La fiscalía descarta la relación entre el fallo del desfibrilador y la muerte de un acusado

valencia. «El correcto funcionamiento del desfibrilador no hubiera sido determinante en el resultado que finalmente acaeció, puesto que los factores de riesgo (cardiopatía isquémica crónica y cocaína) mantendrían la patología aguda (trombosis coronaria) causante de la parada cardíaca». El informe del médico forense sobre la muerte de un hombre en los pasillos de la Ciudad de la Justicia, el pasado 13 de noviembre, tras caer fulminado después de comparecer como acusado en un juicio por tráfico de drogas, es así de contundente. El examen pericial descarta la polémica nacida tras aquellos hechos: no se puede fijar relación entre el fallecimiento del hombre y la falta de funcionamiento que previamente se produjo del desfibrilador situado en el edificio judicial. El dispositivo de emergencia falló después de tener las baterías descargadas, al no llevar incorporadas unas pilas compatibles con el modelo. Desde la Conselleria de Justicia se señaló a la anterior directora general, Verónica López, como responsable, ya que en mayo de 2018 se alertó de que el contrato estaba caducado.

El informe forense es el argumento al que se aferra la Fiscalía de Valencia, que abrió una investigación de los hechos, para dirigir un escrito al juzgado en el que piden «el sobreseimiento de las actuaciones». El ministerio público indica que no existe «ninguna conducta imprudente en relación al fallecimiento». Tal y como añade el informe fiscal, «el no correcto funcionamiento del desfibrilador no aporta relación de causalidad» con la muerte del acusado en la Ciudad de la Justicia.

El escrito dirigido al juzgado subraya la presencia de «factores de riesgo» en el fallecido, como son la cardiopatía isquémica crónica que padecía y la presencia de cocaína en sangre. Tal y como constata el informe, a la víctima se le practicó una analítica en sangre que constató la presencia de cocaína en una proporción de 0,6 mg/litro.

El informe del forense enfatiza cómo, tras caer desplomado el hombre, al afectado se le practicaron maniobras de reanimación en primer lugar por parte de unos médicos que se hallaban asistiendo a otro juicio. También hizo lo propio una médico forense. Después, «el SAMU continuó con las maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzadas». El relato del experto viene a subrayar que los intentos por mantenerlo con vida fueron abundantes. Y añade la frase de que el «correcto funcionamiento del desfibrilador no hubiera sido determinante». El SAMU también le aplicó luego «terapia eléctrica en varias ocasiones».

La fiscalía anunció la apertura de una investigación la muerte del acusado, para comprobar si la falta de utilización del desfibrilador, porque se encontraba sin pilas y no funcionó correctamente, pero ahora apuesta por su archivo.