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Muros que se quieren derribar en la parte trasera de la catedral. V. gutiérrez/AVAN
Los derribos en la catedral desatan la tensión entre el Arzobispado y Cultura

Los derribos en la catedral desatan la tensión entre el Arzobispado y Cultura

La Seo da por hecho el inicio de las obras y Patrimonio replica con el anuncio de que pedirá más informes sobre el proyecto

Paco Moreno

Valencia

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Viernes, 1 de marzo 2019, 19:46

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El Arzobispado dio ayer una vuelta de tuerca más al conflicto abierto con la Conselleria de Cultura a raíz del proyecto sin aprobar desde 2014 para la demolición de unos muros en la parte trasera de la catedral. El propósito es quitar unas paredes de ladrillo consideradas postizas para dejar visibles capillas góticas absidiales, originales de la girola, de los siglos XIII y XIV.

La propuesta contó el pasado lunes con el informe favorable del Consell València de Cultura, entidad consultiva que dictaminó que «podría ser otorgada» la autorización. Horas después, desde la Administración autonómica indicó que el informe «no aclara las dudas surgidas ante el proyecto del Cabildo Metropolitano. Plantea la supresión definitiva e irreversible de un cuerpo edificatorio íntegro».

Un jarro de agua fría que ayer tuvo su réplica desde el Arzobispado, que emitió una nota donde se da por sentado el inicio de las obras, al presentar un comunicado con el encabezamiento: «La catedral dejará al descubierto por primera vez sus capillas góticas medievales tapadas desde hace dos siglos por un muro postizo», para aclarar en el texto que «está a la espera de recibir la aprobación de la Conselleria de Cultura tras el visto bueno por unanimidad del Consell Valencià de Cultura».

Un mensaje reforzado aún más si cabe con una página publicada en el órgano de comunicación del Arzobispado, el semanario Paraula, con el esclarecedor título: «El regalo a Valencia que le ofrece la catedral» y una defensa de la iniciativa por parte del canónigo conservador de la catedral, Jaime Sancho, así como por el arquitecto de la Seo, Salvador Vila.

El primero dijo que las obras serán «como un regalo de la catedral a la ciudad por todo lo que Valencia ha hecho en su historia por la catedral», para considerar que las capillas góticas de la girola permanecen ocultas al exterior desde que quedaron tapadas por un «muro postizo de ladrillo y sin valor alguno», levantado en 1827.

La iniciativa de la Seo pasa por reemplazar el muro por una reja para que pueda dejar a la vista de todos las capillas góticas del ábside original. El propósito añadido es eliminar los problemas de las goteras producidas en la parte más nueva, que ha obligado a colocar una lona protectora. En el interior, las humedades han dañado frescos y mobiliario de la sacristía y otras salas, lo que ha obligado a trasladar las reliquias guardadas en unos grandes armarios a una capilla cercana.

El despliegue informativo no supuso ningún cambio de criterio en la Conselleria de Cultura. Fuentes oficiales señalaron que si «desde 2014 no se ha resuelto la autorización del proyecto de la catedral es por un respeto a la Ley de Patrimonio Valenciano y no por capricho», para indicar que la ley establece que las intervenciones en los Bienes de Interés Cultural «respetarán las características y valores esenciales del inmueble. Se conservarán sus características volumétricas, espaciales, morfológicas y artísticas, así como las aportaciones de distintas épocas que hayan enriquecido sus valores originales».

La normativa destaca, comentaron las mismas fuentes, que en «caso de que se autorice alguna supresión deberá quedar debidamente documentada», para subrayar que en eso «está trabajando la Dirección General de Cultura y Patrimonio. Por ello, ha solicitado informes sobre el proyecto al Consell Valencià de Cultura, a la Universitat de València, a la Politécnica y a la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos».

«El Bien de Interés Cultural está formado por todos los elementos de la catedral, incluido el que se pretende suprimir. Desde Cultura se trabaja en adoptar una decisión que lo proteja con equilibro entre la arquitectura, la historia y el resto de valores patrimoniales», finalizaron.

El cabildo planifica cuatro fases para completar la ejecución

La propia catedral asumirá todos los costes y los gastos del desmontaje del muro y la restauración necesaria de estas capillas, indicaron ayer fuentes del arzobispado, quienes desvelaron hasta las cuatro fases en las que ha planificado las obras. Defendieron que su recuperación ofrecerá «una imagen exterior inédita y jamás antes captada en ilustración, dibujo o fotografía de esa parte medieval del templo. Será una visión única también entre las catedrales españolas porque casi todas tienen edificios adosados», insistió Jaime Sancho.

En una primera fase, se realizará el desmontaje del muro postizo de ladrillo y sus cubiertas de tejas, dejando sólo las tres hileras de sillería del zócalo sobre las que se instalará, en la cuarta última fase de la intervención, la rejería que «dejará perfectamente visibles tres de las capillas absidiales góticas que permanecen ocultas por el muro».

La segunda fase comprenderá la restauración urgente de la capilla del relicario, afectada por filtraciones de agua y que, por este motivo, está tapada de forma temporal en su cubierta por un toldo blanco. La fase abarcará las fachadas exteriores de las capillas absidiales góticas que quedarán al descubierto, con sus ventanales y contrafuertes, así como las dos pequeñas capillas también góticas adosadas a ellas por el exterior y la capilla de San Jaime, donde según la tradición, se celebró la primera misa en la ciudad de Valencia tras ser reconquistada por el rey Jaime I en el año 1238.

En la cuarta y última fase se pavimentará todo el recinto exterior de las capillas que quedarán al descubierto con losas similares a las que circundan la contigua capilla de San Vicente Ferrer.

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