Hora punta en el metro de las averías en Valencia: «Siempre tiene retrasos»
Viajeros de la línea 1 lamentan demoras de hasta media hora en el paso de convoyes entre Seminari Ceu-Bétera y Castelló
La línea 1 de Metrovalencia no es el tren de la bruja, pero ha protagonizado muchas de las averías que han afectado a la ... red tras la reapertura total de finales del pasado mes de junio tras la reparación de los destrozos de la dana. El itinerario que conecta Castelló con Seminari CEU y Bétera ha sido uno de los que más retrasos ha registrado en el mallado ferroviario que conecta la capital del Turia con su área metropolitana en el último trimestre, lastrando así su servicio y provocando el consecuente enfado de sus usuarios. Algunos viajeros coinciden en que, en ocasiones, la frecuencia de paso de los trenes no cumple con los horarios estipulados. «Siempre tiene retrasos», lamentan.
Al filo de las 8:00 de la mañana, la boca de metro de Plaza España es un hormigueo de gente que entra y sale de las profundidades del subsuelo. La mayoría van a paso casi procesional fruto de las primeras horas de la mañana mientras alguno que otro va a la carrera para no perder el convoy que le hará llegar a su destino sin tener que hacer las sempiternas esperas que atesoran las líneas más periféricas de Metrovalencia. La estampa del personal que toma los andenes muestra perfiles de toda clase pero sin duda predominan estudiantes, que se dirigen al campus del CEU, o trabajadores que, en su mayoría, se dirigen también a las poblaciones del norte a empezar su jornada de trabajo. Todos ellos tienen un extra en su jornada laboral o estudiantil que no depende de ellos: la puntualidad del transporte público.
Edward se dirige a primera hora de este martes a un municipio del sur de Valencia por cuestiones de papeleo desde Ángel Guimerà, el trasbordo por antonomasia de la red de metro valenciana. Dice que no se sube mucho a la línea 1, pero sí lo suficiente para asegurar que «siempre tiene retrasos». Las veces que hace uso de esta ruta para jugar al pádel acaban con la misma cantinela: «Tarda mucho». Este joven defiende que el itinerario más largo de la red no tiene la misma fiabilidad horaria entre semana que la L-3 o la L-5. «Y fines de semana bueno... tarda mucho más...», asevera. «Después de la dana tienen más retrasos y veo que van menos vagones, no como otras líneas que van al centro y que tienen más coches», dice Edward antes de marcharse a toda prisa a coger su convoy rumbo a l'Horta Sud.
Elamin espera pacientemente el metro que le va a llevar al CEU. Este estudiante de Arquitectura libio, que estará seis meses en Valencia, manifiesta que desde que coge esta ruta para ir a clase «normalmente» sufre un retraso de unos 10 o 15 minutos. En cambio, hoy se puede dar con un canto en los dientes pues en plena hora punta de este martes, la L-1 a la altura de Plaza España sólo lleva siete minutos de demora. Pese a ser nuevo en la ciudad, se sabe los horarios de memoria. Tiene que estar en el campus a las 9:00 por lo que sabe que si pierde el convoy de las 8:11, el que supuestamente llega veinte minutos después, nunca arriba puntual. No se sorprende por ello puesto que su hermano mayor, que también cursó sus estudios en el CEU, ya le avisó de la existencia de estos retrasos.
Lo cierto es que en la hora punta de este miércoles, la L-1 apenas ostentaba retrasos de entre seis y ocho minutos, nada que ver con las denuncias de algunas usuarias como María que ha llegado a sufrir en sus carnes una demora de hasta media hora para ir a trabajar hasta Jesús viniendo desde Manises y haciendo trasbordo en Ángel Guimerà.
«Desde la dana se vio que el metro era algo imprescindible porque es lo que más gente mueve, más que un autobús», indica María sobre las distintas capacidades de estos medios de transporte público. En cuanto a las averías, esta joven asevera que están habiendo averías y lamenta que no se contrate más personal para poder aumentar las frecuencias y mejorar el mantenimiento de las instalaciones. «Reconstruir lo más rápido posible el centro de mando, varias estaciones, infraestructuras... es mucho dinero y mucho tiempo», remata.
A media mañana, el trasiego por las estaciones más céntricas de esta ruta sigue lejos del caos vivido ayer lunes con la gratuidad en los accesos con motivo del Día Europeo Sin Coches y las aglomeraciones en los apeaderos y el interior de los vagones.
Mantenimiento e inversiones
Desde Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) defendieron ayer, tras desvelar LAS PROVINCIAS que Metrovalencia había sufrido 40 averías tras la reapertura total de su red tras la dana, que el repunte de incidentes que ha tenido lugar en las últimas semanas, mientras se retomaba la actividad de septiembre, es una coincidencia no achacable a ningún motivo en concreto así como que las averías no guardan relación unas con otras. De hecho, algunas de ellas son de compleja resolución, pero las mismas fuentes señalaron que siempre se ha respondido «con la mayor celeridad posible por parte de los técnicos para minimizar los efectos sobre la circulación» y remarcan el «gran esfuerzo» en la puesta a punto tras la riada.
FGV explicó que el hecho de que la L-1 y la L-2 sean los itinerarios que más problemas han reportado se debe a que son las líneas de mayor recorrido, cercano a los 50 kilómetros, y que además gran parte de su ruta discurre en superficie. Este factor propicia que la infraestructura viaria sea mucho más vulnerable a las afecciones que si circula por el subsuelo.
La compañía justificó a su vez que cuenta con un amplio programa de mantenimiento de sus instalaciones y ejecuta intervenciones programadas para garantizar su correcto funcionamiento. Los servicios competentes están realizando un análisis «exhaustivo» de infraestructuras afectados y se ha puesto en marcha su reparación inmediata así como medidas mitigadoras para minimizar su repetición en el futuro.
Las áreas de mantenimiento de infraestructuras y talleres, a través de recursos internos o contratos de mantenimiento externo, realizan una labor planificada de mantenimiento preventivo y correctivo «para garantizar la máxima disponibilidad del servicio prestado».
«Metrovalencia se encuentra inmersa en la planificación y ejecución de inversiones de gran envergadura para garantizar la renovación de los activos que, por edad o estado, lo requieren», aseveró la empresa ejemplificándolo con las obras que tuvieron lugar entre finales de junio y el 31 de agosto para renovar el tramo Aragó-Marítim. Asimismo, también se trabaja en la renovación de sistemas de señalización.
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