Abascal celebra que un torero «dé la puntilla» a Puig
El líder de Vox avisa a Feijóo que el acuerdo de la Comunitat es el que quiere «para toda España» y critica la «criminalización» de Carlos Flores, condenado por violencia psicológica contra su exmujer y ahora candidato al Congreso
EP
Viernes, 16 de junio 2023, 13:45
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha reivindicado este viernes la figura de Vicente Barrera como vicepresidente primero del Consell y ha celebrado que sea precisamente un torero quien sirva para «dar la puntilla» al anterior Ejecutivo de Ximo Puig en la Comunitat. Además, ha denunciado la «criminalización» a la que cree que se ha sometido a su cabeza de lista a las elecciones autonómicas, Carlos Flores, condenado por violencia psicológica contra su exmujer.
Abascal ha reivindicado el pacto alcanzado con el PP para gobernar en la Comunitat. Le parece «fabuloso» que un torero sirva para «dar la puntilla al Gobierno nefasto que ha habido en Valencia». A su juicio, los ataques contra Barrera se deben a intentos de «marear la perdiz» de quienes están «encamados» con «terroristas, golpistas, han aprobado leyes para soltar a violadores y pederastas e indultan a corruptos, violadores y sediciosos», según ha dicho en una entrevista en Informa Radio.
El acuerdo tuvo como consecuencia el nombramiento de número uno autonómico, Carlos Flores, como candidato al Congreso el próximo 23 de julio, ya que había sido marcado como una «línea roja» por parte del PP para llegar a un acuerdo debido a la pena a la que fue condenado hace más de 20 años por violencia psicológica contra su exmujer. «Pidió disculpas por una condena de hace veinte años y jamás puso la mano encima a una mujer», ha defendido Abascal denunciando que se le haya «criminalizado» desde «la izquierda» pero también desde Génova, en boca de su portavoz Borja Sémper.
El líder de Vox ha el acuerdo alcanzado en la Comunitat como ejemplo de lo que Vox quiere «para toda España» y ha insistido a los populares en que, si quieren llegar a acuerdos, tendrán que sentarse a negociar y asumir parte de sus postulados en función de la fuerza obtenida por cada partido en las urnas, «en un gobierno de coalición o la construcción de una alternativa».
Abascal ha sostenido además que su objetivo no es «un reparto de sillones», sino «un cambio profundo de políticas». Lo acordado en la Comunitat, ha puesto como ejemplo, es lo que Vox quiere «para el resto de España», mirando también al más de centenar de ayuntamientos en los que el pacto PP-Vox es necesario para desbancar a otras fuerzas más votadas.
«El que quiera acuerdo con nosotros tendrá que sentarse, respetar a los votantes y en función de la fuerza que los votantes nos han dado, asumir una parte de nuestros postulados en un gobierno de coalición o la construcción de una alternativa», ha aseverado en plenas negociaciones para la conformación de gobiernos autonómicos y municipales.
Con esta premisa, ha rechazado «hacer de Nostradamus» y prever qué puede pasar. «Me siento incapacitado porque el PP es muy distinto en función del territorio», ha dicho asegurando que las negociaciones las dirigen los líderes regionales y él no mantiene contacto con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.