Investigan la muerte en Catania de la joven envenenada durante meses por su tío en Requena
La familia solicita una segunda autopsia en España y que se analice la presencia de metales pesados, pesticidas o raticidas en una serie de órganos diana para establecer si hay una causa directa con la intoxicación
Con solo 33 años de edad y sin patologías cardiovasculares previas, la muerte súbita de Ángela cuando se encontraba disfrutando de unos días de desconexión con su pareja en la isla italiana de Sicilia, tiene rota a su familia. Su expreso deseo, y así lo ha trasladado a este periódico, era que su fallecimiento no trascendiera hasta poder determinar si guarda relación con la intoxicación que esta pareja sufrió durante meses en su vivienda de Requena, sin ser conscientes de que estaban siendo presuntamente envenenados por el tío de esta, como informó en exclusiva LAS PROVINCIAS una vez ya detenido el presunto envenenador, quien se colaba en el domicilio de su sobrina a escondidas utilizando el juego de llaves que tenía en su poder.
La cámara que la pareja colocó dentro de una caja de cartón de una bebida alcohólica en el comedor de la vivienda permitió destapar el pasado mes de mayo este presunto caso de envenenamiento por el que ya estuvo al borde la muerte el novio de la ahora fallecida en Catania (Sicilia). Eduardo, de 34 años, sufrió un fallo multiorgánico en un vuelo a Galicia, cuando iban a la celebración de una boda, por el que permaneció siete días en la UCI de un hospital de Santiago de Compostela y otros siete días en planta, como explicó en su día la pareja a este periódico, que le provocó graves secuelas en el sistema inmunitario y nervioso.
Ahora la extraña e inesperada muerte de Ángela, quien también sufrió intoxicaciones cuyo origen no pudieron determinar en su momento, vuelve a golpear a esta familia. Aunque el examen preliminar de autopsia realizado en Italia considera que la causa directa del fallecimiento es un derrame cerebral, la ausencia de patologías previas y los antecedentes del caso hacen dudar seriamente a los padres de la joven y a su novio, con quien se tenía que haber casado el pasado mes de junio, boda que debido a las graves intoxicaciones y sus secuelas la pareja tuvo que aplazar, como explicaron a este periódico.
Búsqueda de sustancias tóxicas
Por ello, ya se ha solicitado a la plaza número cuatro de la Sección Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia de Requena, que lleva la causa por el allanamiento de morada y las lesiones por intoxicación, para que tan pronto como llegue el cuerpo de la joven a España, este sea trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia, para realizarle una segunda autopsia. Además de las intoxicaciones sufridas, el infierno psicológico que ha sufrido la pareja a lo largo de este último año podría haber afectado en el triste desenlace con el fallecimiento de esta joven sin patologías cardiovasculares previas.
De igual modo, el novio de la fallecida ha pedido a través de su letrado a este mismo juzgado que se le tomen muestras a una larga lista de órganos diana en busca de la posible existencia de sustancias tóxicas como metales pesados, como arsénico, talio, plomo o mercurio, habituales en envenenamientos intencionados. Así como pesticidas y herbicidas, o compuestos químicos industriales como metanol, etilenglicol o cianuro, de fácil disimulación en líquidos. También se amplía el abanico a toxinas naturales como la ricina o la amanitina, con elevada toxicidad y signos digestivos iniciales como los que presentaron en su momento las víctimas. Y rodenticidas anticoagulantes (warfarinas y superwarfarinas), ya que en el registro domiciliario del detenido el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Requena halló insecticidas y raticidas, como adelantó este periódico.
A la pareja ya se le tomaron muestras de cabello y se le realizaron análisis en su día muy limitados ante la posibilidad de una intoxicación alimentaria. Y se está todavía a la espera de los informes toxicológicos de los productos de comida que había en la nevera y cuyas muestras también tomaron los investigadores.
En la denuncia inicial se hablaba de un bote de kétchup ya que en el vídeo captado por la cámara instalada por las víctimas en la casa se observa al investigado manipulando un recipiente rojo. También se le ve agitando un bote blanco con algún tipo de líquido antes de dirigirse a la cocina, y aunque queda fuera de campo, se aprecia perfectamente el sonido al abrir la nevera. Todo ello indicios que apuntan al presunto envenenamiento intencionado.
La pareja de jóvenes nunca había tenido problemas con el tío de ella, y el trasfondo de que actuara presuntamente contra ellos está en la enemistad que tenía con sus hermanas (una de ellas madre de la ahora fallecida) por cuestiones relacionadas con la herencia desde que en julio de 2023 dejó de tener el poder sobre algunos de los inmuebles familiares, entre ellos la vivienda de Requena de las víctimas, de la que él tenía un juego de llaves -localizado en el registro de su casa-.
Tras ser arrestado por la Guardia Civil, el presunto envenenador, de 52 años, se reconoció como la persona que aparece en las imágenes de la cámara -era imposible negarlo ya que se le identifica perfectamente- y alegó que entró en la casa de su sobrina porque pensaba que había una fuga de gas utilizando las llaves que ellos mismos le habían dejado. Su actitud y vestimenta (guantes, gorra y chaqueta) indican más bien un entrada furtiva con oscuros fines, y la enemistad latente por la herencia (tras haber causado incendios intencionados y otros daños en bienes inmuebles) hace impensable que le hubieran dejado las llaves de forma voluntaria.
El detenido quedó en libertad y aunque inicialmente no se adoptó medida cautelar de alejamiento respecto de sus víctimas, meses después el juzgado que instruye la causa acordó la prohibición de aproximarse y comunicarse en modo alguno con su sobrina y su novio. Medida que todavía no es firme al haber sido recurrida por la defensa del presunto envenenador.