El sobrino de Blasco se desentiende de la contratación en la trama del hospital: «No soy la equis»
El gerente admite que utilizó una mercantil para dar de alta a varias empleadas de hogar «porque era muy difícil hacerlo si no tenían contrato»
El juicio del expolio del Hospital General, con Sergio Blasco como principal acusado, continúa su avance con un perfil bajo en los medios debido a la intensidad informativa de la dana. ... Todo el foco informativo se concentra ahora en la gestión de la emergencia pese a que el expolio del Hospital General no es un asunto baladí.
Este viernes ha declarado el supuesto cabecilla de la trama de desfalco, el sobrino del siete veces conseller de la Generalitat, Rafael Blasco. La mesa del acusado parecía más el escritorio de un opositor, por la documentación que acumulaba, que la de un acusado.
Blasco fue gerente del Hospital General durante una convulsa etapa en la Generalitat, salpicada de casos de corrupción. El acusado ha reconocido que sabía de la existencia de dos de las grandes empresas de la trama (Out Log y Conectall Systems), pero desconocía los socios de las mercantiles. «Yo nunca he sido socio», ha aclarado.
Ha admitido, no obstante, que una mercantil Tamazula fue utilizada por él para dar de alta a dos trabajadoras de hogar. Esta sociedad la usaban para facturar proyectos internacionales. Pero el nombre de Sergio Blasco no aparecía en ninguna de las empresas. También dieron de alta a otras dos empleadas de hogar en otra mercantil. «Entonces era muy difícil hacerlo si no tenían un contrato», se justificó.
El cabecilla ha rechazado ser la equis del caso Osvaldos, tal y como sostuvo su expareja el primer día del juicio. Una de las arrepentidas de la trama que llegó a un acuerdo con la Fiscalía. «Nosotros intentamos ayudarla». El cambio de versión de su antigua pareja responde, según él, a ese pacto con la Fiscalía.
«Parece que yo vaya pidiendo a todo el mundo que monte empresas. No quiero parecer irrespetuoso», contestó a la fiscal. Al parecer, respecto de otra mercantil, aseguró que un amigo suyo le pidió ayuda porque estaba pasando un mal momento económico. «Si quieres trabajar en estos proyectos», le propuso. Se trataba de dos grandes hospitales en Perú. «Allí he llevado a grandes empresas españolas en una época en la que España estaba muy mal», presumió.
«Me gusta desarrollar proyectos, me dan un hospital y sé cómo hacerlo funcionar», detalló respecto de sus virtudes en la vista para detallar su trabajo. El empresario Miguel Sanfélix disponía de unas grabaciones sobre una reunión de trabajo. Blasco no ha sabido aclarar determinadas expresiones que se plantearon en esas conversaciones como el pago de comisiones. «Recuerden la tensión de aquellos años (2007-2008). La Conselleria nos pedía lo mismo con un 30% menos de presupuesto y dejamos de pagar a los proveedores».
Este argumento, el de las tensiones económicas, ha sido esgrimido en varias ocasiones como supuesta explicación de determinadas afirmaciones comprometidas. «Las facturas en los cajones», recordó. Una etapa negra en la Administración valenciana.
Blasco ha señalado que su intervención en la contratación era firmar el documento, pero siempre con la directora económica. Tampoco ha participado en la gestación de un contrato ni en ninguna mesa. «No teníamos competencia».
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