42 millones del monedero público
El Consell utiliza las más de 300 cuentas abiertas en e todos sus departamentos para colar los gastos sin contrato de menor cuantía
m. hortelano
Martes, 4 de febrero 2020, 00:01
Euro a euro se llega al millón, pero en el caso del Consell, las cuentas que refleja el día a día de su trasiego económico son un poco más amplias. Según los datos hechos públicos en el portal de transparencia de la Generalitat, el importe de los gastos extrapresupuestarios que el Gobierno valenciano llevó a cabo durante todo 2019 ascendieron a casi 42 millones de euros. La cifra se extrae de la suma de las más de 300 cajas fijas que el Botánico tiene repartidas a lo largo y ancho de sus numerosas unidades administrativas, que se utilizan para saldar facturas de gastos o contratos que por ser imprevistos, no inventariables o de conservación, no pueden ser presupuestados con anterioridad y claridad.
Sin embargo, y a pesar de que el importe de este tipo de herramienta se ha ido reduciendo con los años, la mala praxis continúa siendo una condición común a casi todas las consellerias. Yendo a lo práctico, la caja fija no deja de ser una suerte de monedero electrónico que la Administración tiene para abonar gastos del día a día. Como sucede en cualquier economía familiar o empresarial, los gastos fijos correspondientes a la hipoteca, las letras del coche o las facturas de luz y agua, suelen estar presupuestadas y se rigen por contratos con las distintas compañías con las que cada uno contrata. Sin embargo, si tenemos una avería en el coche, se nos rompe un electrodoméstico o tenemos que hacer frente a un gasto imprevisto, tenemos que tirar de tarjeta o de los ahorros. Lo mismo le sucede a la Generalitat, que debe hacer frente a numerosos gastos de su día a día que no pueden ser previstos, pero sí más o menos estimados.
Y en esos gastos de última hora, no previstos o simplemente mal planificados, el Consell se dejó 41,7 millones en 2019. Algo menos de 6 millones que en el pasado ejercicio Botánico, pero aún así, una cifra considerable para el Ejecutivo valenciano, que tiene en la Conselleria de Sanidad Universal a la primera en el ranking de facturas de caja fija.
El departamento que dirige Ana Barceló gastó de enero a diciembre 24,6 millones de euros en facturas al margen del presupuesto. La Conselleria de Educación ocupa el segundo lugar, con algo más de 6 millones en facturas repartidas por sus 82 cajas fijas. Tras ellas, la vicepresidencia y Conselleria de Políticas Inclusivas, la única que aumenta el importe respecto al año pasado, y se sitúa en 4,4 millones de euros. Agricultura se deja 2 millones en caja fija, mientras que Justicia se queda en más de un millón y medio en gastos. 618.000 euros es la factura total de las cajas de Vivienda, mientras que Presidencia y Economía gastaron algo más de 200.000 euros cada una. Transparencia, con 83.000 euros es la conselleria con menor gasto de este tipo. Entre los organismos públicos, la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, gastó más de 1,1 millones de euros en sus cinco cajas fijas.
Entre los objetos de las facturas que se cuelan en este cajón desastre hay numerosos gastos en restaurantes, gasolina, agua o dietas, pero también numerosas facturas sanitarias y escolares que no deberían incluirse en este tipo de concepto También los anticipos de caja que los responsables públicos pueden solicitar en avance ante algún desplazamiento para no tener que hacer frente a gastos. De hecho, el reglamento es muy estricto para este tipo de gastos públicos, aunque los responsables de turno son laxos a la hora de incluir los conceptos. De hecho, en la caja fija no se pueden incluir pagos que superen los 5.000 euros, ya que se deben realizar mediante contrato y no con cargo a factura, ni los fondos que cada conselleria destina a este fin pueden superar el 7% del total de los créditos iniciales de su capítulo de gastos y siempre, aunque sea a posteriori, están fiscalizados.