Vápers como chuches: los peligros del último 'boom' que triunfa entre los jóvenes
El disparado aumento del consumo de cigarrillos electrónicos genera preocupación en el Gobierno, que advierte de sus efectos perjudiciales para la salud
Es la nueva moda que se ha impuesto entre los jóvenes. Los pods o vapeadores se han convertido en un elemento indispensable para muchos ... adolescentes, especialmente cada vez que salen de fiesta o a tomar algo con los amigos. Los comercios ya han detectado ese auge de estos dispositivos y se comienzan a vender de manera recurrente en todo tipo de superficies, como bazares, supermercados, los propios pubs o discotecas. Se trata de una tendencia que, desde el Gobierno y distintas organizaciones como la OMS (Organización Mundial de la Salud), la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer) o la SEC (La Sociedad Española de Cardiología) preocupa por los riesgos que tiene sobre la salud.
¿Pero cómo han llegado los vapeadores a instalarse de manera tan habitual entre las personas de más corta edad? No existe una razón concreta, pero probablemente la pandemia del coronavirus supuso un punto de inflexión. La medida del gobierno de prohibir las cachimbas provocó que muchos habituales de este producto optaran por buscar alternativas y en este sentido apareció esta opción que permite tener una sensación similar, sin tener que compartir una 'shisha' ni tener la incomodidad de estar en un sitio fijo para consumirla. Junto a ello, la falsa idea de que son una opción para dejar de fumar y también la publicidad favorable que tienen.
Los vapeadores son portátiles y de un tamaño pequeño, lo que posibilita llevarlo en un bolsillo sin que resulte molesto. Los hay de distintos tipos y también con nicotina o sin ella. Por ejemplo, los más habituales son los desechables, que contienen entre 400 y 600 caladas, con distintos tipos de sabores (pueden ser de melón, sandía, limón, menta, algodón de azúcar... hasta tarta de queso) y que una vez se terminan son inutilizables. Tienen un precio de entre 8 y 12 euros. Otra de las opciones son los pods, que incluyen una batería pequeña y cuentan con cartuchos rellenables o desechables también con distintos sabores. Una alternativa más enfocada para aquellos más habituados al vapeo son los Mods, con más capacidad y potencia, y también de mayor tamaño.
Preocupación en el Congreso
El Gobierno está preocupado por esta tendencia que se está instaurando y así lo han manifestado públicamente. Aina Vidal, portavoz de En Comú Podem en el Congreso, así lo ha advertido: «Son vapeadores que se están poniendo extremadamente de moda entre la gente joven y muy joven. No me refiero a gente de 16 para arriba sino todo lo contrario, estamos hablando de chicos y chicas de 12, 13 y 14 años, que encuentran fácilmente este tipo de productos, no solo en los comercios habituales de tabaco, sino en un bazar o supermercado... está al alcance de cualquiera. Lo cierto es que niños van al bazar y compran un pod de fresa y van al parque a fumar».
De hecho, en una entrevista en LAS PROVINCIAS sobre cómo ven la vida cuatro niñas de 12 años, una de ellas afirmaba que «fumo váper, pero no tiene nicotina. Es sólo sabor de fresa. Lo compro en el '24 horas' de enfrente del 'insti'». Otra de ellas aseguraba que los alumnos de su colegio «fuman tabaco y porros. O los roban o los compran. La gente vende de todo. En el instituto también venden».
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Vidal ha advertido del problema de vacío legal que presenta y las consecuencias que tiene para la salud: «Es un objeto con el que hay un problema de vacío legal en el que no existe regulación y que se pueden comprar en cualquier sitio. Parecen golosinas pero no lo son. Su consumo desprende una serie de sustancias cancerígenas y tóxicas. Al comprarlo, por supuesto, no aparecen todos los efectos adversos que tienen». Además, apunta que los datos de consumo están creciendo alarmantemente: «En 2021 el 44% de los adolescentes entre 14 y 18 años han consumido cigarrillos electrónicos, un incremento de más del doble respecto al año anterior. El 60 % no usa nicotina, un 15% sí y un 25% lo combinan».
Los POD no son golosinas. Su infinidad de colores y sabores los está convirtiendo en una moda para los que son demasiado jóvenes.
Aina Vidal Sáez 🔻 (@AinaVS) October 18, 2022
El vacío legal que permite que puedas comprarlos en cualquier sitio debe ser regulado.pic.twitter.com/KBCFwahoLd
Sanidad advierte de los efectos perjudiciales para la salud
El Ministerio de Sanidad también ha informado de las consecuencias de estos dispositivos. Explican que no contiene tabaco, pero que no es una alternativa saludable a él, ni es vapor de agua, además de que emite aerosoles. Señalan que no es inocuo para quien lo consume ni para las personas que están alrededor : «El aerosol contiene sustancias tóxicas, algunas pueden generar cáncer. Tiene efectos en las vías respiratorias pudiendo ocasionar diferentes patologías. Es más, recuerdan que está prohibida la venta a menores de 18 años y no se puede consumir en determinados espacios.
El mismo organismo, en su informe sobre los cigarrillos electrónicos publicado en 2022, incide en varios puntos clave sobre los principales efectos adversos que presentan los vaporizadores. Indican que «a corto plazo se han hallado efectos fisiológicos adversos en las vías respiratorias similares a aquellos asociados al humo del tabaco». También señalan que «se han encontrado sustancias cancerígenas en líquidos y aerosol do los cigarrillos electrónicos», además de que «se han descrito numerosas intoxicaciones y efectos adversos relacionados con estos productos, algunos severos». Advierten de que existe evidencia científica de los riesgos a corto plazo, pero se necesitan más estudios para conocer los efectos a largo plazo.
Sanidad recalca los inconvenientes que tiene para la salud la inhalación de líquidos incluso en el caso de aquellos que no llevan nicotina. Los que llevan esta sustancia dañan el sistema cardiaco y tienen efectos carcinogénicos, pero los vaporizadores también tienen saborizantes y aromatizantes que contienen propilengicol y glicerina, dos compuestos inocuos al consumirse oralmente, pero que al ser inhalados «producen irritación de las vías respiratorias, lo cual conlleva el agravamiento del tracto respiratorio y pueden propiciar infecciones». Además, añaden la existencia de metales pesados en estos dispositivos, que «son tóxicos en concentraciones muy bajas».
El problema de una falta de regulación
Una de las razones que también ha propiciado el auge de los cigarrillos electrónicos es su concepto como sustitutivo del tabaco tradicional. Sobre este aspecto, Sanidad también recalca que «la seguridad y eficacia de los cigarrillos electrónicos como ayuda para dejar de fumar no ha sido demostrada». Otro de los problemas, en los que también incidió Aina Vidal, es la falta de una regulación exigente, en la que se indique claramente la concentración de nicotina que posee, sus ingredientes, pero sobre todo, que no se venda como un producto beneficioso para la salud: «El envase del producto no puede sugerir que es menos nocivo que otro, o que tiene por objeto reducir el efecto de algunos componentes nocivos del humo, ni que tiene efectros vitalizantes, energéticos o rejuvenecedores». De igual modo, instan a regular la publicidad de este tipo de productos ya que tiene impacto en el aumento de su uso.
El problema que se está presentando en España es que se vende sin ningún tipo de control en cualquier establecimiento. Es habitual encontrar máquinas donde se pueden comprar en discotecas, pubs o bares, pero también hay particulares que los ofrecen en festivales, sin llegar a saber con claridad el consumidor qué tipo de sustancia puede llevar.
El precedente en Estados Unidos
Un precedente peligrosos fue el ocurrido en 2019 de EE.UU, donde se reportó un brote de afecciones pulmonares asociadas al uso de estos dispositivos. Los servicios sanitarios recopilaron información y la trasladó al Centro de Control y Prevención de Enfermedades en los EEUU), que llegó a la conclusión de que se había producido una enfermedad denominada EVALI (lesiones pulmonares asociadas al vapeo)
Desde la American Cancer Society, también alertan del riesgo para la salud de los vapeadores. Aseguran que aunque no contienen tabaco, muchos sí llevan nicotina, que se origina del tabaco. Inciden en que «lo que producen los cigarrillos electrónicos es un aerosol de diminutas partículas, lo cual es distinto a lo que se entiende por vapor. Calientan un líquido, para convertirlo en aerosol (lo cual es referido como el «vapor»). Los usuarios de cigarrillos electrónicos inhalan esta sustancia llegando a sus pulmones. El aerosol del cigarrillo electrónico puede contener nicotina y otras sustancias adictivas que pueden causar enfermedades pulmonares, enfermedades cardiacas y cáncer».
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