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Burguera
Lunes, 3 de febrero 2025, 13:55
Sí se puede si se quiere, y para muestra, el BOE de hoy, donde se constata que el Gobierno sí tiene capacidad para realizar aportaciones ... directas a una Administración a pesar de no contar con presupuesto para este año. Esa falta de los PGE fue lo que María Jesús Montero, la ministra de Hacienda, alegó por escrito a la consellera de Hacienda, Ruth Merino, para aseguar que no podía realizar transferencias directas a la Generalitat con el fin de contribuir a la reconstrucción de las zonas afectadas por la dana. Sin embargo, el tiempo y el BOE han desmontado las razones de esa negativa de Montero.
El Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática ha publicado este lunes en el Boletín Oficial del Estado la Orden TMD/101/2025, de 31 de enero, para la concesión directa de subvenciones a ayuntamientos y diputaciones provinciales para financiar obras vinculadas a los los daños causados por la dana. Un aporte de 1.720 millones que se suman a los 16.000 millones que el Gobierno anunció que movilizaría a los pocos días del desastre.
El 15 de noviembre, Montero a Merino: sin nuevo PGE no hay ayudas directas al Consell que preside el popular Carlos Mazón. Sin embargo, este lunes, sí hay ayudas, 1.720 millones para los ayuntamientos, unos gobernados por socialistas, otros por populares, otros por Compromís... y sigue sin haber PGE.
¿Cómo es posible? También se lo preguntan (con ironía) los nacionalistas valencianos de Compromís, no sólo los populares que están al frente de la Generalitat. De hecho, a las dos semanas de la negativa de Montero, el Consell ya disponía de un informe jurídico que desmontaba su rechazo a ofrecer una ayuda directa a la Generalitat.
El exsecretario autonómico de Hacienda, Francesc Gamero, que se ha convertido en una de las pocas voces de Compromís que critican abiertamente al Gobierno por el modo en que escatima ayudas a la Generalitat, señala a través de las redes sociales que el BOE publica las subvenciones, «y sin PGE. Por tanto no hay impedimento legal para hacer transferencias directas a la Generalitat para las infraestructuras autonómicas». Es decir, centros de salud, centros sociales y colegios públicos, instalaciones que deberá reconstruir el Consell sin que el Gobierno ofrezca nada más allá de permitir al Gobierno valenciano endeudarse más. Aún más.
La Comunitat es la autonomía peor financiada con mayor deuda de España, sin que el Gobierno central, con Sánchez presidiendo desde 2018, haya propiciado la aprobación de un nuevo sistema de financiación o la condonación de la deuda.
Después de la dana, la Generalitat pidió ayuda económica directa al Gobierno. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la condicionó a que se aprobasen los nuevos Presupuestos Generales del Estado para este año.
Montero replicó a Merino: «Para poder realizar transferencias directas, sabes bien que resulta imprescindible contar con unas nuevas cuentas públicas que recojan la dimensión de esta tragedia. Tengo plena confianza en que, dadas las circunstancias y el enorme desafío que afrontamos, ambas administraciones podremos contar con la colaboración de las distintas fuerzas políticas en las respectivas cámaras parlamentarias». Que traducido al lenguaje llano y raso era: o el PP aprueba en el Congreso el PGE que presentará el Gobierno o no hay ayudas para la Gomunitat. Eso ocurrió en noviembre.
Finalmente, el Gobierno de Sánchez, consciente de su debilidad, no presentó proyecto presupuestario y, obviamente, ni se aprobó ni siquiera se votó en el Congreso. Y a pesar de todo ello, sin PGE, el Gobierno sí ha aprobado una financiación directa para los Ayuntamientos. «Querer es poder», advierten desde la Conselleria de Hacienda. Y no querer también es no poder.
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