El Consell mantiene el sector público desbocado a pesar de la pandemia
El presupuesto para los entes y empresas que dependen de la Generalitat se ha incrementado en 700 millones tras la llegada del Botánico
La secretaria autonómica de Hacienda, Mako Mira, emuló ayer a Espronceda y, lejos de miramientos y contenciones propias de estos tiempos complicados, afirmó que el sector público valenciano no sufrirá ningún ajuste. Con 2.700 millones anuales por banda, viento en popa, a toda vela, no ajusta su gasto, sino vuela, un conglomerado de empresas, fundaciones, agencias, institutos y demás parafernalia institucional que transita en paralelo al Consell, pero sin las restricciones a las que se ve obligado el Gobierno valenciano. Manga ancha aunque la tela económica no dé para cubrir todo el brazo con el que el Ejecutivo de Puig saluda a la oposición, que preguntó ayer en Les Corts a Mira qué medidas de ajuste y reorientación de su actividad va a acometer y recibió de contestación una adaptación del poema romántico: «Navega, velero mío, sin temor, que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza, tu rumbo a torcer alcanza». Ni la pandemia.
Sí es cierto que la Generalitat ha reducido la deuda financiera de las entidades en más de 6.000 millones de euros en ocho años. Ha pasado de tener una deuda de 7.240 millones en 2011 a 820 millones en 2019. Sin embargo, también es verdad que esa deuda la asume la Generalitat y que entre 2016 y 2019 ha perdido cerca de 700 millones de euros, según le recordó a Mira el diputado del PP Rubén Ibáñez. El parlamentario popular, junto al resto de la oposición (Woodward, de Ciudadanos; y Cerdá, de Vox), le reprochó a la secretaria autonómica que hubo una vez un deseo del Botánico de impulsar una ley sobre el sector público de la que nunca más se ha sabido nada desde hace cuatro años.
Sí indicó Mira, y subrayó, que, en cualquier caso, el sector público no adelgazará («si alguien ha entendido eso por mis palabras ya les digo que no», resaltó la número dos de Hacienda en Les Corts). Al contrario.
Con la llegada del Botánico en 2015 se puso en la diana al sector público, donde hay entes como la Sociedad de Proyectos Temáticos, criticada sin reservas por la izquierda cuando estaba en la oposición. Aquello era una cueva de «enchufados», según denunciaba Compromís. Tras un primer deseo de liquidarlo todo, el Consell comenzó a modular su discurso y muchas de esas empresas comenzaron a mirarse con mejores ojos. En cualquier caso, desde la Inspección General de Servicios se han ido realizando informes sobre la actividad del sector público en los que se ha incidido en la falta de controles en su modo de contratar. Respecto a su personal, Mira destacó que las relaciones de puestos de trabajo están ya consolidadas excepto en dos de esos organismos, Ciegsa y la Fundación de Les Arts.
Durante la pasada legislatura, la primera del Botánico, fueron 14 los nuevos entes creados, y más que se pondrán en marcha, según ella misma reconoció en los pasillos de Les Corts. Mira recalcó que actualmente no hay previsión de eliminar ninguno de los entes que están bajo su competencia. El presupuesto de todo el sector público supera los 2.700 millones de euros, lo que supone un incremento de un 32,5% respecto al último ejercicio del Consell en manos del PP. Un tercio, unos 700 millones más. Y sin intención de rebajarse, porque considera que ahora se cumple con «necesidades reales». El sector público necesita cada vez más dinero para pagar los sueldos de su personal, que ha pasado de los 463 millones en 2015 a los 685 millones actuales, un incremento del 48%, tal y como ya adelantó este periódico el pasado mes de marzo.
La número dos de Hacienda señaló que el peso relativo del presupuesto total del sector público instrumental ha disminuido respecto a las cuentas globales de la Generalitat, si bien Ibáñez le recordó que eso no es un mérito muy destacado si se recuerda que los presupuestos de los últimos años rebosan optimismo a manos llenas.