto de encontrar soluciones para un problema creciente como es el sinhogarismo. En al menos media docena de puntos de la ciudad existen núcleos de indigentes que duermen al raso o en tiendas de campaña.
Uno de los puntos críticos de la ciudad es sin duda el antiguo cauce del Turia. LAS PROVINCIAS ya publicó este viernes que el número de tiendas que acampan en los jardines que cruzan la ciudad supera el centenar. La presencia de vegetación, su altura diferente con respecto al resto de la ciudad, y la cobertura que aportan los puentes, sirven a los indigentes como reclamo ara pasar las noches. La Casa del Agua, también situada en el antiguo cauce, es otro de los puntos donde acuden las personas sin hogar, ya que se trata de un edificio abandonado desde hace años.
Sin embargo, esta realidad va mucho más allá del antiguo cauce. Valencia posee algunas zonas donde los asentamientos son fijos. Es el caso, por ejemplo, del marítimo y el antiguo parking creado para la Fórmula 1. Allí, un campamento chabolista lleva instalado más de un año y las casetas ya forman parte del entorno. Lo mismo ocurre en el barrio de San Marcelino, donde existen al menos dos asentamientos similares, junto a la nueva zona en construcción conocida como Turianova.
Sin embargo, tal y como explican desde la entidad Sensellar, que acompaña y asesora a personas indigentes, la presencia de estos asentamientos es muy cambiante. Desde la plataforma indican que la frecuencia de paso de patrullas de Policía o de equipos de limpieza por según qué zonas provoca que su existencia sea cíclica. Como ejemplo, indican que muchas de las personas que acompañan han dormido alguna vez en los alrededores del Mercado de Abastos, donde se crean grupos. En ciertas épocas del año dejan el lugar porque la Policía pasa con más frecuencia, y en otras vuelven cuando corre la voz de la poca presencia policial.
Otros de los puntos habituales es en zonas próximas a las sedes de organizaciones que ayudan a las personas sin hogar. En Ciutat Vella, por ejemplo, el Centro de Atención Social a Personas sin Techo (CAST) y el Centro de Atención a la Inmigración tienes sus locales muy próximos. En sus alrededores, es muy habitual vertiendas de campaña en grupo, sobre todo en solares vacíos del Carmen. Desde Sensellar afirman que estas sedes son puertas de acceso a recursos temporales, por lo que atraen la atención de muchas personas sin hogar, que deciden acampar cerca de ellas.
Desde Sensellar, además, indican que actualmente uno de los puntos que acumula más personas sin hogar es bajo el puente de Giorgeta y junto al Parque Central, donde la plataforma tiene contabilizadas entre 40 y 50 personas.
Por último, en otros barrios de la ciudad como Zaidía -en la calle Sagunto-, o en pleno centro de la ciudad como es el entorno de San Agustín y la calle Guillem de Castro, la presencia de grupos más pequeños también suele ser habitual. Aunque, como vuelven a indicar desde Sensellar, estas zonas suelen estar más vigiladas y los agentes o las patrullas de limpieza retiran las pertenencias de los indigentes, y éstos buscan nuevas zonas donde pasar la noche.
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