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El rey se despide de Mohamed VI en el aeropuerto de Rabat, en julio del año pasado.

Felipe VI también reina fuera

Cumple 47 años con el reto de convertirse en el mejor embajador de España. A su padre le veían en el extranjero como un tipo campechano «con mucho oficio». A él, como «un joven profesional, guapo y bien informado»

yolanda veiga

Jueves, 5 de febrero 2015, 11:10

El entonces Príncipe de Asturias pasó el fin de año en un avión rumbo a Brasil. Un evidente trastorno familiar... y una inversión de futuro. Aquel 1 de enero de 2011, bendecida por una lluvia torrencial que ponía fin a cuatro meses se sequía, Dilma Rousseff tomaba posesión como presidenta. Hasta 55 mandatarios extranjeros salieron en la foto y a Don Felipe, con su 1,97, no le costó destacar. Todavía hoy, la dirigente brasileña le da las gracias por el gesto cada vez que coinciden.

En la última década, Don Felipe ha asistido a 62 nombramientos de presidentes latinoamericanos. Lo que vienen a ser las prácticas de la teoría que aprendió en Georgetown, la universidad con el mejor programa de Relaciones Internacionales del mundo. "Por allí han pasado veinte o treinta jefes de Estado, entre ellos Felipe, que estudió dos años. En una cena con Bill Clinton me dijo que la expresidenta de Filipinas Gloria Macapagal y el de El Salvador son de su misma promoción". Carlos Espinosa de los Monteros es el Alto Comisionado de la Marca España y un interlocutor habitual del Rey. Del anterior y del actual. Dice que "el tránsito ha venido bien a la imagen del país". Del Monarca campechano al profesional, el giro que necesita España. "Hay que trasladar al exterior que nuestro atractivo no solo es el turimo, sino el talento, los empresarios... Y Felipe VI, como hombre joven, bien formado e informado, moderno, dinámico, con un inglés excelente... se asocia muy bien a esta idea. Además, ¡a las mujeres les parece guapo!".

- Pero no resulta tan simpático.

- El Rey Juan Carlos tenía muchos años de oficio, gastaba bromas para romper el hielo y dejaba a la gente encantada. Pero Felipe también es simpático. Y está igual de bien entrenado que su padre para aprenderse caras y nombres. Juan Carlos veía a un hombre con el que había coincidido una sola vez y se acordaba: Paco, ¿cómo va lo de los coches?. Y Paco ya estaba ganado. Don Felipe se dirige a la gente por el nombre o le pregunta al dueño de una fábrica de frenos por el trabajo y el hombre llega a casa feliz y le dice a su mujer: El Rey me ha reconocido.

- Su padre tenía relaciones en el exterior consolidadas. ¿Es la asignatura pendiente de Don Felipe?

- No, la estrategia ha sido que establezca contactos por él mismo, no solo por su padre. Los presidentes iberoamericanos de los últimos doce años le conocen personalmente porque ha ido a sus proclamaciones. Para ellos es un gesto de amistad que valoran mucho.

- Allí no hay monarquías.

- No, pero la realeza tiene mucho atractivo, les encanta esa aureola, la liturgia, la corona... Recuerdo un viaje con Juan Carlos y Sofía en el 78 a México. No he visto un recibimiento más apoteósico, las calles estaban llenas de banderas de México y de España.

Y algo de eso queda. "Felipe VI goza de una imagen favorable al otro lado del Atlántico porque se le reconoce como un digno representante y se recuerda cordial y positivamente su participación en actos oficiales», confirma Hilda Salas, periodista colombiana afincada en España, que hizo «un amplio despliegue informativo" de la proclamación (19 de junio) para el canal latinoamericano Telesur.

«Joven para Carlos»

En Latinoamérica Don Felipe juega en casa y en Europa le están ayudando sus homólogos. "Pertenece a una generación de príncipes que están llegando a los reinados ahora. Ha ocurrido en Holanda, en Bélgica... y con ellos hay buen rollo". Con excepciones como la del Reino Unido: "Es demasiado joven para una relación amistosa con Carlos (66)y demasiado viejo para Guillermo (32). Juan Carlos y Sofía pasaron vacaciones de verano con Carlos y Diana, pero Felipe está en términos de afectos más distante, aunque su boda sirvió como un aval para el matrimonio con plebeya de Guillermo", explica Íñigo Gurruchaga, corresponsal de este periódico en Londres. La distancia afectiva se compensa, en todo caso, con el interés de los británicos "por ver cómo funcionarán estas monarquías modernas y menos pomposas". Martin Roberts, periodista freelance que trabaja para diversos medios británicos, se sorprendió cuando abdicó Don Juan Carlos "y salió pitando un enviado especial del canal de televisión ITV, cosa poco usual". Aunque en la crónica se puso el acento "en que renunciaba porque su imagen estaba por los suelos y se filmó una manifestación republicana", relegando a un segundo plano informativo la proclamación. "Dos de los cinco periódicos principales en el Reino Unido se han declarado en contra de nuestra monarquía como forma de gobierno".

La frialdad de los británicos contrasta con el calor con que los nuevos Reyes están siendo recibidos en Marruecos, por ejemplo, donde Don Juan Carlos dejó bien atados los lazos de amistad. "El príncipe heredero de Marruecos, que ahora es rey, venía mucho por España de joven y se veía con Felipe. Pasaban juntos un fin de semana en Córdoba, le invitaba a cazar... Todo muy discreto, pero encaminado a consolidar una relación de confianza que les permite llamarse directamente por teléfono en caso de necesidad. Conviene tener una relación estrecha con Marruecos para controlar los movimientos yihadistas, para defender Ceuta y Melilla...", advierte el representante de la Marca España. Por eso el Reino Alauí fue uno de los primeros viajes oficiales que hicieron Don Felipe y Doña Letizia, junto a Portugal y Francia, un "gesto de vecindad acertado".

En estos siete meses de reinado Don Felipe también ha visitado el Vaticano, Nueva York, Holanda, Luxemburgo, Bélgica, Italia, Alemania y Arabia Saudí, a donde acudió el pasado viernes, acompañado por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, para ofrecer su pésame al rey Salman por el fallecimiento del rey Abdullah. "Su agenda está súper coordinada con La Moncloa en lo que respecta a sus viajes al exterior. De alguna manera, pide permiso y el Gobierno le indica los mensajes que debe transmitir. Seguro que no le vemos en Palestina ni en Israel. España tiene muchos convenios con países árabes y no se vería bien una visita del Rey a Israel; y si fuera a Palestina tendría problemas con el principal aliado de los israelíes, con Estados Unidos", precisa Gerardo Correas, presidente de la Escuela Internacional de Protocolo de Madrid. La agenda internacional de los soberanos «está sometida a los intereses del Estado» y los expertos creen que él no incurrirá jamás en un desliz como el que tuvo su padre cuando le dijo a Hugo Chávez ¿por qué no te callas?. "Fue nefasto en el sentido diplomático. Había mucho trabajo hecho con Venezuela y el Rey se lo cargó".

«España queda lejos»

Superado el escollo diplomático y asegurada nuevamente Latinoamérica, Don Felipe tiene que empezar ahora a mirar a Oriente. "Grandes contratos en Arabia, como el tren a La Meca, han sido posibles gracias a la tenacidad del anterior Rey. Pero hay un déficit de presencia española en Asia. Hay que incrementar las visitas a Indonesia, Malasia, Vietnam... porque crecen más deprisa que los países occidentales y en diez años van a ser muy competitivos en el mercado internacional".

La foto con Obama ya se la hizo en septiembre, cuando viajó a Nueva York para asistir a la Cumbre sobre el Clima y a la apertura del debate de la Asamblea General de la ONU -charló con el presidente 27 minutos-, pero a los Reyes "les falta un gran viaje a Estados Unidos que suponga su consagración", considera Fernando Rayón, experto en realeza. Y recuerda el que hicieron Juan Carlos y Sofía tras su llegada al trono. "Anunciaron el paso de España a una democracia y fueron portada del Times. Una pareja joven de reyes vende mucho allí y vendría muy bien para la imagen económica". Para la nuestra, porque en EE UU "España queda lejos", confirma la corresponsa Mercedes Gallego. "La coronación se recogió en los periódicos sin mucho eco. Felipe se siente cómodo cuando viene porque estudió en Georgetown y conoce el país, pero su familia se lleva mejor con los Clinton. Si Hillary vuelve al poder tendrían más entrada en la Casa Blanca".

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