El corredor mediterráneo o la financiación autonómica, entre los temas pendientes para el nuevo gobierno

La lista incluía el corredor mediterráneo, el túnel pasante, las ampliaciones de carreteras como el by-pass, el nuevo Plan de Cercanías (se había presentado apenas seis meses antes de aterrizar en el Paseo de las Castellana), el tren de la costa, etc. Sin olvidar tampoco la ampliación norte del puerto de Valencia o la financiación autonómica, ya en materia política. Actuaciones que siguen incluidas en la hoja de 'asuntos pendientes' y en las que la Comunitat pierde ahora influencia a la hora de elevar la voz, dado que Ábalos es un figura con mayor peso político y trayectoria que Diana Morant, además de la distinta relevancia, por lo menos en presupuesto, de sus carteras (Fomento versus Ciencia).

Esa lentitud en dar respuesta a las reclamaciones valencianas se vio ejemplificada en la queja que lanzaba esta misma semana la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) al realizar su habitual chequeo semestral a las obras del corredor mediterráneo. Su presidente, Vicente Boluda, consideraba «inadmisibles» los retrasos en la infraestructura (debería haberse finalizado en 2015) al tiempo que exigía celeridad en la ejecución de los trabajos, que el propio Ábalos retrasaba a 2024, según reconocía en una intervención reciente en el Senado.

Asimismo, la organización empresarial recordaba que aún no se ha finalizado el Nudo de la Encina, que permitirá la entrada en servicio del AVE regional, o la publicación de los nuevos estudios informativos de la doble plataforma ferroviaria entre Valencia y Castellón o del túnel pasante, cuya fecha se ha ido retrasando.

A favor del ministro saliente, y vinculado al proyecto del Parque Central, a finales del pasado junio se conseguía el visto bueno para el proyecto básico de las obras del canal de acceso. También la modernización de la línea a Zaragoza, con un plan director de 441 millones. Esta conexión ferroviaria fue protagonista de una de las primeras polémicas del ministro a cuenta de su inclusión en la revisión del mapa de redes europeo.

Sin embargo, sin abandonar el capítulo ferroviario, la Comunitat apenas ha registrado avances en las mejoras de las líneas de Cercanías. Se creó una comisión entre el ministerio y el Consell para abordar los retrasos y supresiones pero continúan sin materializarse los 1.400 millones contemplados en aquel documento que presentó su antecesor en el cargo, Íñigo de la Serna (PP), a finales de 2017. Algo similar sucede con el tren de la costa, cuyo último avance administrativo se dio hace cuatro años.

No es la única reivindicación de la Comunitat n materia de infraestructuras que no ha resuelto el ministerio. En carreteras figuran los proyectos de ampliación de la V-30, la V-31 o el by-pass. En este caso, el desbloqueo a las obras de uno de los tramos de la A-7, tras insistentes peticiones del sector, supuso la última visita a Valencia de Ábalos como ministro. Fue el pasado junio.

Tampoco se han resuelto los enlaces de los municipios valencianos con la AP-7 para mejorar la conectividad. Precisamente la liberalización de la autopista fue una de las históricas reclamaciones de la Comunitat a la que Ábalos dio respuesta, pues no renovó la concesión. Eso sí, la nueva titular de la cartera, la catalana Raquel Sánchez, tiene sobre la mesa la propuesta enviada a Bruselas de la tasa por uso en las autovías y autopistas, lo que vuelve a perjudicar a la Comunitat.

Asimismo, la próxima ministra tendrá que enfrentarse al capítulo final de la ampliación norte del puerto de Valencia y la nueva terminal de contenedores. El informe de Puertos del Estado respaldó la vigencia de la DIA de 2007 pero se mantiene el rechazo de Compromís, Podemos y entidades como la Plataforma Ciutat-Port, lo que hace prever que el asunto acabe en los juzgados.

En el terreno político, la salida de Ábalos deja a la Comunitat sin un activo en la reclamación de la reforma del sistema de financiación autonómica, para la que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señalaba recientemente que no tiene una fecha prevista debido a polarización del debate político.