Edadismo, soluciones para una enfermedad ya diagnosticada
Reducir la brecha digital, fomentar la convivencia y apostar por la colaboración entre generaciones, terapias básicas para erradicar una patología social muy extendida entre la población de edad avanzada
J.A.L.
Lunes, 22 de abril 2024, 00:58
«El colectivo de mayores de 55 años se consolidará como el segmento de población con mayor protagonismo económico y social. En España ya es ... una realidad. La combinación de baja natalidad, longevidad y mayor esperanza de vida libre de discapacidad es un coctel que hay que gestionar porque abre la puerta a una organización económica, social y cultural completamente distinta a la que hemos conocido hasta el momento». Con esta frase, Antonio Huertas, presidente de Fundación MAPFRE, define el escenario al que se asoma nuestra sociedad en la persecución de una cura para un mal ya muy avanzado, bastante bien diagnosticado pero pendiente de terapia: el edadismo. Huertas pronunció estas palabras durante un acto patrocinado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE y la Universidad Carlos III de Madrid, precisamente organizado para atacar ese proceso que afecta en especial a la población senior: el fenómeno del edadismo.
«En una sociedad donde los seniors empiezan a ser la generación de referencia, combatir la discriminación por edad es determinante para mantener la generación de la demanda y el crecimiento económico», añadió Huertas, quien puso el foco precisamente en la búsqueda de soluciones para combatir esa plaga. Por ejemplo, la principal herramienta social de que disponemos: combatir las brechas de desigualdad, «que, además de ser injustas para quienes las padecen, perjudican al conjunto de la sociedad en tanto y cuanto tienen un coste de oportunidad que estamos perdiendo». A juicio de este reputado experto, «la mejor herramienta para combatir el edadismo es el fomento de la convivencia y colaboración intergeneracional, en los distintos ámbitos y, particularmente, en la actividad productiva y el mercado laboral».
La jornada, en la que ha participado también Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, contó con el análisis científico a cargo de Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, una entidad creada en el año 2020 para analizar las oportunidades del talento senior, la longevidad, la revolución de la economía plateada y el mundo de oportunidades que se abren en torno a este colectivo, compuesto por más de 15 millones de personas, que representan el 26% del PIB y el 60% del consumo nacional, como destacó este especialista. También estuvo presente, Miguel Usábel, profesor titular de la Universidad Carlos III de Madrid, quien, junto a distintos investigadores del ámbito académico y profesional, resaltaron las consecuencias de la presente evolución demográfica y sus consecuencias, poniendo el foco en el mismo tratamiento que esgrimió Huertas durante su intervención: curar el edadismo como enfermedad social pasa por la inclusión digital de los mayores de 55 años. Eliminar esta patología en la gestión de los servicios de urgencias hospitalarios o en la empleabilidad sostenible también será dos elementos clave, según una opinión coincidente, para prevenir la discriminación por edad en el ámbito laboral.
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Hubo además otras aportaciones científicas que sirvieron para elaborar una conclusión más o menos común. Para Silvia Martínez de Miguel, profesora de la Universidad de Murcia, «mejorar las competencias tecnológicas de los sénior, generar nuevos espacios de participación social y educativa y contribuir a reducir estereotipos entre generaciones implica beneficios significativos» serán atributos que favorezcan «el acercamiento digital entre generaciones y reducirán el edadismo». Con ella coincidió Esther Sitges, profesora de la Universidad Miguel Hernández de Elche, quien profundizó sobre la importancia de la inclusión digital de los mayores a raíz de los resultados del Proyecto DIGIPAM, que evalúa las políticas públicas que ha implementado la Comunidad Valenciana para promover la inclusión digital de los mayores de 55 y que traslada propuestas elaboradas por los sénior en este ámbito.
«Hay que mejorar las competencias tecnológicas de los senior»
Silvia Martínez de Miguel
Profesora de la Universidad de Murcia
También dejaron su opinión especialistas en el fenómeno del edadismo en los servicios de urgencias hospitalarios como Ana García, profesional sanitaria del Hospital Clinic Barcelona, quien destacó que esos servicios representan «un pilar fundamental de nuestro sistema sanitario que hay que seguir mejorando con criterios basados en la evidencia científica y con objetivos, como el mantenimiento de la funcionalidad». Por su parte, Alejandra Chulián, psicóloga sanitaria del Instituto ACT, de la Universidad de Zaragoza, analizó la problemática de los estereotipos negativos hacia la vejez que afrontan muchas personas mayores y que, en múltiples ocasiones, no se ajustan a su realidad y les afectan desde el punto de vista emocional. Por último, Carlos María Alcover, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, indicó que en un contexto de progresivo envejecimiento de la población y de necesidad de mantener y prolongar la vida laboral, «es imprescindible proponer acciones dirigidas a fomentar y mantener la empleabilidad sostenible de los trabajadores sénior y contribuir de este modo a evitar entornos que puedan provocar discriminación por edad en el trabajo».
«Es imprescindible mantener la empleabilidad sostenible de los trabajadores senior»
Carlos María Alcover
Profesor de la Universidad Rey Juan Carlos
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