Descanso y manejo del estrés: consejos para 'boomers'
Meditación, oración e incluso la siesta: las prácticas de relajación más aconsejables para mejorar la calidad de vida de la población madura
J.A.L.
Martes, 16 de abril 2024, 00:47
El estrés, esa patología conocida como el asesino silencioso, es un fenómeno que ataca prácticamente a todas las franjas de población y también, aunque parezca ... contradictorio, a quienes disfrutan de la vida retirada. Los 'boomers', aunque ya estén jubilados, son víctimas propiciatorias de una enfermedad de origen nervioso que merece la atención de expertos como la especialista María Puntí, autora de 'La pirámide de la longevidad'. Un interesante libro donde recopila consejos para la población senior, que incluye un capítulo dedicado a orientar a sus lectores para combatir esa plaga llamada estrés en esa etapa de su vida que debería haber alejado los síntomas más habituales en la vida activa. Con mayor o menor carga de adrenalina, el estrés también nos puede atacar en la edad madura: su eliminación contribuye a nuestra longevidad, asociada a prácticas también muy saludables. El ejercicio físico, el contacto con la naturaleza, la dieta...
En su libro, Puntí (Barcelona, 1996) alude a esos lugares del mundo cuya población se tiene por la más longeva, profundiza en las características tradicionales de su alimentación y acaba desembocando en un apéndice abierto con la palabra clave: espiritualidad. «Es uno de los factores que desempeña un papel crucial» en ese ideal de perfeccionar la calidad de vida. ¿Consejos al respecto? La autora, dietista especialista en Salud Digestiva, recomienda prácticas «que promuevan el cuidado del prójimo, sean religiosas o no». Por ejemplo, «la empatía, la escucha, la capacidad de perdón y el amor por los demás». Son hábitos que fomentan la liberación de la llamada «hormona del amor», es decir, la oxitocina. «Reduce el cortisol y por lo tanto genera un efecto antiinflamatorio», advierte.
Ocurre, según Puntí, que recientes investigaciones refuerzan la idea de que «la participación religiosa se puede asociar con beneficios para la salud, como las tasas reducidas de depresión y ansiedad e incluso una mayor esperanza de vida». A su juicio, «la falta de conexión hace a las personas más vulnerables frente a la ansiedad y otros comportamientos antisociales». Por el contrario, en aquella sociedades donde se anima a fortalecer el vínculo con los mayores se perfecciona un modelo de vida que apunta hacia una saludable longevidad: «Una combinación de deber familiar, afecto genuino y respeto por los mayores mantiene a las personas centenarias en las zonas más longevas del mundo». Y añade: «Cuando los abuelos interactúan a diario con sus nietos, ofrece beneficios tanto a los mayores como a los padres y los hijos».
«Una siesta de 20 minutos mejora la memoria y revierte los efectos del deterioro del rendimiento»
María Puntí
Experta en longevidad
De ahí que además de esta clase de recomendaciones, basadas en el estudio de las conductas de las regiones más longevas del planeta, Puntí apueste por dedicar más tiempo a la introspección y el descanso: que los senior, en resumen, deserten de ser extremadamente productivos y se decanten por un modelo de vida más sencillo: «Simplemente, vivir y cuidar de su comunidad». «Los habitantes de las regiones más saludables», anota, «practican técnicas de relajación como el yoga, la meditación o las actividades al aire libre para reducir el estrés y promover el bienestar psicoemocional. Y pone un ejemplo concreto: los habitantes de la isla griega de Icaria, donde se alcanzan altas cotas de longevidad, »suelen echarse la siesta a diario«. La siesta, sí: otra costumbre asociada a enriquecer la calidad de vida que cuenta con aval científico. »Los estudios demuestran«, dice Puntí, »que las siestas de veinte minutos pueden mejorar la memoria y revertir los efectos del deterioro del rendimiento causados por la sobrecarga sensorial«.
En su libro, la experta catalana agrega otras recomendaciones en esa misma línea de prolongar la vida sana. La oración, por ejemplo. «En Bali, donde he vivido durante tres años, los hindúes dedican todas las mañanas unos minutos a bendecir a los dioses», recuerda. «Este tipo de plegarias nos ayudan a dedicar un tiempo a calmar nuestra mente desenfrenada, que se pasa el día viajando del futuro al pasado y del pasado al futuro, para llevarnos de nuevo al presente y proporcionarnos un mayor estado de calma», añade. Y recalca: «Ese es realmente el objetivo de la meditación: no se trata de dejar tu mente en blanco sino de aprender a convivir con tus pensamientos». En su opinión, «dedicar unos minutos al bienestar mental no es una pérdida de tiempo como muchos piensan».
De ahí que Puntí subraye la importancia de hábitos como el yoga, la meditación o incluso la terapia psicológica. «Compartir alivia» escribe en otro de los apartados de su libro. «Conviene tener a mano una persona de confianza con la que puedas desahogarte sin miedo a sentirte juzgado», aconseja. «Como seres sociales que somos», concluye, «nos nutrimos de vínculos y compartir nos hace sentirnos visibles y reconocidos, amados: la necesidad más básica que tiene el ser humano». En cada edad de su vida, por cierto: para todos los 'boomers' tiene Puntí un consejo generalizado, basado en animarles a que practiquen actividades al aire libre, porque parece demostrado que el contacto con la naturaleza «reduce las hormonas del estrés», reduce las tasas de depresión y ansiedad y ayuda a mejorar los ritmos circadianos: la clave de la longevidad.
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