Sánchez inspira a Mazón
Lo que le ha pasado al PSPV en la Mesa de Les Corts le ha ocurrido al PP en RTVE, el Banco de España, el Poder Judicial, la CNMC o la CNMV
El PSPV ya ha anunciado su decisión de acudir al Tribunal Constitucional para tratar de tumbar la elección de la popular Magdalena González como nueva ... vicepresidenta segunda de la Mesa de Les Corts, dejando fuera por primera vez a los socialistas del órgano encargado de dirigir la actividad parlamentaria. Los populares aseguran estar dispuestos a revertir la decisión, siempre y cuando el PSPV acepte negociar la renovación de los órganos estatutarios, algunos de ellos con personas ya fallecidas, como ha vuelto a recordar este jueves Carlos Mazón.
Los socialistas valencianos alegan que se trata de un atropello democrático. Y lo cierto es que en la historia de la Cámara autonómica nunca se había producido una situación igual. Parecida sí, porque en la pasada legislatura Vox se quedó fuera de la Mesa y en cambio Podemos, con menos representación parlamentaria, sí que dispuso de un puesto.
Pero la misma no. Mazón ha decidido apostar fuerte, en otro de esos gestos que demuestra que cinco meses después de la dana el dirigente popular empieza a coger aire. En realidad, lo que ha hecho el presidente valenciano no es ni más ni menos que lo que viene haciendo Pedro Sánchez desde la Moncloa. El arrinconamiento de la oposición, el dejar al PP sin puestos de representación en cuantos organismos le es posible, se ha convertido en práctica habitual del presidente del Gobierno. Sánchez ha mostrado ese camino del 'todo vale', y el PSPV está sufriendo las consecuencias en sus propias carnes. ¿No quieres caldo?
Los casos son variados. Sólo un día después de la dana del 29 de octubre, el pleno del Congreso sacaba adelante con los votos del PSOE y sus socios el decreto que permitía cambiar las mayorías –de dos tercios a mayoría absoluta- para elegir a los miembros del consejo de RTVE, así como aumentaba el número de miembros, de 10 a 15. De los 15 elegidos, el PP no pudo proponer a ninguno, porque Sánchez se reservó para el PSOE y sus socios la alienación completa. De hecho, la representación de los populares en ese consejo es únicamente la que le conceden los cuatro representantes elegidos por el Senado.
En el eterno proceso de renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Sánchez se llegó a plantear una propuesta para modificar los tres quintos necesarios para la elección de los vocales a una mayoría absoluta –es decir, de 210 votos a 176-. Una opción descartada en 2020 tras un aviso de las instituciones europeas sobre la injerencia política en el poder judicial que suponía esta modificación. Ni que decir tiene que un cambio de mayorías, en todos los casos, encierra la voluntad de evitar la necesidad de llegar a consensos.
En el Banco de España, la imposición del exministro José Luis Escrivá como gobernador, rompiendo toda tradición de situar en ese cargo a perfiles técnicos, alejados de la primera línea política, llevó al PP a no proponer un subgobernador como había sido habitual. «El Gobierno vuelve a las andadas de controlar e invadir una institución como el Banco de España», señaló el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
La protesta de los populares tuvo como consecuencia que Sánchez… les excluyera también de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC). Cinco consejeros, ninguno de ellos propuesto por el PP –no segunda fuerza política como el PSPV en Les Corts, sino primera y ganadora de las últimas elecciones generales-, y sí en cambio uno de Junts y otro del PNV, socios de los socialistas.
Sánchez no ha tenido problema en hacer un cordón sanitario al PP, que es el partido que ganó las elecciones generales
Previamente, el presidente del Gobierno había actuado de forma similar con los nombramientos al frente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La misma a la que ahora el PP pide que comparezca para explicar la «intromisión» de Sánchez en Telefónica y empresas cotizadas.
El planteamiento de Sánchez viene a ser equivalente al que ha aplicado Mazón con la vicepresidencia de Les Corts, si acaso con el matiz de que el dirigente popular asegura estar dispuesto a revertir la votación si el PSPV acepta negociar la renovación de órganos estatutarios.
Los socialistas prefieren el recurso de amparo en el TC que, en realidad, se puede convertir en arma de doble filo, tanto por los plazos de ese pronunciamiento como por la posibilidad de que el alto tribunal no le diera la razón al PSPV, decisión que dejaría en evidencia a la dirección socialista. Que ya se sabe cómo funciona el alto tribunal.
«Hay un cambio en el lenguaje político. Lo ha inventado Sánchez y Mazón le ha copiado», afirma un avezado observador de la actualidad política. Un cambio que libera las decisiones del corsé de las lógicas ideológicas, y que las sitúa en el plano de la efectividad. Se hace lo que haga falta, por decirlo de forma coloquial. Mazón lo ha hecho, como Sánchez. Y Morant y Muñoz lo sufren, como Feijóo o como Casado en su día.
El acuerdo de presupuestos con Vox, tan cuestionado desde la izquierda valenciana, no se diferencia en exceso del acuerdo que Sánchez mantiene con el independentismo catalán. Todo lo más, en la factura a pagar, bastante más cara en el segundo caso que en el primero.
Por ese motivo, el alboroto de la izquierda –bastante mayor en el PSPV que en Compromís– porque los socialistas no hayan retenido la vicepresidencia de Les Corts choca con la forma de conducirse de Sánchez en la política nacional, que corre en paralelo, aunque en sentido contrario, a la valenciana. Dos debates que en realidad son el mismo, y que vienen a constatar el cambio de discurso e incluso de método en la actividad política. ¿O acaso alguien piensa que si a Sánchez le hubieran dado los números no habría dejado al PP fuera de la Mesa del Congreso?
El PP cuenta con tres de los cinco representantes en la Mesa, una mayoría absoluta que no tiene, en cambio, en la Cámara
El PP cuenta ya con tres representantes en el órgano de decisión de la actividad parlamentaria. Tres de cinco es, ni que decir tiene, una mayoría absoluta que no se corresponde con la representación de que dispone en la Cámara. Ya sólo por ese dato se constata la anomalía que supone. Eso sí, los populares disponen ahora de una posición privilegiada para vetar iniciativas legislativas de la oposición. Hasta ahora dependían de Vox –que en alguna ocasión se había desmarcado de los populares–, pero ahora ya no. Una situación que refuerza al que está en el poder, pero con una peligrosa tendencia autocrática. Compromís, por cierto, no ha dicho gran cosa de esta situación, quizá porque su puesto en la Mesa se debió al voto del PP, no a la voluntad «pluralista» de los socialistas valencianos.
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