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Orengo, en primer plano, junto a Rubén Alfaro y Ximo Puig, el día de la reunión del Patronato de Cical en el Palau. :: irene marsilla
José Manuel Orengo tendrá año y medio antes de rendir cuentas  de su polémica fundación Cical

José Manuel Orengo tendrá año y medio antes de rendir cuentas de su polémica fundación Cical

El DOGV publica la inscripción en el registro público de Cical, la entidad impulsada por el ex número tres de Puig

FERRIOL MOYA

Sábado, 1 de abril 2017, 21:54

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José Manuel Orengo anunció hace menos de un mes que paralizaba la Fundación Cical, el polémico invento en forma de laboratorio de ideas con el que pretendía recaudar 1,4 millones de euros de las administraciones públicas -400.000 únicamente de la Generalitat- para poner en marcha un proyecto dirigido a «la promoción del conocimiento y la mejora de los servicios públicos, en especial, en el ámbito local, y en beneficio del interés general». El exalcalde de Gandia embarcó en su proyecto a las universidades valencianas, logró que Ximo Puig aceptara reunir en el Palau de la Generalitat al patronato de la Fundación y... tuvo que frenar el proyecto tras comprobar la avalancha de críticas que recibió de casi todo el arco parlamentario, y en particular, de Compromís.

La paralización del proyecto -dirigida probablemente a apartarse del foco de los medios de comunicación para poder optar a las subvenciones y ayudas que convoquen las administraciones públicas- no ha impedido que la creación de la Fundación Cical (Centro de Investigación para el Conocimiento de la Administración Local) siga los correspondientes trámites administrativos. El Diari Oficial de la Generalitat (DOGV) de ayer publicó la resolución del secretario autonómico de la Conselleria de Justicia, Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades Públicas por la que se acordó inscribir a Cical en el Registro de Fundaciones de la Comunitat Valenciana.

La publicación es en el DOGV de ayer. Pero la fecha de la resolución es del 17 de enero de este año. Y ese es el dato clave. La ley de fundaciones establece que la inscripción en el correspondiente Registro de una nueva Fundación implica que la dirección ejecutiva de la citada entidad no tendrá obligación de rendir cuentas de la actividad de la misma hasta el 30 de junio del ejercicio siguiente. Es decir, Orengo -que estuvo presentándose como director ejecutivo de Cical (utilizó el término CEO para definir su papel en esta fundación)- no tendrá obligación de trasladar al patronato de la misma, el órgano que preside Ximo Puig, las actividades llevadas a cabo por la fundación, ni el estado de su contabilidad, hasta junio de 2018. Prácticamente un año y medio desde la fecha de la resolución por parte del secretario autonómico.

Dicho de otra manera, como responsable ejecutivo de la fundación, Orengo no tendrá obligación de someterse a control alguno del órgano con competencias para ello, que es el propio patronato de la entidad. Es decir, no tendrá que informar de las aportaciones que hagan las administraciones públicas que participen en su proyecto, ni de la marcha de las incorporaciones de nuevas administraciones locales -objetivo teórico del trabajo de Cical-.

La resolución publicada ayer en el DOGV confirma que la razón social de Cical se ubica en Gandia -localidad de la que el exnúmero tres del PSPV y estrecho colaborador de Ximo Puig fue alcalde-. En concreto, se aclara que la entidad queda clasificada «con carácter cívico-cultural y de investigación, bajo la tutela del Protectorado que ejerce la Generalitat. Su domicilio radicará en el Campus de Gandia EPSG, en el número 1 de la calle Paraninf de la ciudad de Gandia, con el código postal 46730».

Orengo ya habría estado disfrutando de despacho en el Campus de Gandia de la Politécnica durante la vigencia del convenio suscrito entre Divalterra -la nueva Imelsa- y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) y que se convirtió en el germen de la actual fundación. En los documentos con los que el exdirigente socialista ha tratado de 'vender' las bondades de Cical a las distintas administraciones públicas figura que la razón social estaría en la capital de la Safor, aunque contaría con sede propia en la ciudad de Valencia.

El papel de la Generalitat

La polémica en relación con la Fundación Cical se acentuó a partir del anuncio de la Generalitat de que se desentendía de la iniciativa. Una tesis que chocó con la reunión del Patronato mantenida en el propio Palau -en cuya imagen difundida por el Consell se evitó voluntariamente a Orengo-, así como con la importante aportación financiera que los presupuestos para el actual ejercicio de la iniciativa de Orengo atribuían a la Generalitat y al resto de administraciones públicas (el 100% del total).

El Gobierno valenciano trató de sostener que Cical no tenía nada que ver con la administración a pesar de que Puig preside su patronato y de que el correo electrónico de la convocatoria de la reunión del patronato se remitió desde la propia Generalitat. Unas declaraciones del conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, dejando entrever que la iniciativa arrojaba algunas dudas terminaron de forzar la paralización de la polémica fundación.

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