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EFE
Productos cotidianos que pueden jugar una mala pasada

Productos cotidianos que pueden jugar una mala pasada

Desde la DGT insisten en que la mejor forma de evitar complicaciones es ser consciente de lo que se consume antes de conducir

Domingo, 27 de abril 2025, 01:04

Entre los alimentos que pueden provocar falsos positivos al volante destacan productos tan comunes como los dulces que contienen licor, algunos enjuagues bucales, postres preparados con alcohol, medicamentos para la tos, o incluso ciertos fermentados como el kéfir. El motivo es sencillo: pequeñas cantidades de alcohol pueden permanecer en la boca o en el organismo durante un corto período de tiempo, suficientes para alterar el primer resultado del alcoholímetro.

Por ejemplo, comer bombones rellenos de licor o utilizar un enjuague bucal alcohólico antes de ponerse al volante puede desencadenar un falso positivo en los primeros minutos posteriores a su consumo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, basta con esperar unos minutos o realizar una segunda prueba más precisa para confirmar que no existe una infracción real.

Pero no solo el alcohol puede generar sorpresas. En el caso de los controles de drogas, la situación se complica aún más. Algunos alimentos y medicamentos —como ciertos analgésicos, antihistamínicos o tratamientos contra la ansiedad— pueden contener principios activos que, sin ser drogas ilegales, interfieren en los sistemas de detección.

Asimismo, productos como las semillas de amapola, utilizadas en repostería, contienen trazas naturales de opiáceos que, en grandes cantidades, podrían hacer saltar una alerta en un test de drogas. Aunque este tipo de situaciones son poco frecuentes, la DGT recuerda que, si ocurre, el conductor tiene derecho a solicitar una segunda prueba más específica, como un análisis de sangre, que permita aclarar cualquier posible error.

Qué hacer si te ves en esa situación

Lo primero es mantener la calma. Un primer positivo no implica necesariamente una sanción inmediata. Los agentes suelen repetir la prueba tras unos minutos y, si persisten las dudas, ofrecen la posibilidad de realizar un análisis de contraste en un centro médico.

Desde la DGT insisten en que la mejor forma de evitar complicaciones es ser consciente de lo que se consume antes de conducir y, en caso de duda, esperar un tiempo prudencial antes de ponerse al volante.

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