El Consell de Puig eleva la deuda a un ritmo superior que el registrado durante los gobiernos de Camps
El Botánico incrementa los números rojos desde 2015 en 5.300 euros al día, velocidad un 10% superior al periodo 2003-2011
burguera
Lunes, 11 de octubre 2021, 00:21
Hace diez días se supo que la deuda pública de la Comunitat alcanzó el pasado mes de junio los 51.747 millones ... de euros, según los datos que publica el Banco de España. Un incremento de 630 millones de euros respecto a marzo. En junio de 2015, cuando el Botánico accedió a la administración autonómica, el desfase era de 40.063 millones de euros. Los números rojos valencianos han crecido casi 11.700 millones bajo la Generalitat presidida por Ximo Puig durante seis años. El ritmo es de 5.300 euros al día, 220 euros por hora y más de 3,5 euros al minuto. En lo que tarda en leer este artículo, la Generalitat engorda sus números rojos en cerca de 30 euros. Es un ritmo superior al del denostado Consell de Camps. Cada valenciano tendría que pagar 10.255 euros para hacer frente a este desfase financiero.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se felicitó el sábado en su discurso con motivo del Día de la Comunitat por considerar que los valencianos «han dejado atrás el estigma que nos perjudicaba y hemos revertido la imagen distorsionada de que nos había ensuciado». Es un modo de verlo. Lo que no ha cambiado en estos años es la jubilosa manera en que el Consell engorda la deuda de la Generalitat. En realidad, va a más. Según esos mismos datos del Banco de España, cuando Camps, el último presidente del PP que gobernó durante dos legislaturas y sobre el que más críticas han caído, llegó al Palau de la Generalitat, la deuda se situaba en 7.876 millones de euros. Dimitió acumulando números rojos por valor de 21.659 millones, un ritmo de 4.700 euros diarios, un 10% inferior al alcanzado durante la gestión del Botánico.
El diputado del PP en Les Corts y portavoz del grupo parlamentario popular en asuntos económicos, Rubén Ibáñez, sacó punta al dato esta semana, precisamente en la Comisión de Investigación de la Deuda Pública que está celebrando sus sesiones preliminares en el parlamento valencia. «El señor Puig está a 2.000 millones de euros para registrar la misma deuda que Camps. La misma. Y le faltan dos años para terminar su mandato. Y en la Comunitat no hay 642 colegios nuevos, ni 500 centros de salud ni 13 hospitales. Esas son las infraestructuras que se construyeron en aquel tiempo. Pero eso a ustedes no les interesa», señaló Ibáñez. No es la primera vez que los populares esgrimen las infraestructuras puestas en marcha para explicar el porqué del incremento de la deuda pública a un ritmo tan frenético.
En la primera ocasión que el PSPV estuvo al frente de la Generalitat, con Joan Lerma como presidente, la Comunitat cerró esa etapa con 2.750 millones de euros de deuda en 1995, si bien es cierto que muchas infraestructuras no se habían desarrollado y que las competencias se negociaron (por parte de consellers como Aurelio Martínez, que entonces estaba en el Consell igual que ahora está en el Puerto de Valencia) sin la fundamental asignación económica correspondiente, el germen de la infrafinanciación. Hasta que llegó Camps, sus antecesores (Eduardo Zaplana y por un corto periodo de tiempo José Luis Olivas, incrementaron los números rojos hasta los 13.783 millones de euros, es decir, unos 11.000 millones, lo que supone situarse a un ritmo de endeudamiento diario de 3.800 euros. A partir de ese momento llegó Francisco Camps al Palau de la Generalitat. Su dimisión coincidió con el agudizamiento de la crisis económica internacional. La Generalitat se agarró a los créditos del Gobierno. Era inviable. Puig cogió las riendas con 40.000 millones de deuda y ahora está en más de 51.000.
Desde la conselleria de Hacienda han incidido en que «atreverse a comparar el incremento de deuda de la etapa más vergonzosa de un Gobierno de la Generalitat, la de Paco Camps, la de los recortes, los grandes eventos fallidos y la corrupción con la etapa de un gobierno que ha tenido que hacer frente a la mayor pandemia de la historia, que ha acercado por primera vez en la historia el gasto en servicios públicos fundamentales a los de la media española y que está revirtiendo por fin los recortes en personal educativo y sanitario que dejó Camps, es sencillamente intolerable y da muestras del modelo de gestión al que aspira el PP».
El Consell no niega que la Comunitat deba más que Alemania después de la guerra. Los socialistas, además, han comenzado a utilizar el argumento desde hace unos meses de que, aunque no llega la financiación adecuada por parte del Gobierno central, los fondos extra suplen esa carencia. Con todo, los números rojos no remiten. Crecen cada vez más, si bien el Botánico considera que las cuentas de Camps tienen trampa. Hacienda, además, puntualiza que «no toda la deuda es atribuible al Consell», recuerda que el gasto actual se deriva a servicios educativos, sanitarios y sociales y no, entre otras cosas, «a grandes eventos fallidos» durante una etapa en la que «se ocultaron miles de millones de facturas impagadas en los cajones, que afloraron posteriormente».
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