El Saler se vuelve a teñir de marrón por otra apertura de las compuertas
Los vecinos señalan que el bien privado de unos pocos se antepone al interés público
La historia se repite. Las playas del Saler y el Perellonet se han vuelto a teñir de marrón. La explicación vuelve a ser la misma. ... Se han abierto las compuertas fuera del horario y han provocado el cambio de color del mar. Los bañistas al ver el color del Mediterráneo no se han atrevido a entrar en el agua.
El problema es que no es nada nuevo. Hace unos días el concejal de Devesa-Albufera y segundo teniente de alcalde, José Gosálbez, exigió al organismo encargado del desagüe de la laguna una respuesta inmediata sobre los motivos técnicos y ambientales que están motivando las continuas aperturas de compuertas de la marjal. A su juicio, estas actuaciones están comprometiendo seriamente la viabilidad del baño en una de las zonas más emblemáticas del litoral.
En el escrito remitido a la Junta de Desagüe, el concejal recuerda que con el inicio de la época estival, deberá atenderse a la Orden 5/2018, de 1 de febrero, de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, relativa a la regulación del nivel y comunicación con el mar del Parque Natural de La Albufera que, en su artículo 1.3 del anexo, establece que en época estival y con el fin de evitar afecciones innecesarias en las playas próximas, «las compuertas se abrirán preferentemente en horario nocturno y siempre después de las 19.00 h (preferiblemente en el entorno de las 12.00 de la medianoche) y se cerrarán antes de las 06.00 h».
La presión del concejal no ha sido suficiente y la Junta de Desagüe ha vuelto a abrir las compuertas fuera del horario establecido. Los vecinos han puesto a poner el grito en el cielo. «La playa llena y los bañistas no se atreven a meterse en el agua», expresa uno de los afectados quien lamenta que el interés de unos pocos se está anteponiendo al de una mayoría.
Este afectado señala que durante el fin de semana sí que se ha conseguido que no se abran las compuertas pero entre semana «se siguen abriendo y tiñendo el mar de marrón con lo que la gente no se atreve a meterse en él».
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