Una materia habitual y hasta obligatoria en Europa

La enseñanza de la Religión en España está garantizada por ley, en el sentido de que la asignatura es de oferta obligatoria y de elección voluntaria por parte del alumno, de manera que si se solicita cualquier centro debe cubrir la demanda. Es, de hecho, el modelo más extendido en nuestro entorno europeo, donde también se dan casos de obligatoriedad.

Francia es, en cambio, la excepción más llamativa, pues no se cursa en las escuelas públicas, que son la mayoría según se desprende del informe 'Herramientas de Formación para el Desarrollo Curricular', elaborado por la Unesco y que compara las líneas básicas de diferentes sistemas educativos. Sí se autoriza la enseñanza de contenidos confesionales en otras áreas para mejorar la cultura general y contextualizar acontecimientos históricos. En los Países Bajos existe una regulación parecida, pues se limita a las escuelas de carácter religioso, aunque existen excepciones.

En Inglaterra todos los centros sostenidos con fondos públicos están obligados a ofrecerla y son los estudiantes los que deciden. Es un caso muy parecido a los de Irlanda e Italia, donde se incluye en el currículo de las etapas obligatorias y la decisión última sobre su elección depende del alumnado.

Alemania, por su parte, sí establece la obligación de cursar educación confesional en la mayoría de los länder, que gozan de autonomía para elaborar los currículums de los diferentes ciclos.

Fuera de Europa, en EE.UU. la mayoría de estados incluyen contenidos religiosos y en Canadá queda fuera del ámbito público, aunque hay centros confesionales que reciben subsidios estatales.