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Ó. DE LA DUEÑA
GANDIA.
Viernes, 7 de junio 2019, 01:09
Las medidas correctoras para evitar el exceso de ruido en el plaza Castell de la playa de Gandia entran en vigor este verano. El gobierno de Gandia aprobó a finales del pasado año la aplicación de Zona Acústicamente Saturada (ZAS), pero no será hasta las próximas semanas cuando las decisiones adoptadas se lleven a la práctica. Todo esto genera malestar entre los empresarios de este sector de la playa, que auguran pérdidas económicas, destrucción de puestos de trabajo y el cierre de locales, como dijo el presidente del colectivo de pubs de la playa, Paco Torres.
El ejecutivo de Gandia sacó adelante la declaración de zona ZAS para dar respuesta a una sentencia judicial que obligaba al Ayuntamiento a tomar medidas para frenar el avance del ruido y garantizar el descanso de los vecinos de la plaza Castell y de las calles adyacentes. Los residentes de esta parte de la playa de Gandia llevaron ante la justicia al consistorio al entender que era el único responsable del exceso de ruido en la plaza. Exigían que se respetara su descanso.
Para dar respuesta al fallo judicial, el área de Urbanismo de Gandia fijó el plan de trabajo para aplicar el ZAS. Tras tomar mediciones sonoras el pasado verano y contar con otras de periodos estivales anteriores, se determinaron tres medidas para paliar el exceso de ruido en Castell. Por un lado se ha impedido que los establecimientos coloquen terrazas.
«Los locales no podrán sacar mesas y sillas como en años anteriores. Esta es una de las medidas básicas que se toman en este tipo de casos», dijo el coordinador de Urbanismo de Gandia, Vicent Mascarell. El socialista recordó que tras hablar con los vecinos, y con el visto bueno de los técnicos, se acordó, además, retirar licencias a aquellos locales que estén cerrados. «Los establecimientos que lleven, al menos, dos años sin actividad pueden perder la licencia», precisó.
Otro de los aspectos básicos en una zona ZAS es el aumento de vigilancia en la zona y el recorte de horarios. En el caso de Gandia, el Ayuntamiento ha decretado que la plaza Castell no pueda acogerse a la ampliación de horarios que se aplica en la playa al ser municipio turístico. Durante julio y agosto, el Consell autoriza que buena parte de los locales cierren una hora más tarde, tanto bares, como heladerías o terrazas.
Los pubs no podrán gozar de este privilegio. Por ello, los empresarios entienden que todas las medidas aplicadas «van en detrimento del sector». Torres aseguró que el Ayuntamiento de Gandia «será el único culpable» de que cierren locales de ocio en la playa, de que se pierdan puestos de trabajo y de que haya pérdidas económicas.
«Estamos a favor de conciliar ocio y descanso, pero las decisiones las tenemos que tomar entre todos. Un gobierno no puede actuar de forma unilateral escuchando sólo a una de las partes implicadas. Nadie ha escuchado las necesidades de un sector que crea trabajo y que se esfuerza por dar un buen servicio a los turistas que nos visitan», finalizó.
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