El conseller de Sanidad niega que pagara 36.000 euros en comisiones al sobrino de Blasco
La Fiscalía interroga al dirigente popular por las relaciones con Sergio Blasco en su etapa de empresario sanitario
El caso del expolio del Hospital General, que sitúa como presunto cabecilla de la trama a Sergio Blasco, sobrino del exconseller Rafael Blasco, contó este ... miércoles con la presencia del conseller de Sanidad, Marciano Gómez, que comparecía como testigo. Los hechos investigados se remontan a hace más de una década, sin relación con el actual Gobierno valenciano. Pero sí con dos mercantiles con las que operaba el ahora dirigente popular antes de su llegada al Consell.
Gómez ha comparecido a las 13.38 pese a que estaba citado desde las diez de la mañana en la Ciudad de la Justicia de Valencia. El tribunal le pidió disculpas por la evidente demora. El actual conseller era entonces, en la etapa bajo investigación, el representante legal de una empresa, Iniciativas Médicas y Farmacéuticas, enraizada en el ámbito sanitario. «En 1995 conocí a Sergio Blasco porque trabajaba en la Conselleria. Yo era director general de hospitales de la Comunitat». Fue una relación en primer lugar laboral y, más tarde, de amistad.
El conseller ha sido interrogado por los pagos de una de sus empresas a una sociedad investigada en la trama. El concepto era asesoría y fue tramitada en 2009. «Yo le pago a Blasco. Había una crisis sanitaria en España y hay una apertura de negocio en Sudamérica y era público y notorio que él tenia conocimiento de ese impulso sanitario que se estaba produciendo en Perú». El pago fue de algo más de 5.800 euros. Era una vía de negocio para mis clientes. «Me dio un informe que me fue muy útil».
Ante este trabajo, le dieron una factura de Vamont. «Entiendo que si me dan una información yo la tengo que pagar». El ahora conseller no pidió más explicaciones ni le llamó la atención el pago a través de esta sociedad. La Fiscalía le ha recordado que no existe más datos acerca de esa factura en la causa. «En 2015 dejé toda la actividad empresarial y esto se me reclamó en 2017». No tenía obligación de conservarla.
Gómez ha señalado que nunca acudió al Hospital General para hablar de esta situación. El conseller ha recordado que la entrega del dosier se produciría en alguna de las frecuentes comidas que se celebraban entre ambos. El informe «no estaba firmado», precisó.
En 2010 se produjo otro pago de otra mercantil de Gómez. Se trata de 17.400 euros por asesoría e intermediación en el sector sanitario peruano. «Con el primer informe, me empiezan a preguntar otros clientes por ese mercado. Necesitaba algo más global, del marco normativo, de cartera de servicios, gestión, distribución geográfica...» Es decir, algo mucho más exhaustivo para sus proveedores. Esto luego le permitió facturar a otras mercantiles. En resumen, hizo de intermediario.
De este material sí consta documentación en la causa judicial, ha indicado la Fiscalía quien ha dudado del valor real de este dosier para emprender negocios. Tampoco ha podido precisar dónde se le entregó este informe. Pero nunca en el Hospital General. Este extremo lo ha negado en varias ocasiones.
Y, por último, existe otro tercer pago por colaboración de un «asesoramiento para una expansión» de la empresa de Gómez en Suramérica. A lo largo de 2010 se recibe una consulta para montar una infraestructura de un centro hospitalario. Iban a ser cuatro instalaciones, siempre según Gómez. El abono por este trabajo fue de 14.750 euros. El motivo «era una toma de contacto» entre Blasco y la empresa que iba a trabajar con nosotros. «No, no es cierto. No era una comisión a Blasco. Jamás he querido salir del ámbito de la Comunitat», ha incidido el dirigente popular.
Antes, también había declarado un trabajador de Conectall Systems, una de las empresas de la trama. Desarrollaba aplicaciones informáticas para la mercantil. No participó directamente en las reuniones con los centros hospitalarios ni se desplazaba allí para su cometido. Defendió que es habitual las subcontrataciones dentro de su negociado.
La trama, tal y como ha informado LAS PROVINCIAS, funcionó a tres niveles. Por un lado, las grandes mercantiles, Out-log, Conectall Systems y Mantenimiento Integrales Turia, empresas solventes y con experiencia en el sector sanitario. En una década (2005-2014) han facturado 33 millones de euros a la Conselleria de Sanidad.
El segundo grupo son microempresas, de dos o tres trabajadores. Logran facturación de las primeras firmas (600.000 euros) y, a veces, del propio centro hospitalario. «Todas ellas están dirigidas por personas vinculadas personal o laboralmente con Sergio Blasco», indicó en su momento el juez. Y finalmente, en el escalón más bajo, son sociedades que carecen de estructura, pero canalizan ingresos de los dos estadios superiores de la trama.
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