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La huelga de la EMT se recrudece con esperas de hasta hora y media

Los piquetes a la salida de cocheras retrasan la incorporación de los servicios mínimos mientras la negociación sigue en punto muerto

Álex Serrano

Miércoles, 7 de octubre 2020, 08:33

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Valencia se despereza lentamente. Miles de personas esperan en las paradas de la EMT de toda la ciudad mientras el enorme corazón que son las cocheras de San Isidro bombea glóbulos rojos al resto de la capital. Lo hace, eso sí, lentamente. El motivo es que los sindicatos y el comité de empresa vigilan la salida de autobuses. El cielo se tiñe de azul claro, pero aún está lejos de ser de día. Quedan tres horas y media de huelga que ayer se extendió, además, de 16 a 20 y de 0 a 4 horas y que provocó esperas de hasta 90 minutos.

A primera hora de la mañana, el tráfico es atroz en Valencia, pero apenas se ven autobuses. El ritmo de salida de cocheras es lento. Muy lento. Los pacíficos piquetes paran a cada vehículo y con la excusa de comprobar si tiene bien colocada la mampara, si lleva mascarillas el conductor o incluso si es un servicio mínimo o no, se ralentiza la incorporación al servicio del vehículo.

Trabajadores de la EMT, ayer con la oposición. Damián Torres

PSPV y Compromís cierran la comisión de investigación a falta de informes periciales

Carpetazo a la comisión de investigación del fraude de la EMT casi un año después de su apertura. Las conclusiones de la misma salieron ayer adelante con el voto a favor de PSPV y Compromís y los votos en contra de la oposición, que cargó duramente contra la presidenta de la comisión, Elisa Valía, por la falta de tiempo para analizar el borrador que se aprobó (se entregó el lunes) y por la falta de documentos, entre ellos informes periciales referentes a los equipos informáticos del área de administración, la auditoría reclamada a la Sindicatura de Comptes y el análisis de la Intervención de los procedimientos de la empresa.

La comisión rechazó los informes de PP y Ciudadanos. La presidenta repasó una por una todas sus recomendaciones pero consideró que estaban incluidas en las que ella había planteado y dejó fuera, de forma deliberada, las referentes a la reprobación del presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, o del alcalde de la ciudad, Joan Ribó. Valía se enfrentó a Carlos Mundina, concejal del PP, en una reunión que se retransmitió por internet y que discurrió por derroteros tranquilos excepto en ese momento en el que Valía le dijo a Mundina: «No voy a permitir que estiréis esto como si fuera un chicle». Hacía referencia a la petición del PP de que hubiera otra sesión para debatir los documentos. En lugar de eso, se hizo un receso de 10 minutos antes de votar las conclusiones.

Se preveía que la huelga tuviera ayer menos afección dado que más de 25.000 estudiantes siguen en casa por el brote de la UPV. Con todo, en las paradas cercanas a San Isidro, como en la del 72 y el 73 en el Camí Nou de Picanya, a las 8 ya se agolpaban decenas de personas, que intentaban como pueden mantener la distancia de seguridad. Eso sí, la normalidad no se recuperó hasta pasado el mediodía. Se esperaban retrasos de hasta 50 minutos pero la realidad superó, con mucho, las expectativas. Según sindicatos y el comité de empresa, se llegó hasta la hora y media de retraso porque los controles en la salida de cocheras complicaban la puesta en funcionamiento de las distintas líneas. Pese a que había menos universitarios, las frecuencias se alteraron por completo.

Ruido y silencio en Correo Viejo

Mientras, en Correo Viejo, silencio. Al menos de puertas para dentro, porque una veintena de trabajadores, incluido el comité de empresa, se concentraron en la plaza antes de la última sesión de la comisión de investigación del fraude para «ejercer presión» e intentar que Grezzi se aviniera a negociar. No lo consiguieron. Exigen, y así lo recordaron ayer a puerta de cocheras, que el presidente de la EMT se siente con ellos, pero el edil quiere que desconvoquen la huelga antes de empezar a hablar, como les trasladó en la reunión del consejo de administración del lunes.

Y así, en un impás que dura más de un mes, vive la EMT el inicio de otoño más complicado que se recuerda, con el cese del gerente y una huelga que repetirá 12 horas de paros todos los miércoles de octubre menos el 27. Esa semana serán el sábado 30. Si nada lo remedia, los paros serán en dos tramos de seis horas en noviembre. Y hay incluso quien comenta en San Isidro que hay que ir a la huelga indefinida, aunque el comité aún no lo ha planteado en una asamblea con todos los trabajadores. El pulso entre EMT y plantillares se alarga, el corazón de las cocheras bombea sangre a un ritmo pausado y a la ciudad le cuesta despertar de la larga pesadilla de la pandemia.

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