Estado policial en Les Corts
La Cámara impone unas medidas de seguridad y sanidad que sorprenden a los parlamentarios e impiden el desarrollo de su trabajo | Los diputados no pueden reunirse ni recibir a colectivos y se prohíben los «coloquios» y «ruedas de prensa improvisadas»
Los diputados llevan semanas en Les Corts haciendo lo que pueden. Intentan trabajar, pero las normas impuestas por la Cámara son tan restrictivas que entre sus señorías hay un evidente malestar. «No hay días para celebrarse comisiones, no hay espacios para reunirse, ni entre nosotros ni para recibir a nadie», explica un diputado del Botánico respecto a medidas que permitieron abrir la Cámara sólo de cara a la galería, ya que los diputados pueden hacer (más bien, no hacer) el mismo trabajo en los despachos de la Cámara que desde su casa. Todo en aras de la seguridad, en una especie de competición en ver quién ofrece la idea más restrictiva. Los miembros del Comité de Seguridad e Higiene echan la culpa de la situación a la Presidencia de Les Corts, que a su vez se remite al Comité. Nadie asume la responsabilidad de unas medidas que, tanto diputados del Botánico como de la oposición, lamentan porque «se han tomado para decir que se reanuda la actividad, pero sin permitir que se pueda trabajar». Como en '1984', la novela de Orwell, la seguridad ante todo, lo que justifica «que nos pongan todo lo difícil que pueden para que no nos reunamos los mismos diputados, entre nosotros». En este sentido, desde la bancada de la izquierda se admite que «los diputados somos responsables de que se dé esta situación, aunque no nos gusta, porque no nos plantamos».
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«No tiene sentido. No puede ser que en los supermercados abran de 9 a 21 todos los días y nosotros sólo por las mañanas y no todas», reflexiona un parlamentario de la oposición: «Ahora que toca dar el do de pecho, muchos se esconden mientras otros tienen que multiplicarse en sus puestos de trabajo».
El estado de alarma en Les Corts deriva hacia un estado policial. La Cámara emitió ayer las normas para que acudieran periodistas al parlamento valenciano. Junto a las restricciones más o menos rígidas en cuanto a los espacios asignados, desde Les Corts se ha decidido prohibir los «coloquios» y las «ruedas de prensa improvisadas» dentro del Palau dels Borja.
«No nos gusta la situación, pero somos responsables de lo que pasa porque no nos plantamos», admite un diputado del Botánico
En realidad, las medidas de seguridad y sanitarias impuestas ahora a causa de la pandemia culminan un proceso de bunkerización paulatino. La disposición presidencial restrictiva sobre el atuendo de los parlamentarios, así como el comportamiento de los invitados sigue vigente en la actualidad a pesar de que desde Compromís se intentó derogar al principio de la pasada legislatura. Y se estudian más prohibiciones. Las medidas de seguridad generan situaciones absurdas. «A mí me han llamado la atención por llevar en la mochila un tenedor, que apareció en los aparatos de detección de metales. No me lo quitaron, pero dudaron si hacerlo o no, lo que llama la atención, porque en Les Corts hay una cafetería y en todas las mesas hay cubiertos: cucharas, tenedores... y cuchillos», señala una persona que acude acreditada a la Cámara desde hace años.