El cáñamo gana puntos para el BIC
Responsables de la Conselleria de Cultura conocen el potencial de la demostración callosina. Cientos de personas acuden al patio del colegio para disfrutar de la trigésima edición de la jornada dedicada a cultura del cáñamo
Pilar M. Maciá
Lunes, 15 de agosto 2016, 00:52
El cultivo y los trabajos del cáñamo que llevaron a Callosa de Segura a ser un referente para la industria cañamera nacional durante la primera mitad del siglo pasado volvieron a ser ayer los protagonistas de una jornada que el municipio dedica cada año, en medio del programa de fiestas patronales, a recordar a los callosinos ausentes, muchos de los cuales dejaron la ciudad tras su declive industrial tras la aparición de fibras sintéticas más baratas para elaborar productos para los que hasta entonces se usaba el cáñamo. La voz de Antonio Machín devolvió el patio del Colegio Primo de Rivera a hace más de medio siglo con canciones como 'El emigrante', y la nostalgia y el calor se aplacaron a base de palomas, canarios y cervezas que se sirvieron en las barras dispuestas a ambos lados del espacio dedicado a la exposición y a la instalación de puestos de la feria donde se expusieron nuevos productos elaborados con esta planta como cerveza, harina o distintos tipos de resinas de uso industrial.
La trigésima edición de la Exhibición Nacional de los Trabajos del Cáñamo recibió además una visita importante, la del subdirector general de Cultura, Antonio Bravo, y el jefe del servicio territorial alicantino de la conselleria José Antonio López Mira. Sus respectivos departamentos trabajan junto con el Ayuntamiento de Callosa la Escuela del Cáñamo en la elaboración del expediente de Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial de toda la cultura cañamera y la reactivación del expediente, que lleva años durmiendo en Valencia como otros de la comarca, está más cerca. Antonio Bravo indicó que la visita de ayer se realizaba para conocer el potencial del BIC y admitió que lo tiene al tiempo que aseguró que las instituciones están «precisamente para valorar cosas como esta demostración». Bravo recordó que se ha creado una comisión en la conselleria precisamente para tratar las candidaturas a BIC de carácter inmaterial y precisó que en el caso callosino «se dan todos los elementos para que se declare como tal».
Los responsables de la administración autonómica estuvieron acompañados en todo momento por el alcalde, Francisco Maciá, y actuó como anfitrión el director de la Escuela del Cáñamo, Roque Albert, quien explicó cada uno de los pasos que se siguen desde la recolección de la planta hasta la realización de la fibra y los artículos que se fabrican con ella.
Como siempre, los integrantes de la escuela fueron los encargados de dar a conocer todo el proceso desde el agramado de las plantas para pasar por el espadado y rastrillado hasta conseguir una fibra fácil de trabajar. Hombres y mujeres, la mayoría de ellos mayores, pero también algunos jóvenes, se ciñeron a la cintura las fibras para mostrar cómo se convierten en hilo, y en otra zona se sentaron en sillas para tejerlo hasta convertirlo en zapatillas, en redes y en pequeñas figuras. Todos esos trabajos se quedarían en la escuela, por lo que se pidió a los asistentes que no se los llevaran.
Muchos de los que acudieron ayer eran callosinos que han estado ligados a esta industria, bien por ellos mismos o bien porque sus padres y abuelos trabajaron como agramadores o espadadores, algo que hoy hacen por gusto pero que como recordó en la inauguración el alcalde, también tuvo una parte negra como la explotación infantil o el trabajo de economía sumergida.